Juan Martorano
El Plan de la Patria 2019-2025 como continuidad del testamento político legado por el Comandante Chávez no es un plan de gestión. Debemos concebirlo como la hoja de ruta que libere a nuestro pueblo y contribuya a construir el socialismo. Lo hemos escrito todas y todos, un país entero que, convocado por el Presidente Nicolás Maduro, hemos alzado la pluma de Chávez y ejercimos una caligrafía colectiva. Y lo ha escrito un pueblo que se le ha plantado de frente nada más y nada menos que al gobierno que maneja el complejo tecnológico militar industrial más formidable sobre la faz de la tierra, como lo es Estados Unidos.
El Plan de la Patria en esta fase debemos asumirlo como una cita con la historia. No se trata de un plan cualquiera ni un ejercicio académico. Este Plan debemos entenderlo como un instrumento de lucha popular que debe alzarse en nuestros barrios, campos y fábricas. El mismo es una fotografía donde los pueblos del mundo se miran y observan el coraje de los bolivarianos y bolivarianas. Y esto evidentemente asusta al imperio; y de ahí los acontecimientos del magnicidio en grado de frustración ocurrido hace algunas horas. La victoria de la paz es producto de la fuerza inspiradora de millones.
Es importante destacar que más de tres millones cuatrocientas mil personas (me incluyo), en más de 34 mil asambleas (participe en una en la UNES), lo expreso sin complejos, formó parte de un ejercicio inédito, porque no se trata solo de la ruptura de paradigmas de un ejercicio clásico de planificación, sino un acto del mayor nivel de esperanza de nuestro pueblo a la Revolución Bolivariana, y el presidente Nicolás Maduro, de manera consistente, ha formulado el sello de la dirección colectiva y de la participación popular como ejercicio real y profundo de la democracia. Nuestra planificación debe ser un ejercicio de imaginación, pero sobre todo, estar conscientes de si se cuentan los medios para hacerlo. Nuestro pueblo, está convencido del futuro, pese a la guerra inclemente de la que es víctima, pero a su vez, sueña con esperanza, con la convicción de que solo en Revolución podrá conquistarlo.
Estos años han estado signados por desafíos, uno tras otro: El fallecimiento del Comandante Chávez; la victoria heroica de la lealtad el 14 de abril de 2013; el inicio de la guerra económica; la victoria electoral en las municipales del 8 de diciembre de 2013; las guarimbas o hechos violentos en el marco de #LaSalida; la Orden Ejecutiva de Obama; la Operación Tenaza; el contrabando, cerco financiero y agresión a la moneda; el revés electoral del 6 de diciembre de 2015 e inicio del Golpe Parlamentario; la caída sin precedentes de los precios del petróleo, con una reducción en más del 90% de los ingresos del país; la creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP); el lanzamiento de la Gran Misión Abastecimiento Soberano (GMAS) con el apoyo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que catapultó el inicio de la estabilización del año 2016; la formulación revolucionaria y popular del presupuesto del año 2017; la aprobación por parte del Tribunal Supremo de Justicia de la situación de desacato de la Asamblea Nacional; los acuerdos en materia de precios de petróleo entre los países OPEP y NO OPEP por iniciativa de Venezuela, materializó el clímax de la agresión a nuestra moneda.
También cabe destacar las acciones en materia de política monetaria, el despliegue del denominado Plan Batalla Carabobo 2021; el inicio del año 2017 con procesos de avance social y económico; el lanzamiento de la organización Somos Venezuela; la agresión de los gobiernos de derecha. El inicio de las medidas coercitivas unilaterales de la administración Trump solicitadas por la derecha venezolana, los actos terroristas armados, y que devino en más de 120 muertes durante el período de abril a julio de 2017 que pudo habernos llevado a una guerra civil, la cual fue conjurada por la convocatoria a una Constituyente de Paz, además de la victoria popular de esta. La intensificación de la guerra económica con el objetivo de aniquilar nuestra economía. Manipulación del tipo de cambio a través de cotizaciones ilegales del dólar, acompañado de un bloqueo comercial y financiero; las victorias en las elecciones regionales, municipales y presidenciales, y ahora el magnicidio en grado de frustración, se han traducido en respuestas populares y soberanas a las diversas formas de agresión y a la procura de la paz política para la consecución de la paz económica.
