*JUAN MARTORANO
Para el momento en que esta edición de esta columna salga publicada, nos encontraremos en plena realización de los comicios presidenciales en EEUU. Ya en la entrega anterior señalaba que estos comicios están signados por falta de propuestas de las principales opciones candidaturales a la Primera Magistratura en EEUU (Biden y el aspirante a la reelección, Donald Trump), donde puede pasar de todo, y que ello no representa mayores cambios de la política exterior de EEUU por lo menos en lo que a la República Bolivariana de Venezuela concierne.
Pero me falto agregar en las consideraciones que formulé lo siguiente: En mis 40 años de edad que tengo, y del seguimiento que he hecho de otros procesos presidenciales en EEUU, no recuerdo un proceso electoral presidencial en EEUU signado con las tensiones como éste. En ese sentido, quiero permitirme recomendar, al igual que lo hizo un buen amigo y camarada, el documental transmitido por el canal RT denominado “EEUU 2020: ¿En pie de guerra?”. Sería bueno que muchos puedan ver ese extraordinario material.
Ahora, también en nuestro país, se inicia la campaña electoral de cara a los comicios parlamentarios para renovar a los integrantes de la Asamblea Nacional por el período legislativo 2021-2026. Y en estas apreciaciones combinaré los análisis, pero también la parte humana. Porque eso no se puede desvincular de los que nos preciamos de ser auténtica y genuinamente socialistas.
En la institución que laboro, y que hace una semana y unos días fue objeto de cambios por parte del Presidente Nicolás Maduro, la funcionaria que asume el más alto cargo en la misma la recibe totalmente desmantelada. En un edificio de no menos de 5.000 trabajadores, pues si están trabajando 500 estaría exagerando la cifra. Y sobre todo con la importancia que la misma tiene.
Ayer, que lo pasé por alto, se conmemoraba el Día de los Fieles Difuntos, para los que profesamos la fe católica. Indudablemente el recuerdo de mi padre, Juan Vicente Martorano Figuera afloró. Mi relación con él no fue tan cercana como tal vez hubiese querido, pues soy hijo de padres divorciados y viví con mi madre. Pero, no por ello no fui un niño feliz, con una buena educación y valores. Lo que soy hoy en día es gracias a mis padres, y ayer recordé al viejo Juan, pues un 14 de diciembre de 2012 el Señor lo llamó a que lo acompañara a su lado y cambio de paisaje.
Pues bien, volviendo al tema que nos ocupa, y en un día particularmente cargado de nostalgia para los que tenemos algún familiar cercano en el cielo, es duro cuando teniendo un puesto con alguna responsabilidad dentro del actual gobierno, uno de tus subalternos (y más que subalterno, un compañero y amigo) te expresa, con lágrimas en los ojos, que probablemente no continuará trabajando con nosotros, debido a tantas situaciones que está afrontando tanto en lo personal como en lo familiar. No es mentira la situación de precarización laboral que se vive dentro de la Administración Pública Nacional, y en sus otros niveles territoriales.
Yo a ese compañero, además de conversar con él, no pude dejar de darle un abrazo, y hasta de darle algunos buenos consejos. También hace días me he enterado que en la institución en la que laboro y al asumir esta nueva funcionaria, más de 60 trabajadores han presentado sus renuncias en el departamento de Talento Humano de la Institución, incluso que la cifra pudiera incrementarse a 600.
Esto es algo verdaderamente delicado y preocupante. Seguramente algunos me responderán desde los análisis fríos, que esto es gracias a las “sanciones” y todo el discurso que me conozco al dedillo. Pero yo acá digo como diría Hugo Chávez. “Pero no podemos olvidar que somos Gobierno”, y que el pueblo ha elegido a mucha gente para que le solvente sus problemas. Y no todo lo que nos acontece es culpa del bloqueo.
Ya que la campaña electoral se inicia hoy, no sólo mi planteamiento es que debe haber una readecuación (fíjense que no habló de aumento) del salario, de una restitución del poder adquisitivo de la clase trabajadora venezolana. Para el momento en que escribo estas líneas, la divisa estadounidense se ubica en 510.156,80 bolívares en el mercado paralelo, que si tomamos en cuenta el Salario Integral Mínimo de un trabajador de la Administración Pública, éste no gana más de 1,57 dólares. Realmente inhumano para la satisfacción de las necesidades humanas. Y si expreso esta cantidad en petros, creo que nos pondríamos a llorar.
Es conmovedor observar como hay trabajadores y trabajadoras en la Administración Pública que, en medio de esta pandemia, han ido a trabajar con mucho profesionalismo y mística. Que duro escuchar cuando algunos señalan como hasta los zapatos se les han roto (a mi incluso me ha pasado así), están literalmente descalzos y no tienen como salir a trabajar. Yo quisiera que alguien me explique: ¿Cómo no estar triste ante una situación como ésta? ¿Cómo en un país INMENSAMENTE RICO como el nuestro el 55% está pasando penurias, no tiene el acceso a las divisas para atender sus necesidades de alimentación y salud, por sólo hablar de las fundamentales? Qué decir incluso sobre el peligro de alguna gente que corre el riesgo de morir de desnutrición por no decir DE HAMBRE. Y que veamos dirigentes, y hasta gente que se dice “CHAVISTA” (de esos conozco a muchos y a muchas) que en las redes ostenta con vanidad cuando se comen una parrilla o los bienes. Eso a mi juicio constituye una bofetada al pueblo humilde de a pie que no tiene acceso a satisfacer sus necesidades y sufre.
