Reinaldo Silva
Las encuestas opositoras dan ganador a la oposición por más de 15 puntos, por su parte las encuestas afectas al chavismo dan al proceso revolucionario un triunfo con un margen de un 40%. Este mundo de las encuestas es sumamente complejo, cada quien analiza factores y los hace públicos según la conveniencia, pero los numeritos reales se los guarda cada quien. Los que estamos en la calle, entrevistamos personas, conversamos con colegas o personas de distintos sectores sociales, nos hacemos otras expectativas, que si son tomadas con objetividad, estaríamos muy cerca de los posibles resultados electorales.
Para nadie es un secreto que la actual situación económica es un factor importante que hay que medir, así como sus causas y consecuencias, al igual que el nivel de inseguridad de muchas personas por el peligro de contagiarse con el covid-19 si participan en el proceso electoral.
Tenemos que la participación electoral en las elecciones parlamentarias del año 2005 fue del 25,26%; la del 2010 del 66,45% y las últimas del 2015 contó con una participación del 71% (elecciones ganadas por la oposición, con el mismo CNE). ¿En qué rango de esos porcentajes podremos ubicarnos este 2020?; la encuestadora Datanálisis estima una participación del 40%; lo cual es bastante razonable tomando en cuenta la incertidumbre por la pandemia, los que religiosamente no participan que son como un 40% y otros que han decidido no acudir al proceso electoral porque no se sienten identificados con ningún sector.
En nuestro caso, que andamos en la calle, entrevistamos a distintas personalidades en nuestros programas y recibimos innumerables quejas y denuncias, por los medios de comunicación en los que nos manejamos, estimo que debe haber una participación electoral por encima del 50%, que sería extraordinaria, tomando los distintos factores adversos que atravesamos.
En el año 2005 la oposición llamó a no votar y el chavismo obtuvo todos los curules, siendo un craso error que han reconocido luego. La solicitud de invalidación de esas elecciones, por el porcentaje de participación no tuvo ningún apoyo, por cuanto, nuestra legislación establece que si un candidato saca un voto más que el otro, es el ganador; por ninguna parte se establece porcentaje de participación para validar un proceso electoral; si votan 3 personas, gana quien obtenga 2 votos y punto, así pataleen, griten, lloren, llamen a invasión, pero no les queda otra que "ir a llorar pal río".
La meta para el gobierno es obtener las dos terceras partes (2/3) de los Diputados, porque con ello se tiene mayoría calificada, pudiendo en consecuencia, como lo establece el artículo 187.20 de la Carta Magna: "Corresponde a la Asamblea Nacional: Calificar a sus integrantes y conocer de su renuncia. La separación temporal de un Diputado o Diputada sólo podrá acordarse por el voto de las dos terceras partes de los Diputados y las Diputadas presentes"; el artículo 203 permite la aprobación de Leyes Orgánicas y por supuesto las leyes habilitantes con 3/5 de las partes; entre otras prerrogativas que les da a los parlamentarios tener una mayoría calificada, teniendo poderes plenos para su actuación, incluso para designar las autoridades de los demás poderes públicos, según los reglamentos respectivos; o sea siendo 277 curules, la mayoría calificada serían 185 Diputados.
En Nueva Esparta se aspira sacar los 6 Diputados de la entidad: por el circuito 1: José Del Carmen Millán (Checame) y Junior Gómez; suplentes Minersa Custodio y Rudy Rodríguez respectivamente; por el circuito 2 América Pérez, suplente Carlos Sulbarán; y en la lista regional los primeros 3: Dante Rivas, Carola Chávez y Yul Armas; quedando prevenido al bate Cesar González (el Culí) como primer suplente de cualquiera que por alguna circunstancia sea llamado por el Presidente a un cargo dentro del Poder Ejecutivo.
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