Para Estados Unidos, pero, en especial para el presidente Biden, arreglar el tema de Venezuela es un objetivo personal, basado en su convencimiento de que actuar como su antecesor no ha servido de nada
Finalmente, el diálogo oficial entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela, comenzó, otra vez para bien del país, de los venezolanos y del mismo a EE.UU.
Tal como lo habíamos dicho en esta tribuna, los contactos entre ambos gobiernos no han cesado, solo que ahora, según lo anunciado por el presidente Maduro, los mismos van a ser “abiertos y públicos” en esta oportunidad.
Las motivaciones
Ahora, las motivaciones para la reanudación de las conversaciones, están en el terreno de lo político y lo económico, ante la queja de ambos países por la tensión de los últimos días.
En cuanto al primero, solo podemos decir que ambos gobiernos están manejando sus intereses, en el marco de procesos electorales complejos.
La economía
A nosotros nos ocupa más el terreno económico que básicamente es lo que tiene más efectos sobre la gente.
Para Venezuela y Estados Unidos es importante, económicamente hablando por el centro del interés, el petróleo, así como para las grandes empresas petroleras, entre ellas Chevron que no estarían aquí y se sienten cómodas, trabajado en la principal industria del país y con miras a seguir haciéndolo hasta el 2047, según el último acuerdo firmado para trabajar en una empresa mixta.
Lo mismo se puede decir de un grupo de empresas que además de las ya aprobadas hasta hoy, esperan que el Departamento del Tesoro les extienda sus licencias.
Las consecuencias de esto son notables: más recursos para el país, mayor producción petrolera y más seguro suministro económico y constante para el país vecino.
Sanciones
Hablando de licencias, tenemos que tocar el tema de las sanciones, que parece más claro cada vez, en el entorno del presidente Joe Biden, ya que las mismas nunca funcionaron y así se lo han hecho saber sus asesores.
El levantamiento de las sanciones es uno de los puntos de honor de parte de la delegación de Venezuela que, en el primer contacto del pasado 3 de julio, fue lo primero que plantearon, según lo explicado por uno de los delegados, el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez.
Vuelos y consulados
Por otra parte, la posibilidad de volver a abrir las embajadas y los consulados de ambos países, sería una de las medidas más esperadas.
No sólo por tantos venezolanos que lo pasan realmente mal, teniendo que viajar a otros países para sacar la cita y además para que lo ciudadanos y funcionarios de ambas países, puedan viajar legalmente y normalizar el fortalecimiento de las relaciones económicas y de todo tipo entre ambas naciones.
De hecho, se trata de una posibilidad muy cierta, tomando en cuenta lo que dijo el presidente Nicolás Maduro al respecto, de que hay que resolver este problema de una vez.
Intercambio comercial
La apertura de los vuelos comerciales entre ambas naciones también es otra medida que se espera con ansias, ante la cercanía de los dos países, los intereses de ambos y la historia de reciprocidad.
EE.UU. ha sido por años uno de los principales mercados de Venezuela, desde el punto de vista aéreo, tanto para el transporte de pasajeros como de mercancías.
Migración
El problema de la migración, al reanudarse los contactos entre los dos gobiernos, estarían muy cercano a ser resuelto y sería conveniente para ambas naciones, en este caso, más para el gran problema de migración de EE.UU., por su estabilidad económica.
Por un lado, se lograría disminuir la migración ilegal y por el otro, para Joe Biden como para cualquiera que sea el presidente ganador, sería muy conveniente, dada la crisis que se ha presentado por su política en esta materia.
Concierto internacional
La reanudación del diálogo también representa la puerta abierta de Venezuela para el occidente y el mundo, teniendo en cuenta que la base económica del país, se construyó en tecnología, materiales, equipos, repuestos y tantos otros temas,
con el país más desarrollado y cercano de Venezuela.
Así, nuestro país volvería a ser el centro de atención de la región, como lo era antes, cuando las fronteras estaban abiertas y el intercambio con EE.UU. era fluido.
EE.UU.
Para Estados Unidos, pero, en especial para el presidente Biden, arreglar el tema de Venezuela es un objetivo personal, basado en su convencimiento de que actuar como su antecesor no ha servido de nada.
Pero, económicamente hablando, el petróleo que Venezuela representa es un gran estímulo y la mano de obra, también redunda en beneficios para los ciudadanos americanos.
