Emalida Vitoria
Sólo hay dos cosas infinitas:El universo y la estupidez humanaY no estoy tan seguro de la primeraAlbert Einstein En Venezuela se nos está haciendo muy común ver como el amarillismo por lo menos en los medios impresos, vende una noticia a través de fotografías que impacten y llamen la atención del lector acudiéndose para ello, a lo grotesco y burdo o simplemente apelándose a los sentimientos, sin importar si se daña, ofende o expone al escarnio público a cualquier persona o institución.En otrora, era habitual ver escenas dantescas en periódicos y revistas especializadas en casos de crímenes y muertes, como lo era “Crónica Policial” y muy bien podía leerlo quien gustara de este tipo de lectura sadomasoquista, pero en la actualidad, los diarios de circulación tanto nacional como regional muestran como si nada, fotografías de un aparatoso accidente vial con sus pasajeros muertos dentro o fuera de los vehículos o el cadáver de algún ciudadano o ciudadana fallecidos por cualquier circunstancia.Ahora bien ¿Dónde está la ética periodística? ¿Quién responde por el irrespeto que se produce a los familiares de los muertos que aparecen fotografiados en los diarios noticiosos? ¿Se han planteado lo que deben sentir los dolientes de esos muertos? Si los muertos fueran familia de los que hacen la noticia, otro gallo cantaría, porque muy bien puede publicarse la nota de lo acontecido, sin para ello tener que mostrar la horrible cara de la muerte.Sin embargo, no quiero hacer alusión solamente a los medios de comunicación corrientes, sino que voy más allá, al Internet. Hace días expusieron algunas fotos del periodista asesinado que laboraba en la empresa RCTV, Javier García, tal y como quedó muerto en su residencia y esto trajo como consecuencias, que hasta el Ministerio Público se pronunció y presuntamente abrió las averiguaciones para saber quien tomó las fotos en el lugar de los acontecimientos. Es más, en noticiero digital se han quejado muchísimos foristas y acusan como siempre al gobierno y al CICPC de ser amarillistas y de estar involucrados no solo en la muerte sino en la divulgación de dichas fotos.Pero valdría la pena preguntar, ¿por qué no se hizo la misma alharaca con la muerte del actor Yanis Chimaras? también estuvo paseándose por este instrumento de comunicación, varias fotos de su cadáver después de habérsele practicado la autopsia en la morgue de Bello Monte, ¡ah! ahí si nadie dijo nada. Recordemos que este actor era afecto al gobierno y por eso el degenerado que las tomó y publicó creyó que ese muerto no le dolería a nadie.En el país debe prohibirse ingresar por lo menos a las morgues con cámaras fotográficas o teléfonos celulares que las posea y debe penalizarse a quien juegue con fotos de cadáveres y las ponga a navegar por Internet, sea quien sea.Con pesar manifiesto, que está quedando muy atrás la concepción de que el venezolano es buena gente, caritativo y solidario. La mezquindad, la transculturación, la disociación y la descomposición social nos están dilacerando. Urgentemente hay que tomar medidas, para sensibilizar y sembrar los valores perdidos en una patria que se niega a retroceder y a morir en el intento de construir una nueva sociedad.
emavilra@hotmail.com
lunes, 23 de junio de 2008
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