jueves, 27 de febrero de 2025

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Líneas Estratégicas del Presidente Maduro para la Reforma Constitucional

 

Precedida por la entrega de los Premios Nacionales de Historia, se llevó a cabo la presentación formal del proyecto de Reforma Constitucional a cargo del presidente Nicolás Maduro. Esto ocurrió el pasado sábado 15 de febrero en la sesión solemne de conmemoración del Discurso ante el Congreso de Angostura realizado por el Libertador Simón Bolívar en 1819.

El acto se realizó en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional (AN), y contó con la asistencia de altos funcionarios como los presidentes de los Poderes Públicos, ministros, diputados, alto mando militar, autoridades regionales y miembros del cuerpo diplomático.

El sueño (vigente) de una sola patria

En su intervención el primer mandatario explicó que el Discurso de Angostura tiene una vigencia significativa para la realidad latinoamericana actual. Los principios y valores expresados por el Libertador Simón Bolívar en ese momento cumbre de la emancipación venezolana son relevantes en este momento ya que la región enfrenta nuevas formas de agresión en las que convergen el fascismo y el neoliberalismo. De allí su llamado a la unidad y a la construcción de una nueva sociedad soberana y con derechos sociales.

El mandatario confirmó la línea vital que existe entre el discurso del Libertador y el Libro Azul escrito por el Comandante Hugo Chávez. Estableció que «ambos son documentos constituyentes» porque «nacen en épocas de transformación radical, en épocas de lucha contra el imperialismo, en momentos de refundación de la República de Venezuela».

Además, Maduro describió tres anillos de fuerzas que Simón Bolívar concibió para América Latina, cada uno con un propósito estratégico y geopolítico. Estos anillos representan la visión del Libertador para la unificación y liberación de la región:

El primero incluía la unificación de Venezuela, la Nueva Granada (actual Colombia), Panamá (entonces parte de la Nueva Granada) y Quito (actual Ecuador). Esa gran nación unificada, la Gran Colombia, representaba el núcleo inicial de la liberación y la base para expandir la independencia a otras regiones.

El segundo incluía la liberación del Perú y la fundación de Bolivia, territorios cruciales para extender la independencia hacia el sur del continente y reforzar la idea de una América Latina unida y libre.

El tercero buscaba la unificación de toda América Latina, desde México hasta la Patagonia, para lo cual Bolívar convocó el Congreso de Panamá en 1826 con el objetivo de crear una confederación de repúblicas latinoamericanas. Este proyecto no se materializó debido a las divisiones internas y la falta de apoyo de algunos gobiernos recién independizados, pero representaba la visión de una América Latina unida como una fuerza geopolítica y económica en el mundo.

Una reforma para las realidades actuales

El Jefe de Estado también destacó que la Constitución de 1999 juega un papel central como el marco legal y fundacional de la República Bolivariana de Venezuela. La Carta Magna representa la aspiración de un Estado democrático y participativo. Sin embargo, también señaló la necesidad de su revisión para adaptarse a las realidades actuales del país y a las demandas del pueblo, esto debido a que:

Es fundamental reflejar en la Constitución los cambios sociales, políticos y económicos que han ocurrido desde su promulgación.

Se busca incluir y garantizar derechos que no estaban contemplados en la versión original, como los derechos de los pueblos afrovenezolanos y otros grupos que han sido históricamente marginados.

La actualización se plantea como un medio para perfeccionar la democracia participativa y protagónica, asegurando que el poder comunal y popular tenga un lugar destacado en el sistema político.

Además, enfatizó que cualquier modificación debe ser consultada y aprobada por el pueblo a través de un referéndum, lo que refuerza la idea de que la Constitución debe ser un reflejo de la voluntad popular.

En este sentido, apuntó que el Proyecto de Reforma Constitucional contiene casi 80 artículos y describió la propuesta abordando cuatro temas fundamentales para el debate:

Ampliación y perfeccionamiento de la democracia participativa, protagónica y directa: «Es un empeño por construir un nuevo sistema de Estado democrático e incorporar el Poder Comunal, Social y Popular».