Además, el mensaje que se envía a otros países sería más claro y poderoso, los cuales estaban reacios al fortalecimiento de las relaciones con Venezuela, dado su alejamiento de EE.UU.
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Tal como lo habíamos dicho en esta tribuna, los contactos entre ambos gobiernos no han cesado, solo que ahora, según lo anunciado por el presidente Maduro, los mismos van a ser “abiertos y públicos” en esta oportunidad.
Las motivaciones
Ahora, las motivaciones para la reanudación de las conversaciones, están en el terreno de lo político y lo económico, ante la queja de ambos países por la tensión de los últimos días.
En cuanto al primero, solo podemos decir que ambos gobiernos están manejando sus intereses, en el marco de procesos electorales complejos.
La economía
A nosotros nos ocupa más el terreno económico que básicamente es lo que tiene más efectos sobre la gente.
Para Venezuela y Estados Unidos es importante, económicamente hablando por el centro del interés, el petróleo, así como para las grandes empresas petroleras, entre ellas Chevron que no estarían aquí y se sienten cómodas, trabajado en la principal industria del país y con miras a seguir haciéndolo hasta el 2047, según el último acuerdo firmado para trabajar en una empresa mixta.
Lo mismo se puede decir de un grupo de empresas que además de las ya aprobadas hasta hoy, esperan que el Departamento del Tesoro les extienda sus licencias.
Las consecuencias de esto son notables: más recursos para el país, mayor producción petrolera y más seguro suministro económico y constante para el país vecino.
Sanciones
Hablando de licencias, tenemos que tocar el tema de las sanciones, que parece más claro cada vez, en el entorno del presidente Joe Biden, ya que las mismas nunca funcionaron y así se lo han hecho saber sus asesores.
El levantamiento de las sanciones es uno de los puntos de honor de parte de la delegación de Venezuela que, en el primer contacto del pasado 3 de julio, fue lo primero que plantearon, según lo explicado por uno de los delegados, el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez.
Vuelos y consulados
Por otra parte, la posibilidad de volver a abrir las embajadas y los consulados de ambos países, sería una de las medidas más esperadas.
No sólo por tantos venezolanos que lo pasan realmente mal, teniendo que viajar a otros países para sacar la cita y además para que lo ciudadanos y funcionarios de ambas países, puedan viajar legalmente y normalizar el fortalecimiento de las relaciones económicas y de todo tipo entre ambas naciones.
De hecho, se trata de una posibilidad muy cierta, tomando en cuenta lo que dijo el presidente Nicolás Maduro al respecto, de que hay que resolver este problema de una vez.
Intercambio comercial
La apertura de los vuelos comerciales entre ambas naciones también es otra medida que se espera con ansias, ante la cercanía de los dos países, los intereses de ambos y la historia de reciprocidad.
EE.UU. ha sido por años uno de los principales mercados de Venezuela, desde el punto de vista aéreo, tanto para el transporte de pasajeros como de mercancías.
Migración
El problema de la migración, al reanudarse los contactos entre los dos gobiernos, estarían muy cercano a ser resuelto y sería conveniente para ambas naciones, en este caso, más para el gran problema de migración de EE.UU., por su estabilidad económica.
Por un lado, se lograría disminuir la migración ilegal y por el otro, para Joe Biden como para cualquiera que sea el presidente ganador, sería muy conveniente, dada la crisis que se ha presentado por su política en esta materia.
Concierto internacional
La reanudación del diálogo también representa la puerta abierta de Venezuela para el occidente y el mundo, teniendo en cuenta que la base económica del país, se construyó en tecnología, materiales, equipos, repuestos y tantos otros temas,
con el país más desarrollado y cercano de Venezuela.
Así, nuestro país volvería a ser el centro de atención de la región, como lo era antes, cuando las fronteras estaban abiertas y el intercambio con EE.UU. era fluido.
EE.UU.
Para Estados Unidos, pero, en especial para el presidente Biden, arreglar el tema de Venezuela es un objetivo personal, basado en su convencimiento de que actuar como su antecesor no ha servido de nada.
Pero, económicamente hablando, el petróleo que Venezuela representa es un gran estímulo y la mano de obra, también redunda en beneficios para los ciudadanos americanos.
Además, el mensaje que se envía a otros países sería más claro y poderoso, los cuales estaban reacios al fortalecimiento de las relaciones con Venezuela, dado su alejamiento de EE.UU.
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