jueves, 30 de abril de 2020

Vanguardia Laboral Socialista (VALASO) emite un pronunciamiento y formula propuestas de cara a los escenarios durante y post-pandemia Covid-19 en Venezuela

Declaración de Guayana
Contenido:
  1. Vanguardia Laboral de Guayana. (Vala).
  2.  Quienes somos.
  3. Porque Ahora
  4. Que planteamos
  • El Abordaje de la pandemia del Corona virus.
  •  Apoyo Y Felicitación Por Las Medidas Tomadas.
  • La Producción Y Distribución De Alimentos.
  • Producción Y Distribución De Gasolina.
  • Política De Estabilización De Precios Y Control de Inflación
  • El Sistema Nacional de Salud – Posterior al Corona Virus.
  • La Responsabilidad Del Estado.
  • La Gestión Privada De La Salud.
  • La Industria Farmacéutica.
  • Los Profesionales De La Medicina y Afines.
  • La Recuperación Económica y Productiva.
  • El Nuevo Modelo De Gestión En Las Empresas Públicas.
  • La Revisión y Redireccionamiento Del Plan Socialista De Guayana.
  • El Encadenamiento Productivo, Fusión Y Redimensionamiento De Las Empresas Del Estado.
  • La Refundación del Movimiento Sindical.
  • El Nuevo Rol De La Dirigencia Sindical.
  • El Sindicato Revolucionario.
  • Las Convenciones Colectivas Y Los Derechos De Los Trabajadores.
  • La Ley De Estabilidad Laboral.
  • Los Jubilados Y Pensionados.
  1. Vanguardia Laboral Socialista de Guayana. (Valaso).
  1. Quienes somos:
  2. Porque ahora:
  3. Que planteamos.
  4. Nuestro llamado.
  1. Quienes somos:
     En primer lugar expresar al pueblo guayanés y de Venezuela, que somos un grupo de dirigentes sindicales y profesionales de las empresas básicas, afectos al proceso revolucionario que a pesar de participar en instancias como los Sindicatos de base; los CPT y otras formas de participación popular, hemos considerado prudente, oportuno y necesario profundizar los objetivos que se planteó nuestro insigne y eterno comandante HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS.  Por ello,  la necesidad de constituirnos en una vanguardia que pretende generar un debate abierto franco y sincero, más allá de los muros ideológicos polarizados que existen, tratando con respeto y altura temas de incomodidad tanto para la clase gubernamental, la clase empresarial y para la clase trabajadora, en aras de un debate que nos guie al logro de un país mejor.
  • Por qué ahora:
La caída de los precios del petróleo, la situación de la geopolítica mundial y sobre todo la inminente proximidad del establecimiento de un Nuevo Orden Mundial, impone a todos los venezolanos, revolucionarios o no,  creyentes o no del proyecto político que ha vivido Venezuela en los últimos 20 años, la necesidad asumir y expresar sus puntos de vista  para el relanzamiento y la redefinición de algunos aspectos que el futuro exige, para transitar con éxito el camino que se abre luego de esta pandemia, que produce sus perniciosos efectos a la salud y la vida todos los habitantes del mundo.  Pero que a su vez hace propicia la ocasión para trazar el nuevo rumbo que debe emprender la humanidad, sobre todo la clase trabajadora venezolana, con su dirigencia sindical, sus profesionales unidos y amalgamados como un pueblo que cree fervorosamente necesario hacer las cosas de forma distinta para obtener mejores resultados distintos a los obtenidos hasta ahora.
     Nuestra inserción en un mundo pluripolar, la independencia y soberanía tecnológica, el desarrollo endógeno y la superación del rentismo petrolero, son algunas de las tareas que debemos acometer en el corto, mediano y largo plazo y ello requiere un pueblo no solo preparado y organizado, sino también motivado para la construcción de un mundo más justo y menos desigual o sin desigualdades.
Expresar nuestra concepción, bajo el esquema de libres pensadores disciplinados y subordinados al interés de la patria y del pueblo y no de grupos, es lo que pretendemos, manifestando a viva voz nuestra opinión   respecto a la situación productiva y laboral de nuestro parque industrial, se ha convertido en  un clamor popular, que hemos decidido asumir convencidos de poder hacer nuestro pequeño aporte,   mucho más ahora que Guayana se repotencia como alternativa económica industrial fundamental para la Venezuela post petrolera y post pandemia.     
  • Que planteamos:
Sin duda se hace necesario el rescate inmediato, con franqueza, transparencia y sinceridad, de la tres R de CHAVEZ, LA REVISIÓN, LA RETIFICACION Y EL REIMPULSO; nos urge pasar revista a lo hecho, a lo que estamos haciendo y lo que tenemos planeado hacer. El mundo post pandemia no será el mismo mundo que conocimos hasta ahora, se hace perentorio hacer un balance, corregir todos los errores cometidos y  potenciar los muchos aciertos que sin duda hemos tenido, pero además estamos obligados a adecuarnos al porvenir que seguro no será tarea fácil, por lo que es de obligatorio cumplimiento  la tarea de suprimir planes, reelaborar otros y diseñar nuevos conforme a la próxima realidad. Por último, es imprescindible que la adecuación, la readaptación sea mediante nuevos planes que permitan el segundo aire del proceso revolucionario para trascender como una cultura de vida, educación, trabajo, salud, alimentación, vivienda y bienestar del pueblo debe ser y es la meta de este proceso revolucionario, cumpliendo así con el pensamiento BOLIVARIANO, de dar al pueblo la mayor suma de felicidad posible.
