María Linares
Ante la opinión pública la iglesia católica, se presenta ante centenares de millones de seres humanos, como defensores de dos principios éticos del cristianismo: justicia y solidaridad humana. No obstante, la iglesia católica desde la Edad Antigua hasta nuestros días (Edad Contemporánea), ha tenido una tarea fundamental en todos los fenómenos políticos, económicos y sociales de la historia de la humanidad. La iglesia, usando las banderas del cristianismo, ha sido uno de los instrumentos ideológicos más exitoso para las sociedades clasistas –el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo-, en su afán de sojuzgar a los pueblos del mundo. Pero, no sólo ha sido el instrumento ideológico de las clases sociales dominantes durante la historia de la humanidad, sino que también ha acumulado una inmensa riqueza. Esta riqueza –como todas- tiene un origen sangriento. Asimismo, la iglesia católica con el arma ideológica del cristianismo, también ha tenido, a través del tiempo, un papel político muy decisivo en el derrocamiento de las sociedades pre-capitalistas. No se conciben ni la caída del Imperio Romano ni la del feudalismo sin la participación decidida del cristianismo. Por ejemplo, las Cruzadas tuvieron dos objetivos: el político, al detener el avance de la religión musulmana hacia Occidente; y el económico, al abrir nuevas rutas de comercio. De esta manera, se fueron creando las condiciones materiales, que permitieron el surgimiento del capitalismo. Estas guerras o Cruzadas, más que poseer un carácter religioso, tenían un carácter económico porque cambiaron la geografía política y económica de toda Europa. Tampoco se puede negar que el cura compañero de Francisco Pizarro y los peregrinos del Mayflower personifican al cristianismo en la conquista y colonización de lo que hoy conocemos como América. El sistema colonial facilitó el desenvolvimiento del comercio y la navegación. El sistema colonial creó gran número de fuertes fortunas, entre ellas, la de la iglesia católica. Los valores y los tesoros de que se apropiaban los colonizadores, entre ellos los jerarcas de la iglesia católica eran llevados a Europa, y sólo allí se convertían en capital, es decir, se invertían en el fomento de la industria, el transporte y la agricultura. La apropiación de las tierras en Europa dio lugar a la agricultura capitalista. Así pues, la política colonial contribuyó al establecimiento de las nuevas relaciones de producción, relaciones burguesas. Igualmente, la iglesia católica siempre ha combatido el socialismo desde su aparición en Europa. Asumió ante el socialismo una serie de actitudes que evolucionaron desde breves diálogos cautelosos con los creadores del socialismo utópico y reformista, pasando por una furibunda beligerancia con el socialismo científico. Por qué esta beligerancia descarnada. Porque el cristianismo es esencialmente individualista, por cuanto proclama los valores primordiales de la conciencia humana, reflejo de la sustancia divina. Tanto su metafísica –filosofía que antepone la idea a la materia- como su ética se asientan en el concepto de la responsabilidad individual ante Dios y del libre albedrío, incompatible, por ejemplo, con la concepción materialista de la historia marxista. La concepción marxista de la historia demuestra que la historia de la humanidad ha sido una constante lucha entre opresores y oprimidos. En otras palabras, explica que la fuerza motriz del desarrollo de todas las sociedades clasistas es la lucha de los explotados contra los explotadores. Además, explica el enigma de la plusvalía, de la que se apropian los capitalistas, a través de la explotación del trabajo asalariado por el capital. En razón de sus discrepancias de principio y método con el marxismo, la iglesia católica asumió en las primeras décadas del siglo XX una posición beligerante de primera línea contra el comunismo soviético. En Francia, en los Estados Unidos y en algunos países de Latinoamérica –por ejemplo, en Chile, Argentina y ahora en Venezuela- sacerdotes y pastores iniciaron desde la década de 1940 hasta hoy día campañas y conspiraciones. Las campañas destinadas a ganar terreno entre las masas trabajadoras para alejarlas del socialismo científico. Por otra parte, las conspiraciones persiguen derrocar los gobiernos anticapitalistas. En el siglo XXI, la iglesia católica, al lado de otros sectores como el económico, el militar, dirigidos por el imperialismo estadounidense y el europeo arrancaron de la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, al Comandante Hugo Chávez, en el año 2002. Para lograr este objetivo elaboraron campañas mediáticas cuyos contenidos falsos expresaban (y expresan en el 2007) mensajes tales como: “en Venezuela no hay libertad”, “Chávez es un tirano”, “el pueblo es violento” “el castro-comunismo se está instaurando en el país, defendamos la democracia”, “Chávez pretende acabar con la propiedad privada”, etc. Luego de esta introducción, se tratará de exponer en una forma muy breve sobre el origen y desarrollo de la iglesia católica, haciendo énfasis en cómo la misma ha logrado acumular una inmensa riqueza, riqueza, por cierto, nada espiritual. En su claro sentido, ésta no se caracteriza por la libertad y la igualdad, sino que se enmarca en la