Construcción de una nueva sociedad: «Definir los parámetros, valores y principios a establecer para una sociedad más humana desde el bolivarianismo. Estamos ante un mundo multicéntrico y pluripolar y hay que avanzar en ese sentido».

El nuevo modelo económico diversificado: «No dependiente y autosuficiente; este modelo es estructural y vital. Hemos logrado buenos resultados, con esfuerzo propio. Ahora, hay que avanzar aún más en la construcción de una nueva economía».

Actualización: «Jurídica, constitucional y política de todo el engranaje» de la Carta Magna de 1999.

El Presidente invitó a «un gran debate nacional» que adapte la Constitución de 1999 a los nuevos tiempos, «para el avance de una nueva época, a la nueva modernidad. Estamos en el momento preciso». Hizo énfasis en temas como la comunicación, la Inteligencia Artificial y las nuevas tecnologías, así como los temas de la salud física y mental.

Esfuerzos sumados hacia una sociedad nueva

Para avanzar en el proceso de consulta amplia e incluyente, y la elaboración del proyecto constituyente para su presentación, el Presidente conformó y juramentó una Comisión Nacional cuyo secretariado ejecutivo estará compuesto por el fiscal general Tarek William Saab como secretario, la vicepresidenta y ministra para Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, así como los diputados Hermann Escarrá y Cilia Flores.

Asimismo, Maduro pidió conformar esta comisión sobre la base del principio constitucional de colaboración de poderes, para lo cual designó al presidente de la AN, diputado Jorge Rodríguez, a la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Caryslia Rodríguez, y a la magistrada Tania D´Amelio. Además, están el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, el procurador general de la República, Reinaldo Muñoz, y los ministros Vladímir Padrino López, Ricardo Menéndez, Ángel Prado, Ernesto Villegas, Gabriela Jiménez, Alfred Nazaret Ñáñez y Eduardo Piñate.

Otras personalidades también integran la comisión: Jesús Martínez, Pedro Calzadilla, Gustavo Pereira, Grecia Colmenares, Sara Valentina Tabera, Anaís Arismendi, Orlando Camacho, Larry Davoe, Noelí Pocaterra y Demetria Casimiro Monasterio.

La comisión cuenta con 90 días de plazo para ofrecer al país un proyecto. Este fue el tiempo que el presidente dio para que «yo pueda irme por los caminos de la patria a decirle al pueblo que tenemos gran reforma, que vamos a avanzar hacia una sociedad nueva, moderna e incluyente, democrática y libre», agregó.

Un reto fundamental: Renovar el Estado

Luego de años convulsos cuando el país ha atravesado ataques de distintos tipos, se abre el espacio y el tiempo para actualizar los esfuerzos iniciados en 1999 con la actual Constitución. Muchos de sus preceptos siguen vigentes, otras requieren ampliación. Sin embargo, los actuales retos en lo político y lo económico de la nación venezolana requieren una reinvención de la organización del Estado, ajustada a los cambios que operan en la estructura económica y sociopolítica.

El presidente Maduro insistió en que «el proceso de independencia latinoamericana jamás fue lineal, fue un proceso de acumulación larga de varias generaciones y complejo»; esta imagen sigue vigente. Con avances y retos, Venezuela ha logrado superar los peores momentos de la agresión multiforme lanzada desde el extranjero, en medio de una transformación sistémica de la geopolítica internacional hacia la multipolaridad, donde el país busca decididamente su lugar.

En este sentido, la conexión entre lo local y lo global está presente en el espíritu de convocatoria del Jefe de Estado para la reforma del texto constitucional.

Por otro lado, los clivajes del conflicto venezolano siguen estando entre autodeterminación y soberanía nacional e intervencionismo y anexión sui generis. Esta contradicción que sigue latente, con subidas y bajas de intensidad, exige al Estado-nación venezolano nuevos modos de organización para garantizar su existencia.

