Maryclen Stelling
Y llegó el 6D, día de unas históricas elecciones parlamentarias que brindan la oportunidad de configurar un espacio plural, contralor, promotor del diálogo, acuerdos y negociaciones entre las diversas expresiones políticas.
En la antesala electoral, el país está bullendo sin distingo de tolda política. La batalla por el control del Parlamento en vez de unir ha destapado las diferencias internas. Aquello de que los trapos sucios se lavan en casa no cabe en esta coyuntura preelectoral.
Una oposición fracturada, frustrada, sin liderazgo ni propuestas se debate entre el voto y la abstención. Descarnadamente expertos afirman que se encuentra “desfigurada y debe reconstituirse”. Vaticinan que el inminente control de la AN por el “chavismo”, generará debates internos sobre el gobierno interino. Invitan a retomar la ruta democrática y electoral que condujo a los triunfos alcanzados en 2007, 2008, 2009, 2010 y 2015. Empero reconocen que es imposible la unidad con “la oposición extremista” y entreguista.
El otro polo político está pronto a retomar la AN. Supuestamente monolítico, emergen sin embargo graves diferencias y sin tapujos se denuncian privilegios y exclusiones. Abierta y públicamente reclaman sus espacios, exigen ser oídos y demandan “un justo trato pre electoral”. Tal es el caso de la APR PCV, que denuncia públicamente la exclusión por parte del “aparato del Estado Gobierno Partido”… “el mejor ejemplo de degradación política contemporánea de Venezuela”. Más allá del hecho electoral, evidencian el pacto contraído con la derecha destacando secuelas de carácter ético y moral, recalcando el resquebrajamiento de la mística revolucionaria.
Irrumpe el Presidente Maduro afirmando que “Si vuelve a ganar la oposición la AN, yo dejo la presidencia. No me quedaré más aquí. Dejo mi destino en el pueblo de Venezuela. ¿Cinco años más con la oposición dirigiendo la AN? No. Así no. Tomaremos otro camino.” Hábil y audaz jugada política que despierta diversas interpretaciones. Lectura literal, blofeo, movilización del voto, polarización o convertir las parlamentarias en un referendo revocatorio.
Las elecciones del 6D han devenido en un hecho político, ético-moral más allá del simple acto electoral. ¿Un nuevo chavismo? ¿Una nueva oposición?
Reto y encrucijada que fortalecerá la democracia.
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