*JUAN MARTORANO
Escribo estas líneas en un domingo 8 de octubre, fecha que se recuerda por la caída en combate del guerrillero heroico, Ernesto “Ché” Guevara La Serna. Cae en combate un día como hoy de hace 57 años para volverse eterno un día como mañana, 9 de octubre.
Indudablemente el imperialismo pensó que cegando la vida del hombre, acababa con sus ideas, con sus enseñanzas, con su impronta. Hoy el ejemplo y las ideas del “Ché” están más vivas y vigentes que nunca.
“En una Revolución, o se triunfa, o se muere, si es verdadera” llegó a señalar en alguna oportunidad. Pero también dijo:”A riesgo de parecer ridículo, pero el revolucionario se mueve por grandes sentimientos de amor”, y no falló en las dos aseveraciones. Inspirado en esta última, es que me inspiro a escribir lo que a continuación haré.
Una entrañable amiga, que por respeto me reservo su nombre y admiradora de los aportes que modestamente realizo, ya está entrando a eso que antes se llamaba la “tercera edad”, pero que nuestra Revolución, en aras de cambiar las categorías del pasado, ahora llama Adultos y Adultas Mayores. Me sugirió un tema importante a tratar en mi columna, y justamente hoy estoy concretando esa extraordinaria sugerencia que me ha planteado.
La amiga ha solicitado su jubilación en una empresa del Estado venezolano que por cierto ha sido una de las que entró en la operación “Caiga Quien Caiga” del pasado 17 de marzo del presente año. Me comentaba la amiga en cuestión que con mucha seguridad, en no menos de 5 o 6 meses le deberían pagar sus devaluados pasivos y sin ningún tipo de consideraciones, luego de más de treinta años de trabajo responsable y a la altura de las tareas y compromisos que le tocó asumir no solo dentro del Estado sino de los retos profesionales que le plantearon y se planteó a lo largo de su vida como trabajadora activa.
Por ejemplo me comentaba esta amiga, que casual y lamentablemente perdió a su compañero sentimental en este año y que también casualmente laboró en una de las empresas implicadas en las tramas de corrupción que visibilizó la operación “Caiga Quien Caiga”, que el derecho de fiiquito en dicha empresa le nació a esta amiga desde el momento del fallecimiento de su cónyuge y aun para estas fechas, nadie sabe cuánto es el monto que le corresponde. Para aquella fecha, marzo de 2023, el dólar estaba por los 23 bolívares, hoy en 34 y creciendo.
No solamente eso, sino que ya a esta amiga en la empresa en la que laboró y aun sin habérsele dado la respuesta sobre su jubilación, me informa que ya la suspendieron el pago de salario.
Entonces es cuando se formuló unas preguntas que me permito socializar con todos y todas ustedes: ¿Dónde quedan los intereses de los trabajadores? Pues los mismos están siendo vulnerados. Esta amiga, que es una persona académica, política e ideológicamente formada y preclara con el proceso sabe y comprende lo que el bloqueo y las Medidas Coercitivas Unilaterales han generado como impactos en el cuerpo económico y social del Estado-Nación venezolano. Pero no es menos cierto también, y es la reflexión necesaria que ella hace y yo me llevó, los niños, niñas y adolescentes, las personas con discapacidad, mujeres tanto embarazadas como las que no y los adultos y adultas mayores son los sectores más vulnerables y, por tanto, requieren una protección especial del Estado.
Por ello, hay trabajos de investigación tan extraordinarios, como el realizado por mi gran amiga Anahí Arizmendi, “Infancia bajo asedio”, donde justamente se visibiliza los impactos que las MCU y el bloqueo han tenido en un sector tan vulnerable como el de niños, niñas y adolescentes.
Pero, no es menos cierto también y como revolucionarios y revolucionarias, debemos decir verdades, por muy dolorosas e incomodas que estas puedan ser. Y como activista con sentido crítico en el tema de los Derechos Humanos, justamente estos son los sectores en lo que los indicadores reflejan una desmejora, incluso retrocesos en algunos ámbitos. No estoy responsabilizando de manera exclusiva al gobierno de Nicolás Maduro por esta situación, sino que quiero llamar la atención porque justamente estos son los flancos que la institucionalidad en Derechos Humanos se aprovecha para agredir a nuestro país.
Sobre esto último sé debido a la reunión en la que me tocó participar por mi institución para debatir con el equipo integrante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos a finales del año 2019, en ese entonces dirigida por la inefable Michelle Bachelet. Acompañamos a Larry Devoe, Director General del Consejo Nacional de Derechos Humanos de Venezuela y Agente del Estado ante Naciones Unidas para el tema de Derechos Humanos. Y ahí constatamos datos y la manipulación de informes con respecto a esta materia.
Pero más allá del tema de la burocracia internacional referida al tema de Derechos Humanos, mi planteamiento es en el sentido revolucionario del término. Un proceso revolucionario debe garantizar la protección debida a esos sectores más vulnerables de la población, como los ya descritos párrafos más arriba. No estoy diciendo que el Gobierno Bolivariano que hoy encabeza Nicolás Maduro no lo haya hecho, incluso “haciendo de tripas corazón” como el mismo lo ha dicho en sus más recientes alocuciones públicas, pero creo que se debe y puede hacer un poco más.
Pero volviendo al tema de mi amiga, ella sugiere que se debería considerar continuar pagando el salario a las personas que están en trámite de su jubilación o incluso a los que ya puedan estar jubilados, hasta que el Estado pueda pagar los pasivos que adeuda. Esto creo que es una carga onerosa para el Estado, agravada por las MCU y el bloqueo, y seguramente la respuesta a esta petición de esta amiga no sea viable en los términos como ella lo plantea. Pero tampoco puede el Estado quedarse cruzado de brazos ante situaciones que afectan de manera importante a los grupos vulnerables de nuestra sociedad, uno de ellos los Adultos y Adultas Mayores.
Lo expresó de esta manera porque cabe recordar que el 1 de mayo de 2022, el presidente Nicolás Maduro anuncio un bono compensatorio para jubilados y pensionados de la Administración Pública de 10 mil bolívares a esa fecha. Pero ese bono era para reparar a aquellos y aquellas que salieron jubilados y jubiladas entre el año 2018 y el 1 de mayo de 2022. Es decir, un bono que para ese entonces era de 2.000 dólares. El mismo presidente reconocía que a los jubilados y jubiladas que estarían un poco más atrás habría que compensarlos y que estudiarían diversas propuestas. Y seguramente a los que se jubilen en lo sucesivo también. Es pues con ese espíritu que hago esta sugerencia.
Sin negar que algunos actores hayan ejercido acciones como huelgas de hambres, movilizaciones, manipulando las justas luchas y reclamos de la clase trabajadora, o de jubilados y pensionados con intereses que no son los de reivindicar esos justos reclamos que dieron origen a nuestro proceso revolucionario y nos llevaron a donde estamos hoy en día. No descarto que esos actores hayan usado como fachada reclamos de jubilados y pensionados en aras de escalar en una agenda de conflictividad social con el actual Ejecutivo Nacional. Pero tampoco podemos caer en el otro pernicioso extremo de criminalizar toda protesta de los trabajadores y trabajadoras de la patria, de jubilados y pensionados, sin antes bien escuchar sus exigencias y hasta propuestas y planteamientos para resolver dichas problemáticas.
Dialogando se entiende la gente y se pueden encontrar opciones para resolver estas situaciones y construir alternativas. Ahí se las dejo.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas. , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.
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