*JUAN MARTORANO.
LAS TRES FORMAS DE LA GUERRA POPULAR PROLONGADA.
PRIMER FORMA: GUERRA DE GUERRILLAS.
Es la expresión armada de la lucha de masas, es la manifestación de la voluntad popular de combatir; forma fundamental de la primera etapa de la guerra.
Son unidades pequeñas de extraordinaria movilidad, diluibles en la geografía física y humana en la que operan, no defienden ningún territorio ni posición fija, operan sin retaguardia, detrás de las líneas enemigas, ya que las fuerzas guerrilleras están separadas de la retaguardia general del país, pero la guerra de guerrillas no puede desarrollarse sin bases de apoyo; estas bases constituyen, precisamente, su retaguardia.
La guerra de guerrillas se desarrolla en todas las formas estratégicas de organización clandestina y en todas las etapas de la guerra.
SEGUNDA FORMA: GUERRA DE MOVIMIENTOS
Es la expresión de la incorporación amplia de las masas a la guerra.
Es un salto cualitativo de la guerra de guerrillas, su característica es la concentración y la movilidad, lo que le permite golpear contundente y constantemente al enemigo. Se empiezan a tomar y defender posiciones fijas de manera temporal.
Se sigue impulsando y desarrollando la guerra de guerrillas. Esta forma corresponde a la organización de la base guerrillera.
TERCERA FORMA: GUERRA DE POSICIONES
Cuando el partido, el movimiento de masas y el ejército se consolidan se llega a la etapa de lucha donde se crean zonas liberadas o bases de apoyo, donde el pueblo ejerce el poder económico, político e implementan la autodefensa, la población aporta elementos al partido y ejército. Se mantiene un territorio donde se desarrolla la producción y el abastecimiento del frente.
La GPP no descarta ninguna forma de lucha o forma estratégica o táctica de la guerra, sino que incorpora cualquier método o forma de lucha que surja de la lucha de clases. En este sentido la insurrección parcial o general no se contrapone a la concepción de la guerra popular sino que es parte de la misma. En nuestra experiencia partidaria hemos llevado a cabo insurrecciones parciales, como parte de la guerra popular.
Dinamismo,creatividad, actitud correcta ante la vida, iniciativa, movilidad, decisión rápida, sintetizan el difícil arte de la guerra popular en sus diferentes etapas y formas.
La GPP es una necesidad que surge como réplica defensiva ante la represión, como respuesta a la GBI, que va de los combates pequeños a los medianos y a los de gran envergadura, pasando de la guerra de guerrillas a la guerra regular, de los combates de desgaste a los de aniquilamiento, de las victorias en acciones y maniobras tácticas a la derrota estratégica del enemigo que nos lleve a la victoria definitiva.
La GPP tiene que desarrollarse al ritmo que se desarrolla la lucha política, el papel de la dirección es de elevar gradualmente el nivel del ejército popular y la lucha armada, de acuerdo a las necesidades de la lucha política.
Aplicación de la gpp en nuestra experiencia partidaria.
Las acciones militares deben realizarse sobre la base de nuestro desarrollo, es decir, debemos atacar con unidades pequeñas a objetivos pequeños y unidades pequeñas del enemigo, realizar una acción de envergadura cuando esta se pueda sostener política y militarmente, requerimos de triunfos militares para convertirlos en triunfos políticos y viceversa. Nuestro principal accionar se encuentra en las zonas donde estamos construyendo para convertirlas en zonas guerrilleras por eso debemos desarticular y acabar con el poder local, donde indudablemente tenemos que hacer participar a la población mediante las milicias, la guerrilla dispersa, la guerrilla concentrada y para las acciones contra el poder central y donde sea necesario armar unidades más grandes que nos brinden el triunfo contundente y seguro, con combatientes con cierta capacidad operativa y experiencia de combate.
Requerimos también de la construcción y desarrollo del Ejército Popular Revolucionario, disciplinado, fiel a los principios del socialismo y combativo, con la ideología y moral socialista, siendo este uno de los principales instrumentos que habrá de accionar para derrotar las fuerzas militares del enemigo y que en el transcurso de la guerra éste tendrá prioridad en una etapa importante de la lucha.
La tarea del partido, de sus dirigentes y de las organizaciones de masas por medio de sus cuadros en las zonas y sectores, es la de movilizar, organizar y armar al pueblo mediante las reivindicaciones políticas y económicas, al mismo tiempo servir de instrumento de concientización política, de alternativa y de dirección a las organizaciones y al pueblo, que en ese proceso se vayan educando y construyendo política, militar, ideológica y organizativamente a los militantes de partido.
Para tener unas masas combativas es necesario que le imprimamos un carácter más clasista y político a la lucha de las masas y corregir los errores a partir de la construcción política e ideológica y la cercanía con nuestros sectores y órganos de partido. Debemos generalizar la lucha política de las masas que entiendan y comprendan la necesidad de la lucha por las transformaciones revolucionarias de la sociedad y por el socialismo, que se identifiquen con el proyecto revolucionario y lo abracen.
Debemos buscar la coordinación y la alianza con otras organizaciones, con otras fuerzas que estén de acuerdo con nuestra estrategia, táctica y metodología o con nuestros objetivos en esta transformación revolucionaria donde empleemos las diferentes formas de lucha, pero la principal para enfrentar al enemigo y detener la represión es la lucha armada revolucionaria y la autodefensa armada popular.
Cuando planteamos la política de alianzas no debemos confundir lo que es el programa máximo con lo que representa el programa mínimo, no se debe confundir la dirección que persigue un frente amplio o el frente Unico de Masas con los objetivos del Frente Nacional de Masas que constituyen el ejército político de masas. De la misma manera en el proceso de unidad y de coordinación que desarrollamos con las demás organizaciones insurgentes, tomamos en cuenta sus procesos y la coyuntura de la lucha o intereses de acuerdo al desarrollo político u objetivos de determinada organización.