típica acumulación de capital. El extenso proceso de institucionalización del cristianismo, se inició con el emperador Constantino (306-337). Este proceso va de principios del siglos IV cuando terminó la persecución de los cristianos reiniciada por Diocleciano (284-305) hasta finales del mismo, cuando bajo el papado de Dámaso I, el 27 de febrero de 380, el emperador Teodosio (379-395), declaró la fe cristiana como la religión oficial del imperio. Tanto esta declaración como la prohibición de la religión pagana consolidaron definitivamente el cristianismo. Recordemos que el imperio romano, tiene asiento en la Edad Antigua, cuyo modo económico de producción se conoce como esclavismo. El acto jurídico que dio al cristianismo pleno reconocimiento social significó para el poder político romano, la aceptación de la fuerza del cristianismo como movimiento social en expansión, imposible de dominar con persecuciones, que lo único que hacían era alentar la esencia de su ideología: el sacrificio en la tierra para obtener la gloria eterna. La alianza entre la iglesia católica cristiana y el imperio romano, logró contener el movimiento de las masas empobrecidas y remozar el imperio. Así, Constantino consolidó su poder y el del imperio a través del fortalecimiento de la iglesia católica y de su jerarquía dirigente, ambas afianzadas por la expansión de las comunidades cristianas. Los acuerdos del poder imperial con la iglesia convirtieron al emperador en la mayor figura política durante la época del papa Melquíades (311-314), consolidando una nueva fuente de legitimidad en el gobierno del imperio, al volverse la cabeza del Estado Romano. Constantino dio a los obispos las funciones de los gobernadores civiles y les reconoció el derecho de jurisdicción disciplinaria sobre los clérigos. Y cuando dio a los obispos la posesión de los bienes confiscados a los templos paganos, el emperador convirtió a la iglesia en la mayor potencia económica de la época. Así, el origen del poder del emperador, dejó de ser divino y se volvió humano con autoridad divina. Finalmente, el imperio romano de occidente cayó a fines del siglo V, como resultado de una serie de procesos de larga duración, entre ellos la paralización de la economía, las invasiones y el asentamiento de los pueblos germanos en los territorios del imperio. Durante los siguientes 300 años, surgió de los escombros del esclavismo, el feudalismo. Con la caída del imperio se da inicio a un nuevo período histórico, la Edad Media en el año 476, tras ser destronado el último emperador, Rómulo Augústulo, finalizando este período, en 1492 con la conquista y colonización de América. Al llegar el siglo V, la iglesia católica había aumentado extraordinariamente las propiedades. La extensión de la propiedad territorial y la cuantía de la fortuna de la iglesia durante la Edad Media y en los tiempos modernos no ha sido fácil investigarla. Sin embargo, algunos investigadores han revisado documentos a pesar de las fuertes presiones de la iglesia católica-el Vaticano. En la Edad Media, o Medioevo, que va del V al XV, el punto de partida de la economía se establece, en el campo, creando a su vez una organización jerárquica de la propiedad territorial, que concedió autoridad a la nobleza y a la iglesia sobre los siervos y los esclavos, pudiendo ejercerla gracias a los séquitos de gente armada de que se rodeaban. Después de haber mostrado algunos hechos históricos, que dan cuenta de la consolidación de la iglesia católica; pasamos a tratar los procedimientos de los cuales, se ha valido la iglesia católica, para acumular tan gigantesca riqueza. Para lograr este objetivo, nos hemos sustentado en algunos estudios, (http://www.frei-christen.com/riqueza_de_la_iglesia.html), cuyos resultados evidencian que la riqueza de la iglesia católica es dinero sangriento Ahora bien, esta riqueza se materializa en oro, acciones, consorcios, tierras y ciudades inmobiliarias. Las fuentes de acumulación han sido diversas, a saber, esclavitud, servidumbre, bendiciones y títulos, comercio del perdón, inquisición y quema de brujas, falsificación de documentos, herencias fraudulentas, el diezmo, venta de cargos eclesiásticos, asesinato, ingresos laterales, prostitución y subvenciones de los Estados. Recordemos que la iglesia católica se consolidó en la Edad Antigua, se fortaleció en la Edad Media, sobrevivió la Edad Moderna y aun, en nuestros días, parasita y conspira, como lo ha hecho desde la Edad Antigua. En suma, la iglesia ha manejado diversas fuentes de acumulación de capital, según las características primordiales de cada período histórico. A continuación haremos una estrecha descripción de algunos bienes y de algunas fuentes de riqueza de la iglesia católica. ORO La iglesia católica-el Vaticano, no me digan miembros de la cúpula de la iglesia venezolana, que una cosa es la iglesia católica y otra el Vaticano. La iglesia- el Vaticano tiene el segundo tesoro en oro más grande del mundo, detrás de los Estados Unidos. Esta cantidad de oro está valorada en 3.500.000.000 de euros. De dónde proviene este oro. Gran parte de éste fue arrebatado a Suramérica durante la conquista y casi exterminio de los pobladores originarios del Perú. El papa Alejandro VI hizo decorar el cielo de Santa María Maggiore en