*JUAN MARTORANO
“Yo espero mucho del tiempo. Su inmenso
vientre contiene más esperanzas que sucesos pasados y los acontecimientos
futuros han de ser superiores a los pretéritos”
Simón Bolívar
Para el momento en que escribimos
estas líneas, restan 31 días para las elecciones presidenciales en la República
Bolivariana de Venezuela. Han sido días en lo personal difíciles y complejos,
pero en los que ya empiezo a remontar la cuesta e inicio mi nueva escalada
hacia el retorno.
Esta edición de esta columna con algunos seguidores y seguidoras debió
haber salido hoy temprano. Pero quiso la providencia que no fuese así. Y esto
porque como dice nuestro pueblo, y los que profesamos la fe cristiana: “Lo
mejor siempre será lo que sucede…”
Y
debía ser así porque esta columna no podía ser escrita sin antes reencontrarme
con el amado pueblo caraqueño en mi querida Esquina Caliente. En un recibimiento
muy bonito en el marco de esta recta final de esta batalla que nos conducirá a
una nueva victoria popular el próximo 28 de julio, ya a la vuelta de la
esquina.
Y, posteriormente, en mi participación en el
programa “Enfoque en Los Medios” con el compañero Pedro Román. Acá estoy de pie
listo para esta recta final.
Justamente en el marco de esta escalada hacia el
retorno pleno como diría Nietzche, ayer nos topamos con la información de la
intentona golpista gorila que se pretendió con la hija predilecta del
Libertador: Con la Bolivia del Padre de la Patria Grande y de Sucre.
Nuestra Revolución Bolivariana como heredera de las
glorias de los libertadores y las libertadoras de América debe rescatar el
internacionalismo revolucionario y la solidaridad, prácticas recurrentes de
nuestro Inolvidable Comandante. Es en ese espíritu que este escrito se
da.
Ayer cuando tuve la información de los sucesos que
venían dándose en La Paz, con a toma por parte de la Policía Militar de la
Plaza Murillo (El equivalente en el caso venezolano a la Plaza Bolívar del
centro de Caracas) donde se encuentran ubicadas las sedes de la Asamblea
Legislativa Plurinacional de Bolivia y el Palacio Quemado, sede de la
Presidencia de la República de ese país, inmediatamente se reeditaron en mi mente
las imágenes del golpe del 10 de noviembre de 2019 contra el entonces
Presidente Evo Morales, el Vicepresidente Álvaro García Linera y la Revolución
Democrática y Cultural Boliviana.
Inmediatamente me activé y comencé a buscar canales
streaming donde se estuviera dando información sobre los hechos en La Paz, y
conseguí a Wayka y empecé a monitorear desde allí.
La felonía que protagonizó el general Juan Zuñiga
con esa unidad de la policía militar que comenzó a reprimir y agredir al pueblo
boliviano comenzó con muchas desinformaciones sobre los hechos. Hasta el punto
de querer responsabilizar a Evo Morales de los hechos.
Si bien es cierto las públicas, notorias y
comunicacionales diferencias entre Evo Morales y Luis Arce, no es menos cierta
la claridad y calidad política de Evo de apartar las diferencias programáticas para
salvar la democracia boliviana, la cual estuvo en peligro el día de ayer.
Hasta el punto de llamar a movilizaciones y “cortes de vías” si se derrocaba a
Arce, hasta que no se restableciera la democracia en ese país.
Tampoco se puede desdeñar el coraje y la valentía del
mandatario Luis Arce, que en el momento en que los golpistas fuertemente
armados y portando chalecos antibalas, pensando que detendrían de manera fácil
al presidente Arce y a sus colaboradores, teniéndolo secuestrado durante horas
a todos ellos en la sede del Ejecutivo Nacional boliviano, se toparon con un
hombre que más allá de contar con la seguridad como parte de las prerrogativas
que tiene por ser el Jefe de Estado de ese país, sus colaboradores y gente del pueblo
que pese a estar desarmados, mostraron una valentía y firmeza que el golpista
Zuñiga y los complotados no se esperaban.
Ni hablar de la activación y
movilización de los diferentes movimientos sociales y del MAS-IPSP incluso en
zonas y Departamentos tradicionalmente opositores a la Revolución Democrática y
Cultural boliviana, que fue relámpago y que contribuyó a desbaratar en pocas
horas la asonada. La vanguardia de toda esta movilización popular estuvo de la
mano de la Central Obrera Boliviana, que ante la falta de información y de lo
que le habría pasado al presidente Arce, al vicepresidente Choquehuanca y al
Gabinete Ejecutivo en pleno, convocaron una huelga nacional indefinida hasta el
restablecimiento de la democracia boliviana. Menos mal que en cuestión de horas
la paz y la tranquilidad fueron restituidas de manera rápida.