Las fuerzas de la desnacionalización y la intervención extranjera, hoy en franco deterioro, pero no menos amenazantes, han buscado imponer al país la inestabilidad como modus vivendi y, al propiciarla, han intentado desmantelar la noción de República mediante el desconocimiento de la ley, la antipolítica como ejercicio doctrinal, la desconfiguración de la economía y la desarticulación sociocultural.

Frente a este escenario, el presidente Maduro ha identificado que las claves adaptativas para el nuevo escenario están en ajustar el contrato social que la Constitución plantea, justamente con el objetivo de responder eficazmente tanto a las amenazas realmente existentes como a la consolidación de los logros alcanzados.

 

La unión nacional y la integridad del territorio son vitales para esta meta, así como la participación social activa y la identidad nacional.

Ahora los pueblos | Trump y la crisis migratoria

 Causas estructurales de la migración

En el análisis de las causas estructurales de la migración en la región latinoamericana, nos encontramos con contrastes como que el producto interno bruto (PIB) de las naciones latinoamericanas es el quinto del mundo y el de mayor crecimiento durante la pandemia por covid, incluyendo a las diez economías más grandes del mundo.

Sin embargo, el flujo migratorio ocurre fundamentalmente del sur hacia el norte del continente. Esta situación se debe a las asimetrías de la relación norte-sur, que han sido profundizadas desde la década de los setenta por la aplicación de medidas neoliberales, causando la emigración de la población económicamente activa de los países empobrecidos por los mecanismos de saqueo globalizados, impuestos por las potencias occidentales.

La virulencia del discurso trumpista pretende sostener la hegemonía estadounidense, en tiempos de debacle económica, para desde la presión continuar estableciendo relaciones de tutelaje con lo que considera su área de influencia.

 

La migración: un negocio circular

En Estados Unidos viven unos 48 millones de migrantes, de los cuales 11 millones están en situación "irregular". La emigración forzada estimula todo un ciclo económico, que incluye a los grupos criminales o "coyotes" que controlan las rutas fronterizas, las redes de explotación laboral y sexual, pasando por el sistema carcelario privado, hasta llegar a las deportaciones masivas.

Es un ciclo vicioso que forma parte del consenso de las élites. Se trata de una economía circular en la que se beneficia todo el estamento económico que gobierna al sistema político. Millones de personas continuarán entrando de forma irregular a los Estados Unidos y, con esta situación, continuará el enriquecimiento de los sectores que se benefician de esta tragedia humana.

 

Tensiones internas

Algunos sectores económicos dentro de los Estados Unidos han anunciado pérdidas debido a las deportaciones masivas, puesto que los aportes en inversiones e impuestos que genera a la economía el sector de la población migrante son mayores que los gastos que implica expulsar a siete millones de indocumentados.

Asimismo, los movimientos sociales que luchan por el derecho humano a la migración ya han realizado protestas y anuncian una agenda de movilizaciones en algunos estados del gigante del norte.

 

Tensiones regionales

Las naciones más pequeñas de Centroamérica y el Caribe enfrentan graves problemas con las deportaciones masivas de sus connacionales desde los Estados Unidos, debido a que un porcentaje importante de su producto interno bruto depende de las remesas que reciben de sus ciudadanos residentes en los Estados Unidos. Asimismo, su aparato productivo no se encuentra en condiciones de asumir un grupo numeroso de ciudadanos en edad económicamente activa, disparándose los índices de desempleo y generando un malestar que podría desencadenar posibles estallidos sociales.

 

Anabel Díaz Aché

 

Fuentes consultadas:

En datos: Trump está deportando menos que Biden en su primer mes. (2025, 21 de febrero). Misión Verdadhttps://misionverdad.com/globalistan/en-datos-trump-esta-deportando-menos-que-biden-en-su-primer-mes


El Vaticano: Papa Francisco experimenta leve mejoría

 


El Vaticano precisó que, de acuerdo a los resultados de los exámenes que se le realizaron a la máxima autoridad de la Iglesia Católica, revelaron un avance positivo a su estado de salud
El Vaticano precisó que, de acuerdo a los resultados de los exámenes que se le realizaron a la máxima autoridad de la Iglesia Católica, revelaron un avance positivo a su estado de salud
Internet

Con El Mazo Dando 11 años

Publicado: 27/02/2025 11:51 AM

La oficina de prensa del Vaticano informó que el papa Francisco experimenta una leve mejoría y que continúa en reposo como parte de las indicaciones médicas.
En este sentido, el Vaticano precisó que, de acuerdo a los resultados de los exámenes que se le realizaron a la máxima autoridad de la Iglesia Católica, revelaron un avance positivo a su estado de salud.