¿Por qué no seguir el ejemplo de la Cuba Revolucionaria y hermana durante el período especial? ¿Cuántas veces el Comandante Fidel en pleno período de dificultades en su país, no se apareció en barriadas más humildes, a acompañar en su dolor, en su sufrimiento, y hasta un plato de comida con su pueblo? ¿Dónde está la dirigencia política que se dice revolucionaria en este país acompañando al pueblo de a pie en sus penurias y sufrimientos de la cotidianidad?
Y para más inri, esa es la gente que sostiene que el proceso político llamado “Revolución Bolivariana” no caiga, de la mano de cuadros militares y policiales.
Autocríticamente debemos reconocer que en ocasiones hemos establecido políticas irresponsables con este pueblo tan noble y bueno, que realmente no se lo merece.
¿Cómo entender que en la institución en la que laboro, se otorgue un combo proteico a algunas personas sí y a otras no? En estos momentos, todos necesitamos del acceso a los alimentos, además que es una obligación del Estado a nivel constitucional. Incluso de direcciones de esa institución conozco de personas que no pueden adquirir esa bolsa de comida, y otros que, producto de la avaricia y la codicia, se han llevado hasta 6 bolsas que las han pagado: ¿Cómo se puede catalogar este hecho?
Esto es algo que a mi juicio desdice de los valores del socialismo, el cual uno de ellos es la solidaridad. Y lo he expresado a algunos, y lo practicó el Comandante Chávez durante el tiempo que permaneció con nosotros, aunque no supimos comprenderlo en su justa dimensión. El vacío se está apoderando de la humanidad, y sólo el amor es el que la podrá salvar. Y a mi entender, las máximas expresiones de amor en estos momentos de particulares dificultades son la empatía y la solidaridad.
Confieso que la fuga de Leopoldo López me tiene sumamente molesto, y sin negar mi lealtad a la Revolución Bolivariana y al Presidente Nicolás Maduro como sucesor de los legados y la energía morfogenética de Hugo Chávez, no dejaré con el respeto y consideración debidas, de formular mis críticas y denunciar lo mal hecho, a riesgo de ser tildado de “tirapiedra” o “contrarevolucionario” como lo expresa el “Golpe de Timón”. A Leopoldo no se le dejó ir, pero le dejaron la puerta abierta. Ahora por esos “errores”, porque este señor y sus compinches van a venir por la cabeza de todos nosotros y nosotras, pero eso es lo menos importante. La cuestión está en que quien está llevando la peor parte en todo esto es el pueblo.
Para ir cerrando esta entrega,
quiero permitirme reproducir un texto de un gran camarada y amigo que vive en
el estado Amazonas, uno de esos viejos combatientes que tiene un espíritu joven
e indoblegable, y que por la importancia de las reflexiones que me hizo, las
quiero hacer extensivas a todas y a todos ustedes los que puedan leer estas
líneas. Me refiero al ingeniero Oscar Rattia, quien ayer me compartió la
siguiente reflexión: “Es evidente que
estamos en una etapa de reestructuración de todo el orden existencial. Una
nueva servidumbre y nuevas leyes. Una reconfiguración geográfica y en puerta,
una fragmentación de los estados nación.
Vuelve a los antiguos roles la religión. Nos han metido en "los
sesos" que la pandemia del covid es un hecho natural y peor aún es un
castigo divino. Ya nadie habla ni comentan nada de los verdaderos culpables de
la pandemia y sus consecuencias. Las
grandes corporaciones mediáticas ya hicieron su trabajo. Nos toca a nosotros hacer el nuestro: DAR LA
BATALLA, YA NO ES SUFICIENTE RESISTIR, PARA PODER VENCER...CARAJO ‼
Y culmino
esta entrega, emplazando a nuestro Gobierno y a nuestra dirigencia política en
el Alto Mando Político y Militar de la Revolución, de que URGE una verdadera
reestructuración en la Administración Pública, para poder rescatar lo que queda
de este proceso. En mis estudios que he venido realizando, pese a todo este
cuadro de situaciones, la gente sigue confiando en la izquierda y en el modelo
político promovido por Hugo Chávez, pero, a 33 días de los comicios
parlamentarios y de inicio de esta campaña electoral, los resultados están
reflejando que este pueblo si llega a movilizarse como debería, le puede dar
una gran lección a los que desde ciertas posiciones dentro de la Administración
Pública y del Estado buscan pactar con sectores de la derecha para una “entrega
controlada” de lo que Chávez nos legó y revertir todas sus enseñanzas y
políticas. El mismo pueblo, desde sus catacumbas, se forja y construye en una
verdadera Alternativa, que espera ser Popular y en sintonía con preservar y
hacer la Revolución.
Y ojo,
porque para evitar malos entendidos, no me estoy refiriendo a la Alternativa
Popular Revolucionaria, que es la confluencia de varios factores de las bases
descontentas del PSUV, PPT, UPV, TUPAMARO y movimientos sociales que tienen su
expresión electoral en estos comicios en la tarjeta del PCV (uno de los
integrantes de la referida alianza). Es mucho más allá que una expresión
electoral. De lo que se trata es que la dirigencia política debe ponerse y el
discurso en estos momentos debe ponerse en sintonía con las sentidas y reales
necesidades de la población. Sobre todo porque las batallas no culminan el 6 de
diciembre de este año sino que apenas comienzan, porque el año que viene tocan
elecciones para gobernadores, gobernadoras, alcaldes y alcaldesas, y
dependiendo de esos resultados (y ahí si se van a evaluar las gestiones) la “nueva”
oposición (y esto se explicara en próximas entregas) que sin duda surgirá a
partir de diciembre y de esos otros comicios que se avistan en el horizonte,
pudiera plantearse la posibilidad de activar un referendo revocatorio en contra
del Presidente Nicolás Maduro a partir del 10 de enero de 2022.
Pero estos serán temas de próximas entregas de este Diario de Cuarentena
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*
Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red
Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram:
@juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El
Canal de Martorano.
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