Roma de oro. Durante tres siglos, una considerable cantidad de oro y plata llegó a las cámaras de tesoros eclesiásticos. Las crónicas dicen que el oro peruano llevado a las arcas de la iglesia en Roma, tiene hoy un valor aproximado de 450.000.000 euros. El cronista Bartolomé de las Casas, da cuenta de millones de indígenas asesinados cruelmente a causa del oro. ACCIONES Las reservas financieras exteriores de la iglesia-el Vaticano se encuentran concentradas principalmente en Wallstreet. Estas acciones tienen un valor aproximado de 100 mil millones de euros. CONSORCIOS La iglesia católica-el Vaticano es hoy el consorcio económico religioso más grande del mundo y fuertemente comprometido en innumerables empresas que comprende el sector inmobiliario y construcción; industrias del plástico, de la electrónica, del acero, el cemento, de los textiles, de productos químicos y de alimentos. Italgas pertenece a la iglesia católica, además, con sucursales en 36 ciudades italianas. También tiene participación en alquitrán, hierro, destilerías, agua potable, hornos industriales, etc. Asimismo es dueña de muchos de los bancos romanos más influyentes. TIERRAS La iglesia es la mayor terrateniente del mundo occidental. Posee millones de hectáreas en Alemania, miles de hectáreas en Italia, el 20% de la campiña de España, de Portugal, Argentina, miles de hectáreas en Inglaterra y millones de hectáreas en los Estados Unidos. CIUDADES/INMUEBLES La iglesia es una de las mayores propietarias de inmuebles de Roma. Por lo menos posee 1/3 de ellos. Según investigaciones de Max Parisi, estos inmuebles se encuentran en los mejores lugares. Se trata de un poco menos de la mitad del centro histórico. Sólo en esta zona poseen más de 2500 palacios. ESCLAVITUD Y SERVIDUMBRE La trata de personas y la esclavitud aumentaron la riqueza de la iglesia. Ésta apoyó desde un comienzo la esclavitud. El papa Nicolás V, legitimó el comercio de esclavos en su bula “Por amor divino a la comunidad” el 18 de junio de 1452. “Santo” Tomás de Aquino expresó que los esclavos eran “útil de servicio”. La esclavitud perduró en las haciendas y en las propiedades papales hasta el siglo XI. A partir del siglo IV, se formó bajo los dominios de la iglesia otra manera de tenencia de esclavos, la servidumbre. Los sirvientes, al igual, que los esclavos estaban privados de derechos, por ejemplo, no podían abandonar su país, estaban sometidos a los grandes terratenientes. Las rebeliones fueron sometidas con sangre. La iglesia –salvo algunos miembros- ha estado y está hoy día, al lado de los opresores. La iglesia fue (y es) el más grande terrateniente de Europa. SUPER RICA POR ASESINATO Robert Hutchison, en su libro publicado en 1998 “La santa mafia del papa” menciona una serie de “muertes misteriosas”, que estarían en relación con asuntos financieros o personales con el Vaticano-iglesia o un grupo cercano. El se refiere a 19 casos fatales de los cuales, sólo mencionaremos cinco asesinatos. El padre Giuliano Ferrari, asesinado en 1978. Ferrari llamó a la iglesia romana “la empresa financiera más grande y sucia del mundo”; Ferrari dijo antes de su muerte “el crimen más reciente del vaticano fue el asesinato de mi amigo el arzobispo Oscar Romero en San Salvador”. El papa Juan Pablo I, murió en 1978, él quería terminar con los dudosos negocios financieros, el exagerado lujo y la corrupción dentro de la iglesia. El juez del tribunal constitucional Manuel García Pelayo, asesinado en 1986. El arzobispo salvadoreño Rivera Damas, asesinado en 1994. El director de la filial del banco Vaticano en Nápoles, Aldo Palumbo, asesinado en 1998. A la luz de lo expuesto podemos concluir, que la iglesia católica ha sido un fuerte soporte ideológico de todas las sociedades divididas en clases antagónicas. Asimismo, la iglesia católica, ha establecido alianzas a través del tiempo con los sectores opresores desde la antigüedad hasta nuestros días. Más claro aun, la iglesia católica, no sólo hace pactos con la clase opresora que ha dominado, en un período dado de la historia de la sociedad humana, sino que también ha pertenecido a esta misma clase explotadora. Es decir, la iglesia católica, ha sido esclavista, ha sido parte asimismo del señorío feudal. Ahora, es defensora de los burgueses porque la iglesia es capitalista: concentración de empresas –monopolio-, concentración de millones de hectáreas de tierra –terrateniente-y, por último, concentración de capitales en sus propios bancos –capital financiero. En fin, la iglesia católica desde su origen participó, en primer término, al lado de los españoles del saqueo de las riquezas de Latinoamérica y, al mismo tiempo, fue cómplice, con poquísimas excepciones, del genocidio de las poblaciones originarias de esta región, durante la invasión y colonización, desde el siglo XV. En segundo término, la iglesia católica en el siglo XVIII, disponía de grandes sumas de dinero “acumuladas” como consecuencia del despojo de las colonias y de la expropiación de las tierras al campesinado europeo, lo cual le ha permitido –con otros ingresos no menos sangrientos- en el siglo XXI, tener una inmensa riqueza. Esta es la verdadera historia de la iglesia católica.
sábado, 8 de diciembre de 2007
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