Maryclen Stelling.- Ante la inminencia de las elecciones, crece la tensión tanto por los resultados como por el rumbo que tomará el país.
La incertidumbre y la impotencia, en tanto estado subjetivo producto de la crisis multidimensional, rigen la cotidianidad sometida a un futuro incierto. La jornada diaria se inicia con falta de seguridad, confianza y certeza ante lo que sucederá, como planificar el día a día y, más aún, el futuro. Y, si creemos saber cómo actuar, no hay seguridad en cuanto a la efectividad del accionar dada la volatilidad y la imprevisión imperante. ¿Qué hacer ante la impotencia, falta de fuerza, poder o competencia?
En ese marco vamos a elecciones, con la expectativa de incidir en nuestro futuro, y la esperanza de que la pasividad y la indiferencia cedan ante la importancia histórica del evento electoral. Situación de mayor gravedad para la oposición dada la crisis y fraccionamiento interno, además de las contradicciones en cuanto a la participación electoral y las acusaciones sobre la legitimidad del propio proceso. Con el añadido del factor internacional -gobiernos extranjeros, organizaciones internacionales, foros regionales- denunciando la ilegitimidad del presidente Maduro y de las elecciones.
En un contexto de mercado político y desideologización de la campaña, se genera un clima de darwinismo electoral ante las propuestas de los candidatos y la percepción de los votantes, mas el añadido de las campañas político-comunicacionales que pretenden incidir en el voto ciudadano. La decisión va más allá de la percepción de la ciudadanía sobre la gestión de Gobierno y la narrativa en torno a la causalidad de la crisis.
Trasciende igualmente la capacidad de los candidatos opositores de generar confianza y credibilidad en las ofertas para gestionar la crisis en ausencia de proyecto de país. Imposible obviar como afecta el voto la posibilidad de un diálogo efectivo entre las fuerzas políticas, a pesar de la profundización de la crisis. Otro elemento a ser tomado en cuenta es el debate de las propuestas en contextos democráticos apropiados. Igualmente, la incidencia de los medios de información en el moldeamiento de la imagen de las alternativas políticas.
¿Cómo se vive la crisis, cómo se la percibe, a quien se culpa? ¿Cómo se la explica y se la justifica?
El carácter crítico de las elecciones presidenciales del 20-M se debate en una suerte de tensión o contradicción entre factores ideológicos, y factores de evaluación racional.
@MaryclenS
Maryclen Stelling
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