domingo, 25 de mayo de 2008

RADIOGRAFÍA DE UN CUADRO REVOLUCIONARIO

Diego Soto

RADIOGRAFÍA DE UN CUADRO REVOLUCIONARIOUn cuadro revolucionario debe conocer quienes fuimos, qué somos y qué seremos, saber con plenitud que el conocimiento no puede ser independiente de la naturaleza del ser social y mucho menos de su desarrollo histórico. Debe saber que el hombre piensa como vive, es decir, un campesino piensa como campesino y no de otra manera por que vive como campesino. Este principio se aplica en cada uno de los seres que componen las diferentes clases sociales. Todos estamos marcados por un sello de clase y todos nuestros actos llevan implícitos ese sello. Un auténtico revolucionario es aquel que se va forjando al calor de la lucha, aquel que sabe manejar a cabalidad los aspectos particulares y generales de la misma, aquel que llega al punto preciso de supeditar la parte al todo.Con la aplicación correcta de este último principio podemos darnos cuenta la verdadera posición de ese cuadro revolucionario. Existen revolucionarios que creen en determinado proceso y luchan por ese proceso. Algunos lo hacen bien y logran mantenerse como revolucionarios, otros se quedan a la vera del camino y algunos pocos se vuelven traidores a ese proceso. Esos tipos de revolucionarios los vemos en los campos, las fábricas, los barrios, los colegios, las universidades, etc. es decir, son las masas y sus dirigentes naturales.Estos dirigentes son necesarios para llevar a cabo procesos particulares. Los hubo en todos los procesos de lucha en la historia de la humanidad y han jugado un papel importantísimo en cada uno de esos procesos. Pero tenemos que determinar el aspecto general y particular de la confrontación que el ser humano viene desarrollando desde que se conoce la explotación del hombre por el hombre que dio origen al surgimiento de las clases sociales y por ende la lucha de clases.Cuando hablamos del aspecto general y particular tenemos que determinar que en todo existe la generalidad y la particularidad. Lo general es la suma de las particularidades y lo uno no puede existir sin lo otro. Esto como lo dije antes existe en todo: en nuestras vidas, en lo social, económico, político, militar, etc. En el revolucionario, líder o cuadro se manifiesta de igual forma, Cómo?. Un cuadro revolucionario no nace, se hace ya que es producto de una de las prácticas sociales: “la lucha de clases”. Pero puede ser un cuadro que lucha en lo particular, por un proceso específico, por ejemplo: un líder campesino en el movimiento de los Sin Tierras del Brasil, una líder de las madres de la Plaza de Mayo, un líder universitario, un líder vecinal, un verdadero líder del PSUV.En resumen, existen dos tipos de cuadros revolucionarios: los que luchan en lo particular y los que luchan en lo general. Para saber en que sitio me encuentro sólo hay dos preguntas: ¿Contra quién lucho? y ¿Cuánto durará esa lucha? Y de acuerdo a las respuestas es donde vemos cuadros que saben con exactitud que la lucha tiene que ser dialéctica, universal, que las particularidades son sólo elementos tácticos y que hacen parte de la estrategia, que las derrotas son parte o particularidades de la lucha, lo mismo que las victorias y que una derrota debe ser el inicio de una nueva ofensiva y el reinicio de nuevas y claras experiencias y nuevas batallas.Aplicar como norma de lucha el de “avanzar-aprender-avanzar”, el revolucionario o cuadro debe trabajar con firmes conocimientos de las diferentes leyes que rigen el proceso de la humanidad, conocer a fondo que el conocimiento es producto de la práctica social, saber determinar qué es una clase social y a qué sector de la sociedad beneficia con su trabajo, saber cuál es la fuerza directriz del proceso por el cual lucha, cuál es la fuerza motriz y saber a cabalidad cuál es la línea política que rige y guía el proceso.Un cuadro auténticamente revolucionario debe tener una correcta concepción del mundo en sus aspectos particulares y generales e influir en él de forma activa. Es la única forma de que éste domine los acontecimientos que se le presentarán en el camino. El cuadro, partiendo de su correcta concepción del mundo, debe determinar con claridad qué intereses de clase debe defender y qué métodos debe utilizar para sus logros. Debe tener claro lo que es el método (es decir, el camino o dirección correcta). Si el método es acertado podrá llegar al objetivo y tener en cuenta que todos los fenómenos del mundo no están aislados entre sí, que están estrechamente relacionados y que el mundo que los rodea está en permanente movimiento y con él, los acontecimientos políticos, sociales, económicos, militares, etc. El cuadro está en la obligación de descubrir esos métodos para solucionar todos esos fenómenos que surjan en el fragor de la lucha.De ahí que el auténtico cuadro revolucionario debe ser aquel que sea capaz de... “supeditar la parte al todo”.
midistor@hotmail.com

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