Sin embargo, la batalla generada en estos años no tiene forma exclusiva en sus méritos, el triunfo ha estado fundamentado en la heroica resistencia, la capacidad creativa, de acción, de ofensiva que ha encerrado principios y conceptos clave para la construcción ética y organizativa del futuro.
Como parte del balance de la gestión revolucionaria (Chávez- Maduro) tenemos:
1.- La ocupación del pueblo, por primera vez en la historia de nuestro país, el poder político.
2.- Generar la primera Constitución de nuestro país aprobada mediante referendo popular, de profunda convicción bolivariana, que asume una visión integral de la democracia en lo político, económico, social y cultural.
3.- Liberar al país del analfabetismo.
4.- Tener más de un tercio del país en el sistema educativo nacional, tres veces más que el pasado; teniendo en este momento más de 10,5 millones de personas en las aulas de clase.
5.- Restituir la gratuidad en los servicios públicos, así como el alcance y cobertura de los mismos. Por ello este es uno de los objetivos de los ataques del enemigo. Solo en educación y salud, a la cobertura del sistema público es más de un 80%, rompiendo con la tendencia a la privatización neoliberal de estos servicios.
6.- Haber logrado que más de 4 millones de trabajadores del país tengan título de técnico superior universitario.
7.- Haber construido en 18 años más de dos millones de viviendas, un 43% más que el total de las viviendas construidas durante el régimen de democracia puntofijista.
Esto es solo por referir algunos de los logros de la Revolución, pero sin duda, los de mayor valor son la conquista y sostenimiento de la soberanía, independencia y la protección popular a nuestro pueblo.
Evidentemente el Plan de la Patria en la fase 2019-2025 implica un salto cualitativo, en el marco de la construcción de un nuevo tiempo histórico y tiene coherencia absoluta con nuestra línea histórica, desde el libro azul del Comandante Chávez, y evidentemente es una profundización y adaptación del Plan de la Patria 2013-2019 a las circunstancias por las que atraviesa actualmente el país. Si detallamos su diseño y arquitectura, por ejemplo en cuanto a los objetivos históricos, son los mismos del Plan del Comandante Chávez signados por la radicalización en la construcción del pensamiento chavista, revolucionario y de la direccionalidad histórica en nuestro socialismo.
Ahí es donde entra como un aporte al Plan de la Patria la denominada Agenda Concreta de Acción (ACA), que en el marco del Objetivo Histórico de Defender, Expandir y Mantener el Bien más preciado que hemos conquistado durante estos 200 años como lo es la Independencia Nacional, y uno de los objetivos fundamentales es lograr la estabilización política y económica durante el período comprendido en los años 2018-2020.
Evidentemente en el marco del tiempo constituyente que vive el país implica la definición de las nuevas bases de profundización de la Constitución Bolivariana. Los marcos legales, conceptuales, pero más aún el proceso político constituyente obliga a la redefinición de nuestra sociedad. Esto se traduciría en una mayor estabilidad política como clave fundamental para lograr la estabilidad económica, y por ende, que esto se traduzca en la prosperidad del pueblo.
Por ahora lo dejaremos hasta aquí, pero seguiremos detallando algunos elementos del plan.
¡Bolívar y Chávez viven,
y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria
Siempre!
¡Independencia y Patria
Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
P.D.:
Apoyo totalmente, en el marco de las acciones de despliegue y de defensa del
Estado- Nación venezolano, la convocatoria formulada por el presidente de la
Asamblea Nacional Constituyente, compañero Diosdado Cabello Rondón, de una
sesión para allanar la inmunidad parlamentaria de los diputados implicados en
el magnicidio en grado de frustración. Pese a que se pudiera pensar que esta
sería una acción un tanto tardía, creo que en definitiva llegó la hora de la justicia
popular. ¡Enhorabuena!
*Abogado,Activista por los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com /http:juanmartorano.worpress.com).jmartoranoster@g mail ,j_martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter)
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