Además, explicó que la "insuficiencia renal observada en los últimos días ha remitido", al igual que la infección respiratoria.

"Una tomografía computarizada de tórax realizada el martes por la noche mostró una progresión normal de la inflamación pulmonar. Los análisis de sangre efectuados el miércoles confirmaron", refiere parte del comunicado de la Santa Sede.

REDACCIÓN MAZO

La sombra de Trump y el dinero de USAID en Venezuela…

 Por Geraldina Colotti

En el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el canciller Yvan Gil ha denunciado la instrumentalización que se ha hecho del tema de los derechos humanos como un arma para revertir los avances de la democracia revolucionaria. Y ha recordado que, en la época del Caracazo, cuando se violaron claramente los derechos humanos de las personas que protestaban contra el paquete neoliberal impuesto al gobierno por el Fondo Monetario Internacional, no se levantó ninguna protesta en las sedes de los organismos internacionales.

Hoy, sin embargo, se ataca al gobierno socialista, que defiende los derechos del pueblo y el mandato popular.

También este 27 de febrero, Venezuela rinde homenaje con marchas y debates a las victimas del Caracazo de 1989, cuando las masas empobrecidas se rebelaron contra las medidas neoliberales del gobierno en ejercicio en la IV República y fueron duramente reprimidas. Y, mientras tanto, el país se prepara para vivir otro año electoral: en paz, pero en aguas lejos de estar tranquilas, tanto a nivel interno como internacional.

Inicialmente, el Consejo Nacional Electoral (CNE) había decidido abrir las urnas en una sola fecha, el 27 de abril, para fusionar las elecciones parlamentarias y regionales. Pero el 19 de febrero, el presidente del Cne, Elvis Amoroso, anunció que esa fecha será ocupada por la segunda etapa en la que se votarán los proyectos comunitarios que se ejecutarán prioritariamente con financiamiento estatal.

La votación para la composición del Parlamento (la Asamblea Nacional, una cámara única), del Consejo Legislativo y de los 24 gobernadores más el de la Guyana Esequiba tendrá lugar el 25 de mayo.

Noticias que están sacudiendo el panorama político, dentro y fuera del país, y están produciendo grietas al interior de la oposición más radical, encabezada por María Corina Machado, y su candidato de cabecera, Edmundo González Urrutia, siendo la señora inhabilitada por 15 años por reiterados actos de desestabilización contra las instituciones.

Dentro de la coalición opositora, la Plataforma Democrática Unida (PUD), varios partidos están divididos sobre la orden de Machado de condicionar cualquier participación electoral al “reconocimiento de los resultados del 28 de julio”. Partidos como Un Nuevo Tiempo y Movimiento Por Venezuela, así como el dos veces derrotado candidato presidencial Henrique Capriles, y otros, han llamado en cambio a acudir a las urnas el 25 de mayo.

Incluso los componentes más moderados de la derecha, diputados en el parlamento, están eligiendo sus propios candidatos y lemas de campaña. Bastaría publicar la lista de grupos y partidos opositores al gobierno bolivariano y que actúan tranquilamente en el ámbito político para desmentir la propaganda internacional que define a Venezuela como “una dictadura”.

Desde España, adonde se trasladó tras la violencia poselectoral del 28 de julio de 2024 provocada por sus “comanditos”, González Urrutia ha declarado en cambio que no participará en lo que considera “elecciones falsas”. Mientras tanto, se dedica a una frenética actividad “diplomática”, considerándose no el segundo ganador como lo establece el Cne, sino el verdadero vencedor, y por tanto el presidente “legítimo”. Tanto él como Machado recogen premios de países europeos como “defensores de los derechos humanos” perseguidos por un gobierno totalitario e “ilegítimo”.

Ni las acusaciones vertidas contra Urrutia, provenientes de la iglesia de base salvadoreña, según las cuales fue cómplice de la persecución de exponentes de la teología de la liberación, cuando era diplomático en El Salvador, ni las posiciones políticas de Machado parecen inquietar a las “democracias” europeas. Machado, una de los firmantes de la Carta de Madrid que lanzó la internacional fascista bajo la égida de Steve Bannon, en 2020, inauguró el tercer congreso de la alianza de extrema derecha, organizado por el partido español Vox en París.

Para la apátrida señora, sólo el grupo de los Patriotas representa la “verdadera libertad” y solo estos partidos fascistas y nazistas son los verdaderos aliados de la extrema derecha venezolana contra el “dictador” Maduro. Un cortocircuito que, sin embargo, no parece perturbar el sueño de las fuerzas políticas italianas y europeas, que la apoyan con énfasis bipartidista.

Esta vez en la Convención de los Patriotas no estaba la primera ministra Giorgia Meloni, otra de las firmantes de la Carta de Madrid, sino el viceprimer ministro Matteo Salvini, en buena compañía de toda la subversión de las clases dominantes tras Trump, cuyo eslogan de campaña –Maga, Make America Great Again, readaptado como Mega, Make Europe Great Again– fue exhibido en la Convención de los Patriotas.

Las elecciones venezolanas, así como las de toda América Latina (empezando por la segunda vuelta en Ecuador en abril), también se perfilan bajo la sombra de Trump y del tecnofeudalismo impulsado por Elon Musk, quien lo apoya. Ya se ha retomado la persecución contra los medicos cubanos. Pero mientras tanto, aunque las políticas de Trump están guiadas por figuras como el secretario de Estado Marco Rubio, que han hecho de la lucha contra Cuba, Venezuela y todas las experiencias que recuerdan al socialismo en América Latina una verdadera obsesión, será difícil para Machado y sus asociados salir ilesos después del escándalo que estalló por la financiación de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), de la que no hay rastro.

La agencia del gobierno estadounidense, creada en 1961 para contrarrestar la influencia de la Unión Soviética en el mundo, y ahora archivada por Trump, ha desembolsado una suma sustancial para lograr el deseado “cambio de régimen” en Venezuela.

Entre 2014 y 2024, ha aumentado 26 veces su financiación para “ayuda humanitaria y promoción de la democracia”, pasando de 8 millones de dólares iniciales a 211 millones el año pasado. Fondos confiscados por la oposición extremista y malversados para su propio beneficio, como han denunciado periódicamente algunos sectores internos descontentos con la división. Prueba de ello son las propiedades que ostentan estas figuras en los países europeos.

Ahora, los distintos componentes de la PUD apuntan a Juan Guaidó, el ex autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, quien se ha refugiado en Miami, donde podría terminar bajo investigación por malversación de fondos. En la mira, están sus negocios en Madrid. Otra espina en el costado de Machado y sus allegados, que piden mayores “sanciones” contra su país, es la reunión entre un portavoz de la administración Trump y el gobierno de Maduro.

Como resultado, la licencia de Chevron para operar en Venezuela fue renovada por otros seis meses, a pesar de las “sanciones”. Sin embargo, Trump ha vuelto recientemente sobre la decisión, desempolvando los tonos utilizados al final de su primer mandato, cuando consideró inútil la decisión de Biden de “flexibilizar” algunas sanciones para conceder la licencia a Chevron: “Me parece inútil -dijo- gastar dinero para comprar petróleo que está a tiro de piedra, y que yo habría ido a buscar por la fuerza”.

Por su parte, Machado asegura que mantiene una “comunicación fluida” con la administración del presidente estadounidense, quienes tienen una visión “clara” sobre cuáles son las acciones que deben tomarse para avanzar hacia una “transición democrática”.

