Mariadela Villanueva
Dificultades para reunirse, el reducido acceso de la mayoría de la población a las redes y la poca receptividad de los proponentes han limitado el debate masivo de los proyectos de leyes actualmente bajo consideración. Situación especialmente preocupante en el caso de las definitorias del rumbo del país como la de Ciudades Comunales, teóricamente favorable al poder popular, y la de Zonas Económicas Especiales, obviamente favorecedora del poder empresarial.
La de Ciudades Comunales, pese ser presentada como la materialización de la célebre frase del Comandante Chávez "Comuna o Nada", no recoge la autocrítica ni las reflexiones sobre el poder popular expuestas en su intervención ante el Primer Consejo de Ministros de su último periodo presidencial. Bautizar como "Ciudades" a los agregados de Comunas y otras organizaciones populares implica discriminar una vez más al medio rural. Discriminar a compatriotas dedicados a la producción agrícola; a esa otra Venezuela en plena expansión, cuya importancia los citadinos recién empezamos a reconocer.
Implica ignorar que quienes trabajan institucional y académicamente el tema de la ciudad – difícil de definir por su variedad de dimensiones y formas- coinciden en incluir en su caracterización áreas, densidades, equipamiento, actividades y rasgos ideológico-culturales típicamente urbanos, ajenos al medio rural. Razón por la cual me permito sugerir renombrar la ley como de Territorios Comunales.
Así mismo resulta necesario revisar lo propuesto en materia organizativa pues sigue el mismo patrón jerárquico del Estado patriarcal burgués, limitante de un desarrollo auténtico, consciente y democrático del Poder popular. Es preferible definir normas mínimas para que los distintos tipos de Territorios puedan conformarse y comenzar a operar, dejando que el Poder Constituyente las vaya ampliando y adaptando en función de la dinámica de cada agregado. Finalmente, también habría que revisar la transferencia de funciones de las alcaldías, lo cual no tiene ningún sentido en el caso de Territorios Comunales eminentemente productivos.
En cuanto a las Zonas Económicas Especiales, hay que ser mucho más cautelosos aún. Sin entrar en detalles, me permito recordar que la inversión extranjera captada y protegida por el Estado ha aportado muy poco al "desarrollo" de nuestro país. Más bien ha contribuido a afianzar nuestra dependencia tecnológica/ financiera/cultural y a convertir a Venezuela en un país innecesariamente endeudado, exportador de capital. Igual ha sucedido con la inmensa mayoría de inversionistas "nacionales" aupados por la política de sustitución de importaciones, tal como demostrado cuantitativa y cualitativamente por distintos analistas, incluyendo los redactores del VIII Plan de la Nación.
Leal siempre, traidora nunca
Analista y comunicadora. Socialista y chavista. Firme creyente del poder popular
mariadelav@gmail.com @mariadvillanuev
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