Importante es destacar el papel
que jugó la presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, quien en su
condición de actual presidenta de la CELAC, convocó a una reunión de emergencia
a los Jefe de Estado y de Gobierno de esa instancia multilateral. Cabe recordar
que hace 15 años, un 28 de junio de 2009, Castro era la Primera Dama de
Honduras que le tocó afrontar el secuestro de su esposo, el entonces mandatario
José Manuel “Mel” Zelaya, producto de un Golpe de Estado del que fue víctima
por parte de gorilas militares al servicio del imperialismo, que lo montaron en
un avión y lo “soltaron” en Costa Rica, colocando un gobierno títere en ese
país. Por eso es que dicen que recordar es vivir…
Zelaya fue víctima de ese golpe
de Estado por dos razones fundamentales: La primera porque en su país semanas
antes se dio una reunión de la OEA donde se le levantaron las sanciones a Cuba
y se permitió su reingreso formal a esa instancia. Evidentemente Cuba no lo
hizo y, antes bien, Venezuela y Nicaragua en su momento hicieron sus
solicitudes formales de no pertenecer a lo que el guerrillero heroico catalogó
como el “ministerio de colonias” de los yanquis. Pero geopolíticamente fue un
triunfo para Cuba. La segunda razón por la que se le derrocó a Zelaya es que en
ese día, que había elecciones generales en Honduras, Zelaya propuso una “cuarta
urna” donde proponía al pueblo hondureño si querían o no convocar a una
Asamblea Nacional Constituyente para reformar su Carta Magna.
Escribo estas líneas también, en
el marco del Día Nacional del Periodista en mi Patria, pero recordando que
también en el marco de esta celebración, un 27 de junio del año 2017, el CICPC
Oscar Pérez levantó un helicóptero y ametralló la sede del Ministerio del Poder
Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz y luego la sede del
Tribunal Supremo de Justicia donde dejó caer dos granadas en el preescolar
cercano y que sirve a los hijos e hijas de los trabajadores del máximo tribunal
del país. Dios metió su mano y afortunadamente ambos artefactos explosivos no
estallaron, lo que hubiera devenido en una verdadera tragedia, lo que hubiese
constituido sin más, en un acto de carácter terrorista y que hubiese dañado a
unos niños y niñas que no merecen que se les incluya en medio de diatribas
políticas, o que paguen con su vida lo que perfectamente podemos resolver en
elecciones en santa paz.
Ahora bien, volviendo dentro de
lo que cabe a nuestra apreciación del Golpe de Estado ayer en Bolivia, sin
desmeritar en lo absoluto el triunfo del pueblo, la acción corajuda del
presidente Arce, de su gabinete, del nuevo alto mando militar que se unió al
pueblo y que sin disparar un tiro, ordenó el retiro de las unidades de la
policía militar que habían cercado la Plaza Murillo, orden esta que fue acatada
de manera inmediata y posteriormente en pocas horas se procedió a la detención
de los complotados en esta asonada. Sin embargo, creo que debo señalar algo
importante en este escrito.
Me refiero a lo que señalaron
los compañeros de Wayka, que les llamó la atención que pese a que Zuñiga y sus
hombres estaban con chalecos antibalas y fuertemente armados, de manera tan rápida
se hayan dado media vuelta y retirado. Lo que dio mucho que pensar.
Y ahí fue cuando investigue lo
del ensayo del Golpe contra Salvador Allende del 11 de Septiembre de 1973,
cuando mes y medio antes, el 29 de junio de 1973, se dio el hecho conocido como
el Tancazo o Tanquetazo. Fue el primer Golpe contra Allende que en esa
oportunidad fue abortado. Y casualmente el que lo derrotó fue nada más y nada
menos que el General Augusto Pinochet,
quien mes y medio después, derrocó y asesinó a Allende. Un 11 de septiembre de
1973, como ya lo he indicado.
Lo que quiero señalar, ya
terminando el presente escrito es que, si bien ayer la reacción y respuesta de
Bolivia ante este Golpe fue inmediata, no puede bajar la guardia porque no se
podría asegurar que esto haya sido un ensayo de una acción de mayor
envergadura. Sin embargo, los traidores se habrán podido dar cuenta de que, hay
músculo por parte del MAS-IPSP, los movimientos sociales y hasta de sectores de
la Fuerzas Armadas bolivianas y que no será tan sencillo romper el hilo
constitucional en ese país.
Pero, esa advertencia y alerta
también aplica para Venezuela. Ya que se podía buscar el derrocamiento de Arce
para restar un aliado importante a nuestro país en un escenario de
desconocimiento de nuestras elecciones dentro de 31 días y promover un
aislamiento internacional; además de envalentonar a la extrema derecha a
intentar acciones parecidas contra nuestra Revolución Bolivariana. De eso nos
ha venido advirtiendo el Presidente Maduro en sus últimas alocuciones.
De momento, dejaremos este
escrito hasta acá, pero recordemos todas y todos en Venezuela y esta América
LatinoCaribeña que en Guerra Avisada no mueren los soldados y las soldadas, y
si mueren es por descuidados y descuidadas…
¡Bolívar y Chávez viven y
sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de
Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y
Tuiteras Socialistas. , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar ,
cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano
Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario