Maryclen Stelling
“La épica se asienta en las frases grandilocuentes, en los principios inamovibles, en las ocasiones excepcionales, en las posturas heroicas. La política es más para andar por casa; como tantas veces se ha dicho, es el arte de lo posible. Confundir ambas realidades suele traer malas consecuencias.” Juan Francisco Martín Seco: Política o épica (Contrapunto, 06/10/2016).
La emergencia de Guaidó en el panorama político nacional con un discurso de pretensiones épicas y centrado en la liberación del país de la dictadura de Maduro, marca un antes y un después en la historia reciente.
Una oposición huérfana de liderazgo y de narrativas heroicas, asiste embelesada a la autoproclamación de Guaidó, suerte de hecho extraordinario y proeza memorable para esa parcialidad política. Inmediatamente, desde esa acera, se percibe a Guaidó como un guerrero que logrará vencer cualquier tipo de obstáculo para alcanzar su objetivo central, “la salida del usurpador”. De allí en adelante se construye una estudiada épica asociada a la organización del espectáculo y al impacto político-comunicacional.
Se inicia una campaña dirigida a vender la marca Guaidó, héroe épico que libra batallas bajo el lema: “Fin de la usurpación”. Suerte de ambientación ficticia con un fuerte componente mágico-religioso, aliñado con actividades conspirativas. Fantasía épica de un “valiente” joven ingeniero quien, convertido en heroico autoproclamado presidente, reta al “régimen”, lucha contra todo tipo de adversidades y demanda una intervención extranjera, como estrategia fundamental para cumplir su gesta libertadora.
A partir del 23E, con la autoproclamación y el fin de la usurpación en tanto poderoso mantra heroico, se va construyendo un relato épico en torno a diferentes acontecimientos de relevancia para la oposición. Ley de Amnistía y Garantías Constitucionales para Militares y Civiles; Plan País; concierto “Venezuela Aid Live” en Cúcuta a favor de la ayuda humanitaria que “entrará o si o si, por mar o por tierra”; “Operación Libertad”; convocatoria a “la marcha más grande de la historia de Venezuela”, el 1°M. Y como última acción trascendental de la gesta “libertadora”, la derrota épica del 30A, protagonizada por J. Guaidó y L. López.
¿Fin del relato heroico o nuevos capítulos con guerreros internacionales? ¿Vendrán malas consecuencias?
@maryclens
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