  • El Abordaje de la pandemia del Corona virus.
    • Apoyo y felicitación por las medidas tomadas.
    • La producción y distribución de alimentos.
    • producción y distribución de gasolina.
    • Política de estabilización de precios y control de inflación
  1.  Apoyo y felicitación por las medidas tomadas:
     Expresamos nuestro rotundo y total apoyo a las medidas oportunamente tomadas por el gobierno que dirige el camarada Nicolás Maduro: el aislamiento colectivo voluntario ha sido clave para evitar la propagación exponencial que este virus ha mostrado en otros países, la utilización del carnet de la patria, herramienta tecnológica que sistemáticamente permitió la detección temprana de casos, son sin duda aspectos que deben resaltarse en la efectiva lucha contra el covid19,  con la especial mención a la EJEMPLAR CONDUCTA Y COMPORTAMIENTO del pueblo venezolano y muy especialmente el pueblo guayanés, cuyas autoridades han aplicado con estricto apego los protocolos de la Organización Mundial de la Salud y nuestro Ministerio Del Poder Popular para la Salud quienes con mística y tesón han dado una batalla digna.
  •  La producción y distribución de alimentos:
     Este aspecto es sumamente importante para el éxito del distanciamiento social colectivo voluntario de la población, de allí que expresamos nuestro apoyo al Ministerio de la Alimentación y a los CLAP, y a su vez elevamos nuestra voz de alerta en torno a algunos detalles que deben solventarse si pretendemos mantener la disciplina civismo que ha demostrado nuestro pueblo.
     Evitar la exclusión, manejar pulcramente la asignación de las raciones, mantener la periodicidad y elaborar un plan de estímulo a pequeños y mediados productores evitaran cualquier salida del cauce de la población por falta de alimentos. Aquí debemos destacar que en tiempos de escasez se hace necesario maximizar y racionalizar de tal forma la asignación, que conlleve a la igualdad y por tanto deben afinarse los mecanismos de distribución, para que el beneficio no se duplique ni triplique en algunos grupos familiares que reciben por la empresa, por el clap y hasta por los “caminos verdes” como ha venido ocurriendo en algunos oportunidades.
  •  Producción y distribución de gasolina.
     En este sentido, llamamos a la reflexión y compresión en cuanto a que la movilidad moderada y controlada debe ser la consigna durante el tiempo que dure la cuarentena, tal como ha sido hasta ahora. Por lo tanto, debe entenderse que el combustible debe estar dedicado al traslado y distribución de alimentos y medicinas, traslado de personal que está atendiendo la pandemia, y el traslado del personal que por la naturaleza del servicio no ha dejado, ni puede dejar de laborar, así como a los cuerpos de seguridad del Estado.
     Cabe destacar en este punto la dificultad de adquirir combustible en el exterior, producto de las mal llamadas sanciones impuesta por el gobierno imperialista de los EE.UU, pero adicionalmente es necesario que nuestro pueblo comprenda, y hacemos el llamado a su inquebrantable apoyo,  entendiendo y privilegiando que los organismos de defensa y protección de la patria deben mantener reservas para cualquier eventualidad, ante la inminente amenaza que se materializa por la movilización de la flota norteamericana hacia el Caribe con la excusa de combatir el tráfico de drogas.
     De lo expuesto se deduce claramente la necesidad de un plan de información y orientación clara diáfana a la población en torno a la distribución y racionamiento de combustible con reglas transparentes de distribución asignación del combustible a los distintos sectores de la población en general.
  •  Política de estabilización de precios y control de inflación:
     Hay que llamar la atención, alertar sobre la peligrosidad que conlleva una escalada de precios y una campaña especulativa. Por lo que en estos momentos se hace imprescindible, exigir a toda la dirigencia empresarial, productores distribuidores y comercializadores de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad, ofrenden su aporte, asuman el sacrificio y atenúen su culto a la ganancia, lo que sería una contribución de incalculable valor para detener de forma rotunda la grosera arremetida de subida de precios que se está produciendo en estos momentos.
      El pueblo llano, la clase trabajadora exige y clama por una respuesta contundente de parte de los organismos del Estado, a los que corresponde liderar esta misión de tomar medidas para garantizar el acceso a bienes y servicios. Ya se han tomado algunas y están dando sus resultados, pero vemos con preocupación que en el sector alimentos, la especulación continua en nombre de la escasez por falta de producción o imposibilidad de importación, debido al valor de las divisas y el cierre de fronteras, cosa que sabemos complica el panorama pero que no puede ni debe ser motivo para conductas de especulación y latrocinio de parte de personeros inescrupulosos cuyo afán de lucro pareciera se potencia en tiempos de crisis.
     Necesario entonces la organización social, el control social y el establecimiento de redes de defensa y protección  contra la especulación. Por ello, proponemos la instrumentación de una red social que se denomine COMITES LOCALES DE PRECIOS, (CLP) o COMITES DE DEFENSA DE LA RACION (CDR), en las cuales se apliquen estrategias como el boicot y hasta la venta supervisada de alimentos, si empresarios y comerciantes siguen en su locura especulativa como arma para derrocar al presidente NICOLAS MADURO, como legitimo presidente electo en elecciones libres y transparentes realizadas el 20 de mayo de 2018.
     Por ello, llamamos a la toma de conciencia de los empresarios y a parar de lleno la actitud voraz de acumulación de capital privando al pueblo de sus necesidades básicas. No aceptamos la falaz la excusa de subir precios porque hubo emisión de dinero inorgánico, no aceptamos la retórica economicista del incremento sin fundamento económico alguno  precio de dólar criminal, porque dicho incremento lo están manipulando los líderes de ese sector para continuar su política desestabilizadora.
     Por tanto llamamos a la reflexión al sector empresarial para la instrumentación inmediata de un cese de la onda especulativa, de asumir el sacrificio entre todos, sirviendo con fervor patriótico al pueblo,  al menos durante estos días y llamamos a la clase trabajadora a implementar junto al gobierno revolucionario un plan de fiscalización y medidas que permitan mantener los precios en niveles accesibles a la población. Para ello, se hace necesario una normativa que permita dicha fiscalización en términos de órganos auxiliares de los entes gubernamentales responsables del tema: ¡Basta de la liberación de precios simulada!. Basta del laissez faire laissez passer es decir no más dejar hacer ni más dejar pasar.  
  • El Sistema Nacional de Salud – posterior al Corona Virus.
    • La Responsabilidad del Estado.
    • La Gestión Privada de la salud.
    • La Industria Farmacéutica.
    • Los Profesionales de la Medicina y Afines.
  1.  La Responsabilidad del Estado:
     Si algo ha dejado claro esta crisis es precisamente que la salud del pueblo no es un problema que pueda abordarse desde la perspectiva del mercantilismo o capitalismo médico – farmacéutico, por decirlo de algún modo-, desnudos han quedado y están quedando los Estados ante la decisión de dejar sus sistemas de salud a cargo del sector privado en nombre de la libre empresa: Francia, Alemania, España, Italia y EE.UU, son ejemplos de que la salud no es un negocio y que ante circunstancias como la actual termina siendo el estado el gran responsable y los servicios privados de salud se lavan las manos.
Llego la hora de asumir el mandato consagrado en los artículos 83 – 84 – 85 y hasta el 86 de nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que consagran la salud como un derecho social fundamental que el estado venezolano está obligado a garantizar como presupuesto primigenio del derecho a la vida, y para ello ordena la creación del SISTEMA PUBLICO NACIONAL DE SALUD, intersectorial, descentralizado, participativo e integrado a la seguridad social, regido por principios como: GRATUIDAD; universalidad, integralidad, equidad y solidaridad, cuyo financiamiento es obligación del estado mediante aportes fiscales, cotizaciones obligatorias y cualquier otra fuente licita de  financiamiento. 
  •  La Gestión Privada de la Salud.
     Sabiamente nuestro Constituyente consagra en estos 4 artículos las líneas maestras de abordaje del derecho a la salud, cuando solo señala a las instituciones privadas para que sean objeto del control y vigilancia del Estado como ente rector en materia de salud, cosa que a nuestro juicio no hemos aplicado tal y como lo reza el articulado comentado, pues sería interesante determinar cuántas clínicas privadas se han creado desde la entrada en vigencia de la constitución en contravención a lo dispuesto en ella.
No nos negamos a que el sector privado pueda aportar en la atención a este derecho, lo que decimos es que, el Estado venezolano no ha asumido como debe ser el mandato constitucional, y contrario a su orientación, ha continuado trasladando la responsabilidad de atención del derecho a la salud al sector privado cosa que viola el mandato de nuestra Carta Magna, por tanto elaborar un SISTEMA PÚBLICO DE SALUD, es el mandato y es imprescindible la aprobación de una normativa que delimite el rango de atención en el que puede participar el sector privado, en cada una de las redes de atención.
El servicio de salud se presta en tres grandes redes grados o instancias de atención:
  • La Red Atención Primaria: Encargada de la prevención y atención de consultas, despistaje, referencias a especialistas y atención de emergencias primarias de resolución sencilla.
  • La Red Atención Ambulatorio: Responsable atender las necesidades de diagnóstico clínico, el proceso de rehabilitación ambulatoria y medicina especializada.
  • La Red de Atención Hospitalaria: Gestora de la recuperación de pacientes con complicaciones mayores que requiere atención permanente y estricta en la vigilancia de la patología o síntoma que se presenta.
  En principio somos proclives solo a su participación privada en la red de atención primaria, es decir consultorios populares, consultas de referencias y emergencias primarias, donde por diversas razones la acción privada coadyuva a la medicina preventiva y al despistaje de males mayores siendo las dos próximas etapas de mayor costo y donde el Estado tiene la responsabilidad de asumir lo que por mandato constitucional le corresponde. De tal forma que el Estado debe responsabilizarse de la red de atención ambulatoria y la red de atención hospitalaria que son las de mayor costo y por tanto donde se hace más dificultoso garantizar el principio de gratuidad y universalidad que rigen el Sistema Público Nacional de Salud
  • La Industria Farmacéutica.
Este es quizás el aspecto en que menos hemos avanzado, o al menos eso observamos, pero es el de mayor dificultad, ya que su tratamiento requiere políticas internas y externas, porque adicionalmente es el epicentro del mercantilismo y capitalismo médico – farmacéutico, el monopolio de las formulas, las patentes y la  distribución comercial- hacen de esta la arista de mayor impacto en el tema. Para nadie es un secreto que la industria farmacéutica mundial constituye un factor de primer orden en todos los países que han decidido confrontar desde la óptica publica el derecho a la salud.
No obstante, creemos que hay salidas, quizás la primera seria potenciar nuestros saberes propios y sistematizarlos científicamente, para la obtención de fórmulas medicinales basadas en conocimientos ancestrales y medicina natural que han sido por años formas y herramientas efectivas para curar enfermedades, resolver males y afecciones que desde siempre ha usado nuestro pueblo. Es decir hacer nuestra propia industria farmacéutica partiendo del saber popular sin obviar por supuesto los nuevos avances y descubrimientos en esta materia.
Otra salida son los acuerdos de cooperación entre países y empresas sensibilizadas que puedan existir, la transferencia de tecnologías y la participación mayoritaria del Estado como promotor y garante de la producción, distribución y libre acceso a los medicamentos y formulas medicinales, para garantizar el derecho a la salud, son caminos que consideramos poco o muy mal explorados. Hasta el momento, la industria farmacéutica nacional debe ser prioridad para el Estado venezolano, si bien podríamos dejar al sector privado su administración, no es menos cierto que el Estado debe asumir su rectoría, ya no como gobierno sino como socio de una industria que le interesa sobre manera para garantizar la salud y la vida de sus nacionales. 
  • Los Profesionales de las ciencias  médicas y afines.
     En este aspecto es oportuno señalar los avances en cuanto a la acertada política de incrementar el número de profesionales de las ciencias de la salud, particularmente la formación de un valioso número de médicos y medicas integrales comunitarios formados para la batalla por la salud del pueblo,  cuestión que a nuestro juicio ha podido ser más efectiva si dejáramos a un lado la pretensión de hacer socialismo con las armas melladas del capitalismo, como decía el Che Guevara.  Muy poco hemos hecho por superar un vetusto grupo de leyes que dentro de la visión cuarto republicana, que no eran más que contrataciones colectivas suigeneris: la Ley del Ejercicio de la Medicina, Ley del Ejercicio de la Odontología, Ley del Ejercicio de la Enfermería y pare usted de de contar.
     Imprescindible es entonces la redacción, discusión y aprobación de una Ley del Ejercicio Profesional de las Ciencias Médicas o de la Salud, cuya visión sea el bienestar colectivo, que incluyan todas la carreras profesionales necesarias para garantizar el disfrute del derecho a la salud, donde entre otras cosas, se establezca la obligación de los egresados en las distintas  áreas de la medicina y sus ciencias auxiliares, de realizar pasantías profesionales remuneradas, en la red primaria (atención de consultas, despistaje, referencias a especialistas y atención de emergencias primarias), con la misma duración legal de su carrera, en la cual estarían obligados por ley  a atender consultorios populares, retribuyendo de esta forma la inversión que el Estado ha hecho para su formación y a partir de entonces podrían según su desenvolvimiento y aporte científico, dedicarse a la atención privada en consultorios propios o clínicas privadas preexistentes, las cuales deben cumplir con rigurosas normativas que establezcan las  especificaciones técnicas de atención, previamente establecidas por el ente rector.
     De igual modo dicha ley debe garantizar al profesional de las ciencias de la salud o de la medicina, las condiciones socioeconómicas dignas para dichos profesionales en función del diseño de una carrera que permita obtener condiciones de vida y bienestar propias de un profesional al cual le confiamos uno de nuestros derechos fundamentales como lo es la salud.
     En resumen, la creación de la carrera en ciencias de la salud, como la militar, la docente o la administrativa podrían ser la salida ante el tortuoso camino que ha representado para la revolución el cambio de estructuras y súper estructuras que aún perviven y son un lastre demasiado pesado del cual el proceso revolucionario debe liberarse rumbo al socialismo médico-farmacéutico. Garantizando así la atención medica integral en todos y cada uno de los rincones de las ciudades y barrios donde habita el pueblo trabajador el pueblo.
  • La Recuperación Económica y Productiva.
    •  El Nuevo Modelo de gestión en las Empresas Públicas.
    •  El Replanteamiento del Plan Socialista de Guayana.
    • El Encadenamiento Productivo, otro modelo.
aNuevo Modelo de gestión – Empresas Públicas:
     Si en algún punto el proceso revolucionario ha tenido tropiezos es en este. Marchas y contramarchas, jerarcas van y jerarcas vienen y los errores en la conducción de lo público no terminan de asentarse en un modelo único y acertado. Quizás la excusa la encontremos en el pensamiento de Fidel Castro, quien reflexionando en torno a lo que es el socialismo, explicaba que este no es una receta que todo el mundo conoce y aplica a la perfección, sino que por el contrario debe ser construcción autóctona de cada pueblo según sus circunstancias y potencialidades. Pareciera pues, entonces que los Consejos Productivos de Trabajadores (CPT), son la respuesta incipiente a ese nuevo modelo que debe contar con la participación y sapiencia de los trabajadores, pero con una direccionalidad ideológica y política capaz de hacer de la cosa pública (Ministerio, Gobernaciones, Alcaldías y Empresas del Estado)  la cosa de todos en el mejor sentido de la frase.
