viernes, 3 de mayo de 2024

Ahora los pueblos | EE.UU.: imperio en declive

 La pretensión hegemónica del imperialismo norteamericano pone en riesgo la supervivencia misma de la especie humana. Seguimos alertando sobre ese peligro y haciendo un llamado al propio pueblo de los Estados Unidos, y al mundo, para detener esta amenaza.

Hugo Chávez

Tendencia irreversible

En su reciente artículo publicado en The New York Times, David Ignatius sostiene que Estados Unidos se encuentra en un proceso de declive, del cual pocas potencias que han atravesado por situaciones similares han logrado recuperarse. Este declive de su hegemonía se presenta como una tendencia irreversible, debido a que son precisamente las contradicciones internas las que definen el curso principal de los procesos sociales.

Hoy la sociedad estadounidense atraviesa por contradicciones antagónicas entre sus fuerzas internas. Las mismas aceleran la caída de su hegemonía como primera potencia mundial, debido a que sus élites han constituido un entramado de redes interconectadas de poder que no solo han cooptado al Estado nacional, sino que también lo conducen a su propia destrucción. Este entramado, conocido como el Estado profundo, solo actúa bajo sus propios intereses, excluyendo al resto de la población, lo que origina una sociedad polarizada donde el orden establecido no goza ya de la legitimidad necesaria para garantizar la gobernabilidad. Por lo tanto, se pueden prever cruentos choques o conflictos entre clases y grupos sociales.

 

Espiral descendente

Según el estudio de la corporación RAND —solicitado por la Oficina de Evaluación Neta del Pentágono, para evaluar la posición y la competitividad de los Estados Unidos frente a China—, los analistas sostienen que el coloso del norte ve su posición amenazada por factores internos y externos. En los internos se encuentran la ralentización del crecimiento, el envejecimiento de la población, un sistema político polarizado y una clase dirigente cada vez más corrupta. Entre los factores externos, los analistas señalan la creciente influencia directa de China y la pérdida del dominio estadounidense en decenas de países en desarrollo. La situación tiende a agravarse porque la élite gobernante no tiene un reconocimiento compartido del problema ni cómo solucionarlo, en un año electoral que se presenta como crucial para detener su desplazamiento en la escena mundial.

Ignatius señala que el declive se está acelerando y que no existen registros históricos de recuperación de algún declive nacional tan largo como el que están atravesando. Mientras que los grupos políticos compiten con diferentes narrativas sobre las causas y consecuencias de la caída, la hiperpolarización por la que atraviesa la sociedad estadounidense la pone en riesgo de caer en una espiral descendente. La percepción generalizada sobre la élite gobernante la caracteriza como corrupta e ineficiente, decadente y adicta al lujo, con pérdida de las virtudes cívicas, militarista y con prácticas medioambientales insostenibles. Existe una creciente opinión de que el pequeño grupo que controla las instituciones políticas ha burocratizado el Estado hasta ocasionar su fosilización, haciéndolo incapaz de seguir el ritmo de las demandas tecnológicas impuesto por China.

Ante este panorama, se imponen las reformas urgentes contra la corrupción y el desorden. De otro modo, los resultados serán catastróficos, debido a la creciente desigualdad social. Estados Unidos se encuentra en una pendiente descendente que podría ser fatal: "Si no podemos encontrar nuevos líderes y acordar soluciones que funcionen para todos, estamos hundidos". Solo los puede salvar un amplio —y poco probable— compromiso de las élites para trabajar por el bien común y la reactivación nacional.

 

Rebelión universitaria

Las protestas universitarias en rechazo al genocidio en Gaza y el apoyo incondicional al gobierno de Netanyahu copan el panorama mediático y político en Estados Unidos, en un momento en el que el presidente Biden intenta ganar el voto joven para vencer en las elecciones de noviembre a Donald Trump. Al mismo tiempo, los republicanos y una parte importante de los demócratas condenan las manifestaciones y acusan a los estudiantes de antisemitismo e incluso de apoyar a Hamás.

La Universidad de Columbia, en Nueva York, desde hace una semana se convirtió en epicentro de la protesta, luego que la policía intentara desalojar con una fuerte represión a la acampada pro Palestina dentro del campus. Las multitudinarias manifestaciones se han extendido a más de sesenta centros universitarios en todo el país, entre los que destacan: Yale, Texas, Florida, Boston y Berkeley, la prestigiosa Harvard, la universidad privada George Washington, el Instituto Tecnológico de Massachusetts y Emerson College de Boston, resultando más de setecientos detenidos, entre estudiantes y catedráticos.

Protestas como estas no se producían en el país desde el movimiento contra la guerra de Vietnam. Los legisladores Alexandria Ocasio-Cortez y Jamaal Bowman, que lideran el ala progresista del Partido Demócrata, visitaron la Universidad de Columbia para mostrar su solidaridad con los estudiantes. Estos se congregaron pacíficamente para realizar oraciones conjuntas interreligiosas durante varios días, mientras grupos minoritarios de manifestantes proisraelíes coreaban "Abajo Hamás" y "Victoria para Israel", lo que avizora posibles enfrentamientos.

Estas protestas reflejan lo acertado del estudio de la RAND, solicitado por la Oficina de Evaluación Neta del Pentágono, pues su fundamentación ataca directamente el núcleo central de la política exterior de los Estados Unidos, como lo son el militarismo y el control sobre los recursos naturales a costa del exterminio de los pueblos, expresando la visión antihegemónica y antisistémica de la juventud.

 

Anabel Díaz Aché

 

Fuentes consultadas:

Chávez Frías, H. R. (2006, septiembre 20). Discurso del excelentísimo Presidente de la República Bolivariana de Venezuela ante la 61 Asamblea General de las Naciones Unidas. Nueva York.

Ignatius, D. (2024, abril 26). "¿Se está poniendo lentamente el sol en el poder de Estados Unidos? Depende de nosotros". The Washington Post, s.p.




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