Susana Khalil
El régimen colonial de (Israel) es la continuación del anacronismo colonial europeo, el sionismo es un sentimiento de gloria épica, epopeya religiosa y encanto eurocentrista de monumental ignorancia.
Vengo del útero de una campesina palestina sobreviviente de Al Nakba, 1948 cuando se impuso desde Europa un régimen colonial en Palestina, denominado (Israel). Un régimen que se instaura sobre las bases de la limpieza étnica contra la población nativa, arabo-semita palestina y sobre la falsificación de Historia.
Un clásico colonialismo que no solo usurpa y se apodera del suelo patrio sino que también usurpa, roba la Historia milenaria y contemporánea del pueblo nativo.
Esta particularidad de apropiarse de la Historia del pueblo nativo Palestino obedece a que proviene de un colonialismo que no es un pueblo, como en el clásico colonialismo, sino de un movimiento, el sionismo, partiendo de una comunidad religiosa (aria-judía) para devenir en pueblo, Estado-Nación y es por esto que roba la Historia del pueblo originario. Esta particularidad no se registra en ningún otro colonialismo de toda la Historia de la humanidad. Ahora el hecho de que el colonialismo sionista no provenga de un pueblo, se ve en la necesidad de expulsar al pueblo nativo palestino de la Historia y hacerlo desaparecer. Fin del pueblo nativo Palestino.
A 72 años de Al Nakba, el sionismo no solo mantiene intacta su esencia colonial y fascista sino que la ha fortalecido. Se apoderó de una parte de Palestina (1948) y luego del resto de la Palestina Histórica (1967). Pero no solo es la colonización de Palestina sino colonizar otros pueblos arabo-semitas, crear la Gran (Israel). La bandera de dicho colonialismo porta dos franjas en representación de sus fronteras que son del Rio Nilo al Rio Éufrates. De hecho el denominado Estado de (Israel) hasta el día de hoy no posee una Constitución Nacional, justamente para no definir sus líneas fronterizas y seguir su expansionismo colonial.
El régimen colonial de (Israel) es la continuación del anacronismo colonial europeo, el sionismo es un sentimiento de gloria épica, epopeya religiosa y encanto eurocentrista de monumental ignorancia.
El sionismo es la inteligencia de la atrofiada inhumanidad imperial.
A estas alturas de la Historia es probable que el pueblo Palestino desaparezca y es probable que la cultura y gentilicio árabe también. Después de la II Guerra Mundial los pueblos más bombardeados por occidente son los pueblos árabes, existe un culturicidio, historicidio, epistemicidio, memoricidio y genocidio contra el mundo arabo-persa, este último es el que más resiste.
Pertenezco a la Diáspora Palestina, a esa Palestina errante… el hecho de ser hija de sobrevivientes de Al Nakba, eso trazó mi personalidad y he pactado con mi conciencia y con la vida misma que en mi entrega por la liberación de mi pueblo palestino, que el mismo sea intrínsecamente mi encuentro con la humanidad, es decir, con lo justo, lo limpio, lo sano, lo noble y lo generoso. Quiero sufrir en paz, sin prostituirme en el odio, pero insaciablemente firme y honesta.
Los acuerdos de Oslo han acelerado la destrucción del pueblo Palestino. Con la creación de una Autoridad Palestina se desarrollo un proceso pragmático, banalización y traición a la Causa Palestina.
Los palestinos y palestinas debemos retomar las raíces de nuestra causa: La lucha por la liberación de la Palestina Histórica contra el yugo colonial sionista israelí. Liberar toda Palestina y crear un solo Estado en la que vivamos juntos y en plena igualdad de derechos tanto, israelíes y palestinos. Emprender el Derecho de Retorno de los Refugiados Palestinos.
La propuesta de dos Estados es una atrofia colonial, además el colonialismo israelí ha demostrado que no quiere ni dos Estados ni un Estado, quiere el fin del pueblo nativo palestino.
Un pueblo nativo no debe renunciar ni un ápice de su territorio nacional. Por qué descuartizar, desmembrar un territorio y entregárselo a un proyecto colonial, además eso no ha demostrado ninguna garantía de paz.
Es lamentable escuchar celebridades palestinas y la Autoridad Palestina decir, -yo quiero la Paz con (Israel)-. Decir esto es propio de una mente colonizada, esto es someterse, arrastrarse, como pidiendo perdón a su genocida colonial. Los judíos jamás dijeron, queremos la Paz con los Nazi. Yo nativa palestina quiero justicia, quiero la liberación de mi pueblo contra el yugo colonial israelí.
Debemos rescatar nuestro propio léxico y posicionarlo, sustentado en la raíz y crónica de la Causa Palestina. No nos dejemos colonizar mediante el mensaje de la estética occidental, esto es enajenante y obsceno ante una causa tan limpia por la humanidad.
Rescatemos la lucha armada, es una alternativa contra el colonialismo digna, justa, legal y legitima. Está estipulada en el Derecho Internacional, Resolución 3070 de la ONU. Miremos la prueba ejemplar de Hezbollah en Líbano, la lucha del pueblo yemení.
Estamos en el peor de los momentos pero los peores momentos son los mejores para hacer la revolución.
Es bueno que el Presidente Trump declare la anexión de los Territorios Ocupados, que declare a Jerusalén como la capital de ese colonialismo, que la tiranía Saudita y demás tiranías de Golfo hagan público su apoyo al colonialismo israelí. Que se caigan las carretas y así nosotros no sigamos en una mediocridad, vacio, clasismo, oportunismo, cobardía tormentosamente decepcionante.
Que no seamos nosotros los palestinos y palestinas los culpables de retroceder a la humanidad al horror del colonialismo al abandonar el alma, fuego y raíz de nuestra causa.
Seamos nosotros los palestinos y palestinas los que cerremos el oscurantismo del colonialismo ante la luz de la humanidad.
Tenemos una cita con la Historia Universal.
Tomado de: AL-MAYADEEN
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