 Participación, corresponsabilidad y protagonismo son conceptos constitucionales que aún no hemos aplicado con la eficiencia y eficacia que se requiere, modelos como el Control Obrero, los Comités Socialista De Gestión, Los Consejos Obreros no han tenido los resultados deseados, por tanto, se requiere la reevaluación de lo aplicado para que los Consejos Productivos de Los Trabajadores no sucumban a los intereses de grupo, las falacias revolucionarias y las viejas tradiciones puntofijistas.
Apuntalar la gestión en una administración o gerencia colectiva, eficaz y eficiente tanto en lo económico como en lo político, aplanar estructuras y crear una cultura revolucionaria de trabajo, que privilegie el beneficio colectivo es sin duda tarea pendiente, definir quien encabeza la gestión podría ser relevante en cuanto a lo ideológico y lo político, pero ello no garantiza éxito económico, y ambos son necesarios para lograr el objetivo final. No somos partidarios de la dirección obrera tal como se ha aplicado, tampoco aprobamos en este aspecto la errática concepción de la unión cívico militar  solo porque alguien tuvo un relevante protagonismo el 4F, el 27N o el 13A, debe ser el comandante de un equipo gerencial o administrador si no posee experticia o conocimiento científico practico del asunto del que va a responsabilizarse, eso debe revisarse y corregirse,  cansados estamos de pagarle a los adecos sus días presos en Guasina u otras penitenciarías de moda en la época.
Ante esto proponemos la selección de equipos de trabajo multidisciplinarios, multifactoriales, que se preparen y formen para la ejecución de un plan con visión revolucionaria, cuya gestión se sostenga el tiempo prudente para obtener resultados, evaluando periódicamente para determinar las posibles desviaciones, de forma tal, que se ajusten y redimensionen los objetivos y metas que justificadamente deban o en su defecto poder sustituir a tiempo a quien no consiga los resultados encomendados y metas de cada sector.  
                        b. Replanteamiento del Plan Socialista de Guayana:
Si alguna zona o región venezolana ha sido objeto de experimentos y ha vivido experiencias en estos 20 años de revolución esa es Guayana, al punto que Guayana fue objeto del diseño de un plan exclusivo para plantear la visión revolucionaria de desarrollo de esta pujante zona del país, el  PLAN SOCIALISTA DE GUAYANA, recoge un arduo trabajo de sistematización de ideas que no se han aplicado tal y como fueron concebidas, las razones son muchas y de la mayor variedad, cuyo análisis y evaluación no dejan saldo positivo hasta ahora, en cuanto a lo aplicado, cualquier visión de desarrollo que deseemos instrumentar debe considerar de forma elemental nuestra dependencia tecnológica y la necesidad de llevar buenas relaciones con el mundo exterior que maneja y posee el  monopolio tecnológico y financiero de las industrias en las que según nuestras potencialidades en materia prima, ventajas comparativas y competitivas podemos acometer.
Demostrado están las marchas y contramarchas, la creación de dos grandes corporaciones (Hierro Acero y aluminio) para el desmontaje de la CORPORACION VENEZOLANA DE GUAYANA, lo cual ha sido un error no en su visión, sino en la forma como se implementó. Creemos que debió plantearse el desarrollo sectorizado, pero cada sector debió crear una empresa única con líneas de producción entrelazadas, es decir, por ejemplo, una gran empresa del aluminio con su línea de producción de bauxita, la línea de producción de alúmina, la línea de producción de aluminio primario, la línea de transformación primaria y la línea de productos acabados que podrían satisfacer la demanda interna y por supuesto generar excedentes para la exportación, en cada línea de producción  con lo cual hubiésemos logrado satisfacer nuestras necesidades internas, generar empleos y desarrollar manufactura industrial de productos y producir divisas con la colocación de productos en el exterior.
     Fue un error táctico mantener las viejas empresas, no fusionarlas bajo esta visión de encadenamiento productivo y desarrollo endógeno, mantener las parcelas productivas en empresas aisladas por diferencias de todo tipo, anarquía de dirección, desobediencia gerencial y sobre todo muy poca o ninguna participación de la clase trabajadora, a quien solo se le invito a participar mediante métodos gatopardianos, que impidieron la aplicación pulcra del objetivo del encadenamiento productivo tal y como lo estamos planteando.
  • El Encadenamiento Productivo, otro modelo:
El concepto de empresa sectorizada o empresa sector, debe ser digno de considerar, pues sus ventajas en lo económico son evidentes: 
  • Acabaría con la anarquía direccional.
  • Generaría atractivo para inversión de capitales foráneos.
  • Un plan único de la industria consustanciado con el plan nacional.
  • Manejo de recursos que se distribuyen conforme a las necesidades y prioridades de cada industria.
  • Facilitaría ajustar costos en base a parámetros internacionales generando competitividad.
  • Manejo eficiente de alianzas estratégicas mediante aplicación  planes y proyectos que permitan el desarrollo tecnológico endógeno.
De modo que proponemos la fusión el redimensionamiento y la creación, si fuera el caso, de 4 o 5 grandes consorcios, empresas, corporaciones o como quieran denominarlas, El Consorcio Venezolano del Aluminio  (CONVEALUM); el Consorcio Siderometalúrgico de Venezuela (CONSIRVEN); Consorcio Nacional Minero (CONAMIN); Consorcio Nacional Agro-Forestal de Venezuela (CONAFOVE) y por último el Consorcio Manufacturero Venezolano (CONMAVE) con ellos se aglutinarían 5 importantes sectores que haría de Guayana la potencia industrial que desde hace muchísimo tiempo ha debido ser.
  • La Refundación del Movimiento Sindical.
    • El Nuevo Rol de la Dirigencia Sindical.
    • El Sindicato Revolucionario.
    • Los Deberes y Los Derechos de Los Trabajadores.
    • La Ley de Estabilidad Laboral.
    • Los Jubilados y Pensionados.
  1.  El Nuevo Rol de la Dirigencia Sindical:
     Recientemente el Presidente de la República, Nicolás Maduro, encomendó al conocido dirigente sindical Bolivariano, FRANCISCO TORREALBA; asumiera la vanguardia en la tarea de REFUNDAR EL MOVIMIENTO SINDICAL VENEZOLANO, tal encomienda se hace en circunstancias bastante peculiares, puesto que Venezuela vive hoy un momento de extrema dificultad política, económica y social, que quizás no tenga  precedentes en su historia republicana.
Ello exige que la dirigencia sindical se reencuentre con valores como el nacionalismo, integración regional, el sindicalismo como instrumento para concebir e implementar políticas de bienestar colectivo, el sindicalismo como agente político para la búsqueda y el logro de mejoras de las condiciones socio económicas de las familias venezolanas,  el sindicalismo como factor determinante de la justa distribución de la riquezas bajo la premisas de igualdad y justicia, en fin el sindicalismo como el sujeto político promotor de acciones gubernamentales que garanticen a la sociedad venezolana el derecho a la vida, la alimentación,  la salud, la educación y la recreación.
     De este modo se exige al dirigente sindical la asumir valores que   alumbren una nueva cultura de trabajo y vida propios de un sistema de gobierno y producción cuyo principal sujeto y objeto sea el ser humano, pero donde la clase hegemónica sea la clase trabajadora en el más amplio sentido del concepto.  Acabar con el manido concepto de clase obrera, segregador de otros trabajadores que igual aportan al desarrollo del país, expandir fronteras y adecuar correctamente principios del marxismo pero a su vez no tener prurito alguno para tomar y repotenciar conceptos de otras corrientes del pensamiento económico y social, que son ya aportes de esas corrientes a la humanidad, sin duda esta es la gran tarea que debe abordar el dirigente sindical del futuro.
     Nos arriesgamos a proponer la creación y de  formar el Centro de los Estudios Sindicales como un instrumento para potenciar condiciones naturales de liderazgo y modos de participación protagónica, nos inclinamos a la formación académica, mediante debates, trabajos de investigación, conferencias  que esclarezcan el panorama para el manejo de datos y técnicas que ayuden a mejorar la producción de riquezas pero que a su vez se conviertan en mecanismos de distribución que las mismas generan, permitiendo mayor armonía en el mundo de las relaciones laborales.
     En resumen, es tarea del nuevo dirigente sindical asumir la batuta para la construir una sociedad donde gobierne el factor trabajo como valor fundamental de dicha sociedad, superando vicios y costumbres que hasta la fecha nada o muy poco aportan
  • El Sindicato Revolucionario:
     Convertir al sindicato venezolano en el verdadero sujeto político que amalgame e impulse condiciones y prácticas de vida sustentables y armónicas con la naturaleza y el medio ambiente donde el vivir viviendo, el bienestar y desarrollo del ser humano, sea el principal lucro con el cual se retribuye el aporte que la clase trabajadora hace a la sociedad, y no el dinero como único factor de riqueza, pues esta debe concebirse con un conjunto de factores que materializan la suma felicidad del ser humano donde la riqueza dineraria no sea la que determine el ascenso y respeto de la sociedad.
Por tanto construir un movimiento sindical revolucionario para nosotros implica que la nueva generación de asalariados, evaluemos las circunstancias y asumamos  el reto, de tal forma que podamos trazar las líneas ideológicas que permitan terminar de concretar el socialismo y hacer irreversible la revolución, fijando objetivos claros y definiendo estrategias y medios coherentes para tal fin, cosa que por razones de espacio debemos sintetizar dejando claro que la nueva praxis sindical alternativa y coherente debe sustentarse en:
  • Mantener la autonomía sindical como un principio soberano e ineludible, rechazando toda subordinación a partido alguno o al Estado, como garantía de unidad y eficacia en la lucha de la clase trabajadora.
  • Convertir al movimiento sindical en un movimiento de movimientos que aglutina y ampara a la clase trabajadora, independientemente de su sindicalización pues el solo hecho de pertenecer a la clase asalariada lo hace beneficiario de las políticas y beneficios que diseña, propone y determina porque esto va mas allá del entorno de la fábrica, comercio entidad de trabajo.
  • Diversificar los medios de lucha, conscientes de nuestro rol de clase trabajadora asalariada que busca armonizar hasta donde sea posible las relaciones entre dominados y dominantes, dirigidos y dirigentes.
  • Fomentar la participación protagónica de las bases asalariadas, creando las condiciones que permitan la coherencia organizativa y unitaria combatiendo la división y el debilitamiento de la lucha de la clase asalariada.
