Pascual Serrano
Oímos mucho hablar de la pobreza de Haití, pero menos del origen de esa pobreza. Sin duda, hay muchos elementos de la historia actual ligados a ella, pero es importante recordar que Haití, el país creado por esclavos, que se independizó de Francia en el siglo XIX, nació peor que pobre, nació endeudado por su metrópoli.
El 1 de enero de 1804, Haití declaró su independencia y Jean-Jacques Dessalines se convirtió en su primer gobernante, inicialmente como gobernador general, y después como emperador Jacques I de Haití, título que él mismo se asignó. Seguidamente comenzó una masacre de venganza contra los blancos que durante tantos años habían explotado y humillado a los habitantes negros y esclavos de Haití.
Ningún país reconoció la independencia de Haití hasta que en el 17 de abril de 1825, el presidente haitiano Jean-Pierre Boyer firmó la Real Ordenanza de Carlos X.
Esta ordenanza le prometía a Haití reconocimiento diplomático francés a cambio de un arancel del 50% de reducción a las importaciones francesas y una indemnización de 150 millones de francos (unos 21 mil millones de dólares de hoy), pagadera en cinco cuotas. Lo contaban con detalle en la BBC, que saben mucho de colonización y metrópolis explotadoras.
La justificación francesa de la indemnización se basaba en que el nuevo país tenía que compensar a los plantadores galos por las propiedades que habían perdido, no sólo tierra sino también esclavos. Es decir, los esclavos que habían sobrevivido debían indemnizar a los esclavistas por los esclavos que habían perdido.
Si el Gobierno haitiano no firmaba el acuerdo, el país no sólo seguiría aislado diplomáticamente sino que sería bloqueado por una flotilla de buques de guerra franceses que ya estaba en la costa haitiana.
Esos 150 millones de francos en oro equivalían a los ingresos de diez año del gobierno haitiano, no tenían forma de pagar esa deuda que no fuese pidiendo un préstamo.
Y ahí llega Francia con un nuevo robo, aceptan un préstamo siempre que fuese a través de un banco francés.
Así empezó formalmente lo que se conoce como la deuda de la Independencia.
Un banco francés le prestó a Haití 30 millones de francos para pagar la primera cuota de la deuda, pero de esa cantidad, 6 millones de francos era el coste por comisiones.
De modo que solo le quedaron a Haití 24 millones de francos. Haití le empezó a pagar reparaciones a Francia, lo que quiere decir que ese dinero pasó directo de la caja fuerte del banco francés a la caja fuerte del Estado francés, pero incrementado por comisiones e intereses que debe asumir la nueva nación.
Solo con esa primera cuota Haití quedó debiéndole 30 millones al banco francés y 6 millones más de la deuda total a Francia que lo que debía antes de hacer el primer pago.
Era una espiral sin fin para pagar una deuda inmensa que incluso cuando fue rebajada a la mitad en 1830 era demasiado alta para el país caribeño.
Tuvo que pedir enormes préstamos a bancos estadounidenses, franceses y alemanes con tasas de interés exorbitantes que le obligaban a destinar la mayor parte del presupuesto nacional en reembolsos.
Finalmente, en 1947 Haití terminó de compensar a los dueños de las plantaciones de aquella colonia francesa. Necesitó 122 años pagar su deuda de la Independencia.
¿Alguien cree que durante esos 122 años Haití era un país independiente? ¿Alguien cree que puede serlo cualquier país que siga sometido a la deuda y compromisos comerciales con su antigua metrópoli o con cualquier potencia occidental?
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