Por eso debemos saber que los sectores sociales progresistas, de la burguesía nacional, clase media y otros luchan en tanto se ven arruinados y que no todos están en las mismas circunstancias, existen sectores e individuos que realmente en el proceso de lucha se incorporaran a la lucha por el socialismo si tenemos la capacidad de integrarlos con nuestra actitud política y nuestro accionar político-militar.
Construir las zonas de retaguardia estratégica implica una de las condiciones necesarias para ganar la guerra y llevar al triunfo la revolución. Debemos estar en proceso de construcción de las zonas de retaguardia, las que se define como la zona seguras donde el partido y el ejército se repliega sin necesidad de desconcentrarse que nos permita seguir actuando. La seguridad de nuestro ejército, antes y después de las operaciones, se basa en que el enemigo no sabe dónde se repliegan y se
preparan nuestras fuerzas.
La retaguardia es el espacio geográfico-político que nos permite proteger a nuestras fuerzas, donde tiene un papel fundamental la población para cumplir con las tareas. Así la retaguardia asegura nuestra logística, es decir, los medios para el combate y para la protección de nuestras fuerzas, ayudando a desarrollarlas e incorporándose en las diferentes tareas en la creación de las unidades militares y en la formación de los cuadros políticos.
Las bases políticas y materiales de nuestra retaguardia, es el conjunto de la infraestructura construida con el apoyo de la población., apoyo que logramos al organizar y estructurar al pueblo, construyendo política e ideológicamente, con lo que nuestra retaguardia se va formando y consolidando en la capacidad organizativa, económica, política, social, material, educativa y cultural.
Le corresponde a la retaguardia las tareas de producción para el autoconsumo, el ordenamiento logístico y de protección, no sólo en las zonas controladas por la revolución, sino también en las zonas que el mismo enemigo considera su propia retaguardia, por ello debemos construir en todo territorio, lugar, sector y saber actuar donde el enemigo se encuentra, es decir no presentar un frente definido sino que el frente es todo el territorio y todo éste es nuestra retaguardia.
En la retaguardia debemos conquistar y desarrollar el poder del pueblo, mediante el desarrollo de las organizaciones, la propaganda revolucionaria y nuestra infraestructura, generando el apoyo activo de la población al proyecto de la revolución socialista.
La confrontación directa contra el enemigo y el desarrollo gradual de la guerra es lo que nos va a permitir de la manera más cabal lograr el proceso de politización, tomar mayor conciencia y la integración del pueblo al partido, de la construcción de las unidades militares y al cumplimiento de las tareas revolucionarias, a la misma vez de una mayor capacidad político-militar en la organización y construcción de las fuerzas de la revolución que darán como resultado mayor capacidad operativa con la cual se va logrando una correlación de fuerzas favorables para la revolución y dar el paso de la etapa defensiva, a la de equilibrio de fuerzas y de ésta a la de contraofensiva y el paso a la insurrección general.
La guerra popular prolongada permite al partido en las circunstancias actuales, cumplir una de las reglas fundamentales de la guerra: conservar las propias fuerzas y destruir las del enemigo. Por eso debemos entender que en nuestras condiciones, el partido sólo con una dura y larga resistencia político-militar puede desgastar poco a poco las fuerzas del enemigo, mientras se fortalecen, crecen y se desarrollan las nuestras para inclinar gradualmente las fuerzas a nuestro favor y lograr la victoria de la revolución socialista. En este proceso tendremos victorias y derrotas, pero estas no determinarán el triunfo de la revolución, lucharemos con una actitud correcta ante el enemigo, haciendo de cada derrota militar una victoria política.
Un verdadero ejército revolucionario y profesional no se construye por actitudes voluntaristas ni esquemáticas, sino que obedece a la etapa, forma, correlación de fuerzas, coyuntura, capacidades político militares, siendo lo fundamental el grado de confrontación de la lucha de clases y el método adecuado para construirlo de acuerdo a la dirección del partido. Así los pueblos no se constituyen en ejército revolucionario de la noche a la mañana, es natural que surjan pequeñas unidades con poco desarrollo y se transforman en el mismo proceso, de fuerza pequeña en ejército regular.
Para poder enfrentar al enemigo debemos desarrollar los tres pilares de la revolución que son: el Partido, el ejército popular y el frente nacional de masas que marche y empujen en un mismo sentido y con la misma intensidad, donde todos tengan una tarea que cumplir, un objetivo y aporten para la transformación radical de la sociedad, sin uno de estos pilares es imposible derrotar al enemigo.
En la próxima entrega, comentaremos acerca de los principios de la guerra popular prolongada aplicada a nuestras condiciones y que deben ser aplicadas por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Patria Socialista o Muerte!!!!
Estamos Venciendo!!!
*Abogado y Analista Político. jmartoranoster@gmail.com , j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar .
P.D.: Según algunos últimos sondeos, la popularidad del Presidente Chávez en esots momentos, se encuentra en un 46,67%, aún bastante alta luego de 9 años de gobierno,pero revela cierto descontento de las bases ante algunos personeros del entorno presidencial. De realizarse las elecciones de gobernadores y alcaldes para el momento que escribo este artículo, los candidatos que apoyaría el Preisdente Chávez obtendrían 11 Gobernaciones y 156 alcaldías, otras fórmulas distintas a las de Chávez, no necesariamente opositoras se alzarían con 13 gobernaciones y 179 alcaldías. Esto es producto de la derecha endógena que esta socavando las bases de nuestro proceso, pero esta tendencia aún es revertible, afortunadamente.