  • Instrumentar un plan de democracia interna, distribuyendo tareas para convertir a la organización sindical en último eslabón de formación de los cuadros que pretenden asumir la función de dirigencial en los estratos gubernamentales. 
Por ultimo creemos necesario reivindicar y saldar la deuda con los trabajadores pasivos, dándole su reconocimiento como un sector laboral que puede seguir haciendo aporte productivo  desde otras trincheras sin desmerecer de sus derechos. Nos referimos a los JUBILADOS Y PENSIONADOS, quienes históricamente la legislación laboral obvio como clase trabajadora, y por tanto en ese ámbito no se le reconoce personalidad jurídica propia,  pues para organizarse deben acudir a fórmulas del derecho civil para el ejercicio del derecho civil para el sano ejercicio del derecho a asociarse. En este sentido creemos que la clase trabajadora debe replantear el tema y proponer las modificaciones necesarias legales o estatutarias que proscriban esta orfandad y permitan  la creación de SINDICATOS DE JUBILADOS Y PENSIONADOS o la sindicalización de los jubilados para  igual luchar a su lado en la atención de sus necesidades.
  • Los Deberes y Los Derechos de los Trabajadores:
     El 20 de agosto de 2018, en alocución dirigida a la nación, el Jefe de Estado  y de Gobierno venezolano Camarada NICOLAS MADURO, expuso al país el  “Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica”, cuyo contenido esbozó en un decálogo de líneas
1.         Vamos al equilibrio fiscal y tributario,
2.         Impulsemos una política cambiaría nueva,
3.         Defensa del salario,
4.         Estabilidad de los precios,
5.         Producción,
6.         Ingreso de Divisas,
7.         Estabilidad y expansión del Petro,
8.         Política de transporte,
9.         Sistema de protección de nuestro pueblo,
10.      Plan de Ahorro,
                       De este programa se desprendieron y dictaron una serie de medidas económicas que quizás estuvieron preñadas de buenas intenciones, pero que terminaron causando a la clase trabajadora un daño que requiere revertirse. Desde la óptica revolucionaria, es decir, para beneficio de la clase trabajadora, vista esta no solo portón adentro de la fábrica, sino vista esta (la clase trabajadora) como un pueblo que debe ser el beneficiario de todo  lo que este país produce. La petrolización del salario; el aplanamiento de las tablas salariales, la reformulación unilateral de los flujogramas de cálculo y en consecuencia se cambia del concepto de salario normal que se manejaba en cada empresa, según su convención colectiva son algunas de las medidas tomadas que han resultado regresivas para la clase trabajadora.
                 La pertinencia o no de tales medidas podría discutirse, igual que merece una sana discusión el hecho de replantear, reorganizar y crear una nueva visión donde se determine qué beneficios corresponden a los trabajadores dedicados a determinada actividad industrial y que beneficios corresponde o transversalizan a la colectividad, pues existen derechos y garantías que son comunes a ambos y otros que le son propios de cada uno  en la actividad a la que se dedican según su rama industrial.
                 Creemos que la clase trabajadora debe asumir responsablemente la necesidad de un nuevo enfoque y reconocer con franqueza la insostenibilidad de algunos beneficios tal como estaban planteados, pero igual consideramos que el estado venezolano debe propiciar condiciones adecuadas para la clase trabajadora no sobrelleve el costo total de de los cambios por más necesarios que estos sean,  pues las medidas tomadas han producido entre otros efectos un daño al proceso revolucionario y al concepto del socialismo, aproximando a una inmensa mayoría a la creencia que el socialismo es pobreza y que adicionalmente el que se dice el comandante ”obrero” trabajador, se esta convirtiendo en el sepulturero de los beneficios de los trabajadores, como hoy muchos lo afirman, beneficios quizás estrambóticos que hasta ese momento disfrutó la clase trabajadora vista portón adentro. En este sentido creemos que hubo fallas en los asesores laborales del presidente, cuando no lo alertaron o si lo hicieron fallaron en persuadirlo, del impacto que acarrearía la aplicación de estas medidas por cuando estamos luchando con un enemigo que posee recursos y no va a ceder de buenas a primeras.
      Lo cierto es que ya se tomaron las medidas y sus efectos han sido mayoritariamente perniciosos, pero no es menos cierto que estamos aún a tiempo de salvaguardarnos de mayores daños. Como podemos observar,  si procedemos con lo antes propuesto de la creación de los consorcios industriales, se eliminarían varias empresas, se tendría que dar una proceso de fusión sindical y por ende tendría que discutirse una sola convención colectiva de trabajo por industria o sector, con lo cual tendríamos la posibilidad de recomponer el concepto de salario normal y flujogramas de cálculo por industria, así  como también tabuladores de sueldo, clasificadores de cargos por industria y beneficios  propios de los riesgos y las particularidades de cada sector o industria.
                 En fin creemos que nuestra propuesta se enfoca establecer una política sana y transparente de homologación de beneficios de todo lo homologable por sector o industria, quedando un paquete de beneficios que son comunes portón adentro y portón afuera, es decir, no son beneficios que merezcan un trato diferenciado para los que trabajan en las empresas básicas y otras empresas, por ello salud, alimentación, vivienda,  educación son beneficios que deben brindarse a toda la colectividad en igualdad de condiciones y la clase trabajadora debe asumir que el aporte al desarrollo del país no solo se brinda desde las fábricas de las industrias básicas sino que también se da atendiendo niños en las escuelas, enfermos en hospitales o produciendo alimentos en el campo o la agro industria.
