Juan Martorano
Inicialmente, había previsto en esta edición de esta columna escribir sobre un tema poco tratado, que tiene que ver con el drama que pasan los ciudadanos de a pie con el sistema de salud cuando se trata de otras patologías que no tienen nada que ver con la Covid 19. Sin embargo, por una serie de situaciones que se han venido registrando en las últimas horas, este tema debe esperar un poco.
Esto porque creo estar en mi obligación moral de continuar alertando sobre las nuevas amenazas que se ciernen sobre nuestra patria, y que corresponde tomar las medidas correspondientes al caso.
Y como lo señala un buen amigo y camarada, más que creer en las casualidades, hay que creer en las causalidades.
En la entrega anterior, había señalado sobre la conmemoración que hoy estamos teniendo, de cómo hace un año, la operación mercenaria imperialista llamada Gedeón da (o Hedionda si mejor lo prefiere) pretendió llenar de sangre las calles de Caracas. De cómo la empresa mercenaria Silvercorp fue contratada por Juan Guaidó para capturar vivo o muerto al presidente Nicolás Maduro, al entonces presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, y a los titulares de las ramas del Poder Público Nacional, para descabezar al Estado, lograr la inestabilidad política necesaria para sustituir al actual gobierno por uno totalmente plegado a los intereses hegemónicos de EEUU y sus aliados.
Esto forma parte de todo un entramado y un hilo conspirador que en su más reciente etapa viene dado desde los intentos de ingresar una supuesta asistencia humanitaria por el estado Táchira y Bolívar en febrero de 2.019, y una rebelión de los plátanos o de los topochos si mejor lo prefiere, en el distribuidor Altamira de la ciudad de Caracas en abril de ese mismo año.
Los intentos han sido variados y diversos, pero afortunadamente los mismos han sido neutralizados afortunadamente por la perfecta unión cívico militar policial que ha funcionado con la precisión de un reloj suizo.
No obstante, mientras el imperialismo se mantenga en pie, pese a entrar en una fase de decadencia, y Juan Guaidó que si bien es cierto su capacidad de movilización social y capacidades políticas se encuentran realmente disminuidas, no obstante, mientras siga teniendo el apoyo financiero y logísitco de EEUU, continuará apelando a una estrategia terrorista y mercenaria, para tratar de poner fin al gobierno encabezado por Nicolás Maduro.
Sobre todo aprovechándose del actual cuadro del país, bastante complejizado por el tema del bloqueo, del asedio y más visibilizado por la pandemia.
Tampoco ello exime a algunos voceros gubernamentales y del Estado en ineficiencias e ineficacias ante el procesamiento de innumerables demandas sociales, lo cual ha elevado los niveles de decepción, malestar y descontento de la población.
Es en ese estado de cosas, que nos encontramos hoy 3 de mayo de 2.021, a un año de la derrota de la Operación mercenaria llamada "Hedionda" o "Gedeón da", donde se apela al desgaste psicológico de la ciudadanía para naturalizar y justificar la salida por cualquier vía de la Revolución Bolivariana del poder político en Venezuela.
Pero además de ello, la rebelión popular que se ha desatado en Colombia producto de una reforma tributaria propuesta por el presidente Duque en ese país, y que se ha traducido en una salvaje represión por parte del Escuadrón Móvil Antidisturbios en ese país, mejor conocido como el ESMAD, hace que el Estado paraco colombiano se desespere, y busque acelerar sus planes de derrocamiento del actual Jefe de Estado venezolano.
Ya en la edición número 200 de esta columna señalaba que el engreimiento de Simonovis le hizo develar los planes de desestabilización contra el Gobierno Bolivariano en este año 2.021, enlazando los eventos ocurridos en Apure y en Caracas en el corredor que va en la Cota 905, parroquias El Paraíso, La Vega y El Valle, especialmente en el sector de El Cementerio. Simonovis fue muy claro: "Lograr la disfuncionalidad del país hasta lograr que todo colapse".
Ante estos escenarios y alertas generadas a través de esta columna en anteriores entregas y por otras vías, solamente debo agregar en esta oportunidad lo siguiente, para que estemos atentos y prevenidos por los ataques que se vendrán por estos días.
Lo primero que tiene que ver con el despliegue de operaciones de guerra psicológica con respecto a determinados personeros del gobierno o del chavismo en general. Algunos buenos camaradas me hicieron llegar la información, a todas luces tendenciosa y malsana, de que el actual diputado de la AN por el estado Bolívar y presidente de la Comisión de Contraloría de dicho cuerpo legislativo, M/G en situación de reserva activa, Alexis Rodríguez Cabello, habría desertado del ejército y refugiado en la embajada de USA en Bogotá.
En esta operación, señalan que Rodríguez Cabello tendría "pruebas (incluyendo videos) de sicariatos, de fiestas con capos mexicanos/colombianos y reuniones con líderes de la oposición venezolana. Le atribuyen señalamientos sobre supuestos planes de colocación de artefactos explosivos en Caracas para culpar a EEUU y a los pocos miembros de la resistencia civil y militar".
Asimismo, en esta operación de guerra psicológica señalan que de acuerdo a una fuente "verificada" de la cancillería colombiana y que no se hace público por petición de este oficial, la familia del "coronel" estaría fuera de Venezuela, por lo que se esperan más deserciones de militares cercanos a Cabello y a Padrino López y que los militares "están perdiendo el miedo".
Obvian que era el M/G Alexis Rodríguez Cabello el Comandante General del Ejército Nacional Bolivariano cuando se dio la rebelión de los topochos, y logró neutralizar a los golpistas, manteniéndose leal a la Revolución Bolivariana. Y para lo único que pidió la baja Rodríguez Cabello, fue para poder encabezar la lista del PSUV en el estado Bolívar (ya que es oriundo de Upata) y resultar electo diputado, como en efecto ocurrió.
Por ser un cuadro político militar valioso, han tratado de destruirlo, al igual que el General en Jefe en situación de reserva activa, el también diputado Jesús Suaréz Chourio, quien preside la Comisión Permanente de Defensa del actual parlamento nacional.
La otra situación tiene que ver con un nuevo evento suscitado en horas de la noche de ayer por parte de los grupos delincuenciales que operan en la Cota 905, quienes nuevamente intentaron tomar la autopista Gran Cacique Guaicaipuro de Caracas.
Ayer, por cierto, y de acuerdo a las informaciones procesadas que me llegaron, se difundió la información sobre una fuga masiva de detenidos del retén de menores del cementerio en proceso. Información de hace 5 minutos por cooperantes. no se observa movimiento policial. Para el momento en que esta edición de esta columna aparezca publicada, no hay confirmación sobre la veracidad o falsedad de esta información.
Ya en la entrega de ayer advertía sobre el despliegue de la operación denominada ""si no están conmigo va pa" esa" de parte de las Bandas Criminales de la COTA 905 creando Subversión en la Sociedad, El Orden Interno y los Centros Penitenciarios.
Ya de esto advertimos ayer, y lo reiteramos el día de hoy.
Así que estemos alertas, atentos y atentas y prevenidos y prevenidas, porque los próximos días advierten que serán muy movidos e intensos.
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. Www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.
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