Mientras tanto, el gobierno bolivariano recibe y asienta a los cientos de migrantes deportados por Trump, luego de haber ido a recuperar a un grupo detenido en Guantánamo. En la “democrata” Europa, los migrantes son deportados y recluidos. Por lo contrario, al observar los sentimientos y el cariño con que son recibidos los migrantes repatriados en Venezuela, se comprende la distancia sideral entre dos modelos diferentes de sociedad: el capitalista, feroz y excluyente, y el socialista, que pone en el centro el respeto al ser humano y la justicia social.

Pero, mientras tanto, los lobbys de extrema derecha presionan a los organismos internacionales: desde la Corte Penal Internacional donde intentan que se condene a Maduro, hasta el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde quieren extender el mandato de una comisión de verificación “independiente”, designada por el extinto Grupo de Lima durante la era Guaidó.

Durante ese período, el cerco y asfixia a Venezuela llegó a su punto máximo, con el poderoso apoyo del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ahora al final de su mandato. Habrá que ver qué pasa en la Asamblea General Extraordinaria de la OEA, que se celebrará en Washington el 10 de marzo para elegir al sucesor de Almagro.

La decisión se tomará entre la candidatura de Rubén Darío Ramírez Lezcano, de Paraguay, posicionada a la derecha, y la de Albert Ramchand Ramdin, de Surinam, país miembro de Caricom, cuyo gobierno en años pasados no apoyó resoluciones contra Maduro. El ganador deberá obtener al menos 18 votos de los 34 países miembros de la OEA, de la que Venezuela se ha retirado, como ya lo hizo Cuba.

Pero otro foco de tensión se extiende desde la zona disputada entre Venezuela y Guyana, el Esequibo, muy rica en petróleo y minerales preciosos. El gobierno de Guyana ha permitido la explotación -ilegal según los Acuerdos de Ginebra, a la que recurre Venezuela- por parte de multinacionales estadounidenses, y también ha autorizado la entrada del Comando Sur.

Mientras tanto, Venezuela aprovecha su crecimiento económico –el más alto de la región, según todos los indicadores internacionales– para ampliar los planes sociales dirigidos a los sectores populares, renovar algunos convenios colectivos con los trabajadores y aumentar el “salario social”, incluyendo bienes y servicios y no sólo dinero, para evitar que los aumentos sean pulverizados por la “inflación inducida”.

Y mientras se discuten los términos de la reforma constitucional planeada, que debería aumentar aún más el “poder popular”, se han nombrado cuatro comisiones especiales. Para los medios de oposición, se trata de un nuevo giro hacia el “modelo cubano”, que retoma el proyecto de reforma constitucional rechazado por poco margen con Chávez a la presidencia, en 2007. Para el gobierno de Maduro, este es un paso más hacia el debilitamiento del “viejo Estado burgués” y la ampliación de la democracia directa.

Un camino marcado por las votaciones sobre los proyectos elegidos por las comunidades. Una votación que anticipa el sentido y alcance del proyecto de Estado comunal, que el socialismo bolivariano viene trabajando desde hace años: al menos desde el 20 de octubre de 2012. Durante el último Consejo de Ministros al que asistió, Hugo Chávez, quien había sido reelegido para un tercer mandato como presidente del país el 7 de octubre, dictó los lineamientos para el autogobierno de las comunidades organizadas.

Un discurso que pasó a la historia como el Golpe de Timón, el cambio de rumbo necesario para enderezar la marchia hacia el horizonte de un socialismo libertario, “humanista”, guiado por el poder popular.

“Comuna o nada”, concluyó enfáticamente el mandatario para indicar cuál debe ser el rumbo del “socialismo del siglo XXI” en Venezuela. Y, poco antes de morir de un cancer (muy probablemente inducido) que se lo llevaría el 5 de marzo de 2013, dirigiéndose al hombre al que señalaría como el que votar para sucederlo como presidente -Nicolás Maduro-, le dijo: “Nicolás, te recomiendo la Comuna como te recomendaría mi propia vida”. Y Nicolás le está cumpliendo.



miércoles, 26 de febrero de 2025

Aportes de Ernesto Villegas Poljak a nuestra cultura e historia, en su obra "Maja Mía"