                        De lo antes expuesto surge la necesidad y el planteamiento de un nuevo modelo de convención colectiva que permitirá al Estado asumir la responsabilidad de materializar y brindar derechos inalienables a la clase trabajadora en general pero a su vez le deja a las empresas organizadas de esta forma, la posibilidad de establecer un sistema de costos competitivos que podría convertirse en aliciente para atraer capitales y tecnologías modernas para reimpulsar los consorcios así concebidos.
  • La ley de Estabilidad Laboral:
     Proponemos , elaborar discutir y aprobar una Ley de Orgánica de Estabilidad en el Trabajo, la cual vendría a sustituir a los reiterados y continuos decretos de inamovilidad, que según nuestro criterio no son el mecanismo correcto, aunque hayan podido ser útiles, para garantizar y materializar el derecho constitucional de ESTABILIDAD EN EL TRABAJO, al que concebimos como un derecho humano fundamental que se desdobla en dos vertientes: una el derecho al trabajo y otra el deber de trabajar; es decir, no solo tenemos el derecho a obtener una colocación o empleo sino que además estamos obligados  a dar nuestro aporte productivo a la sociedad a la que pertenecemos, surge entonces la necesidad para el Estado y para el individuo  de generar y que se le brinden condiciones armónicas que permitan hacer ese aporte conforme a los postulados de la ley.
     Ofrecer a los trabajadores y los empleadores la certeza de la existencia de un derecho, desaparecer la inseguridad jurídica de que hoy si estoy protegido, pero mañana no, no contribuye a construir patrones de conducta que permitan a los sujetos de la relación de trabajo, desarrollar el sentido de pertenencia que contribuye a brindar el mejor de los esfuerzos porque existe la sensación de que hoy estamos mañana no sabemos. Por tanto creemos que una ley que elimine el despido abusivo, que permita sancionar a trabajadores sin llegar a la pérdida de su fuente de ingresos y que permita a los empleadores establecer normas internas para una verdadera cultura de trabajo armónico y consustanciado con los fines de la entidad de trabajo vendría a crear sin duda una cultura de trabajo cónsona con el provenir de nuestra nación.
e.    Los Jubilados y Pensionados: (Seguridad Social)
     La batalla de ideas que se desarrolla en Venezuela desde el año 2008, cuando el comandante Chávez dio inicio al proceso protección mediante la asignación de pensiones a  través de la MISIÓN MADRES DEL BARRIO,  reconocemos claro está, que dicha la discusión no inicio allí pero se retoma y se acentúa la mirada a un tema que incluso algunos señalan como causante del rompimiento o fricción de los líderes políticos de la cuarta república con el liderazgo empresarial de la banca y los seguros que sin duda veían la seguridad social como un negocio, con el que Chávez acabo pues dejo claro que el manejo de este era un tema de Estado.
     La homologación de las pensiones al salario mínimo, el sustancial incremento del número de jubilados y pensionados, la facilitación del acceso al derecho a tener una fuente de ingreso única o adicional para sobrellevar la vida después de cumplir con el aporte al país son logros irrefutables, que llevaron a Venezuela a un sitial de honor en torno a el derecho a la seguridad social, no obstante el propio comandante Chávez nos enseñó a no sentirnos conformes nunca, razón por la que debemos reevaluar el tema en el actual contexto porque hoy es evidente el estancamiento y hasta retroceso que las circunstancias y nuestros propios errores imponen.
     En cuanto a las circunstancia vale decir, que el ataque salvaje a nuestro signo monetario ha producido la devolución del monto de las pensiones jubilaciones a niveles miserables pues desvaloriza el salario mínimo y directamente el monto de estas, en torno a nuestros errores podemos señalar que la proscripción de la ley de pensiones y jubilaciones sin que hasta la fecha nadie proponga tal tema han contribuido sino al deterioro que está dado por el ataque a la moneda a hacernos aparecer como responsables pues al igual que las tablas salariales se aplanaron los montos de las pensiones y jubilaciones y nadie devenga sus pensión o jubilación en función de lo preestablecido en la ley que como dijimos la dejamos sin efecto.
     Urge entonces, desempolvar proyectos de leyes de seguridad social, replantear la idea de una pensión única con valor adquisitivo digno y no dos o tres pensiones que de nada o muy poco sirven, establecer reglas que se respeten y por supuesto diseñar un sistema de seguridad social que fusiones todo lo avanzado en las misiones para consolidar un robusto mecanismo para brindar al pueblo trabajador, condiciones dignas de vida en la tercera edad o en momentos de discapacidad con acceso garantizado a los medicamentos y tratamientos necesarios para la consecución del estado de bienestar y mayor suma de felicidad posible.   Igualmente hace falta inmediata, la toma de medidas que racionalicen dentro de la austeridad que nos imponen las circunstancias la efectiva distribución y asignación de beneficios a este grupo de connacionales que luego de ofrendar su vida al trabajo laborioso merecen trato digno y decoroso
Vanguardia Laboral Socialista (VALASO) emite un pronunciamiento y formula propuestas de cara a los escenarios durante y post-pandemia Covid-19 en Venezuela

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