Fermín Toro Jiménez, nace en la Ciudad de Caracas, el 26 de octubre de 1933 y fallece el 8 de septiembre de 2021 por causa natural. Fue doctor en Derecho, revolucionario a carta cabal, redactor del capítulo internacional de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, embajador de Venezuela en la ONU, notable defensor de la soberanía nacional y escritor de varios textos sobre Derecho Internacional Público.
Fermín comenzó siendo profesor titular de la Universidad Central de Venezuela de la Facultad de Ciencia Jurídicas y Políticas desde 1959 y Director del Instituto de Altos Estudios. Diplomáticos Pedro Gual del Ministerio de Relaciones Exteriores (1994-1999); Posteriormente, fue Consultor Jurídico de la Presidencia de la República (2002-2003) y Director de Relaciones Presidenciales Internacionales, así como Agente del Estado para los Derechos Humanos ante el Sistema Internacional (2003- 2004). Cuando se suscitaron las primeras guarimbas y la renuncia del embajador de ultraderecha de Venezuela ante la ONU Milos Alcalay, el Comandante Hugo Chávez encomienda a Fermín Toro Jiménez encargarse de la Misión de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas en Nueva York Posteriormente, en el 2007, se dedicó por completo a la formación de los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela, al que les entregó sus últimos años de vida y formación, resaltando el gran potencial que veía en el estudiantado y su interés de formarlos para la defensa de las causas justas de la humanidad.
Gran defensor de la soberanía del Estado
En el capítulo sobre las Relaciones Internacionales de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, Fermín Toro Jiménez puso su huella imborrable en un texto integral que defiende los intereses de la República, a pesar de ello juristas venezolanos y funcionarios intentaron mantener la práctica de someter las diferencias en los contratos que celebre la República con empresas extranjeras a juntas arbitrales en el exterior, alegando que existía una inmunidad relativa de la jurisdicción del Estado. Por lo que Fermín Toro Jiménez y el escritor Luis Brito García, solicitaron al Tribunal Supremo de Justicia una interpretación del artículo 151 de la Constitución y abrieron un gran debate nacional referente a los contratos públicos que celebre la República, por cuanto aún se mantenía la práctica de someter contratos de interés públicos a un árbitro foráneo. Esta acción era exigida por las grandes empresas extranjeras a fin de llevar las funciones judiciales a tribunales arbitrales en el exterior como forma de privatización de la justicia, sin dejar validez a la acción de los tribunales de los Estados en defensa de su soberanía Nacional.
Gracias al gran aporte de Fermín Toro Jiménez y Luis Brito García se puso punto y final a la complicidad de funcionarios apátridas con las transnacionales y se verificó la inmunidad absoluta del Estado sobre sus bienes, por cuanto ante cualquier diferencia en los contratos de interés público son los tribunales competentes del país quienes decidirán por los mismo, eliminando la posibilidad de recurrir a un tribunal o junta arbitral foránea,
Fermín Toro Jiménez defendía en todos los espacios la debida salvaguarda de la soberanía nacional, por ello en las Naciones Unidas, durante su función como Representante Permanente de Venezuela, rechazó cualquier intento de socavar los intereses de Venezuela y la soberanía nacional y junto con otros países rechazaron muchos de los conceptos subterfugios que implicaban una violación de la soberanía de las naciones. Por ello para mí trabajar con Fermín Toro en las Naciones Unidas fue un aprendizaje constante sobre el Derecho Internacional Público y la protección de la soberanía nacional.
El profesor Fermín Toro Jiménez vivió y murió siendo revolucionario marxista le400 × 400ninista, muchos lo reconocieron por ser una persona muy polémica, pero siempre actuó sobre la base de sus íntegros principios y del espíritu internacionalista por la causa de la humanidad.
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