Sandra Manson juramentó este martes como presidenta de Barbados, con lo cual se convirtió en la primera jefa de Estado local de la isla caribeña, en sustitución de la reina Isabel II. El pueblo de Barbados, además de celebrar el aniversario 55 de su independencia, cortó los lazos con la monarquía británica para convertirse en la República más joven del mundo.
“Saludo y me uno a ustedes en celebración de una nación, de un pueblo y de un futuro que ahora está en nuestras manos”, expresó Manson en su primer discurso oficial como primera presidenta de Barbados. “Como República debemos de vernos como líderes y como agentes del cambio”, subrayó n ceremonia que contó con la asistencia del príncipe Carlos, heredero al trono británico.
La isla caribeña de Barbados, reconocida por sus playas paradisíacas, su ron, y por ser la cuna de la superestrella mundial Rihanna, dejó de tener este martes una reina como jefa de Estado, que será reemplazada por una presidenta.
En un momento histórico para la historia de la pequeña nación, Barbados dejará de ser un reino liderado por Isabel II de Inglaterra para ser una república gobernada por su primera presidenta, dame Sandra Mason, hasta ahora gobernadora general del país.
Según la prensa británica, la reina Isabel, de 95 años, está triste por el fin de su reinado, pero una fuente le dijo a The Sunday Times: “Ella sabe que el mundo cambia y sigue su camino, Barbados es un símbolo de eso y lo sigue. Pero habrá un matiz de reflexión y tristeza, ya que está cortando otro vínculo con el pasado”.
Sandra presidenta
Manson fue elegida en octubre como su primera presidenta, un año después de que la primera ministra, Mia Mottley, declarara que el país abandonaba totalmente su pasado colonial. Los esfuerzos locales de transitar de una monarquía constitucional a una República parlamentaria iniciaron en 1979 con un objetivo central: dejar de ser un reinado de la Commonwealth, pero mantenerse como miembro de la mancomunidad.
Sandra Mason fue la primera mujer admitida en el colegio de abogados de Barbados. Su carrera comenzó como maestra, secretaria y luego abogada, hasta finalmente convertirse en gobernadora general, o representante ante la reina, en 2018. Como presidenta, Mason ocupará el cargo más alto y sus poderes ya no estarán en manos de la reina Isabel. Pero sus funciones serán en gran parte ceremoniales, en la mayoría de los casos requiriendo la firma conjunta de la primera ministra.
Nacida en el distrito de clase trabajadora de St. Philip, Mason, ahora de 72 años, le da crédito al sistema de educación pública de Barbados por sus logros estelares. “La educación en Barbados es gratuita”, subrayó. “Puedes lograr lo que quieras, y por eso, sentí que me correspondía (…) devolver”, dijo. En 1973 obtuvo un título en derecho en la Universidad de las Indias Occidentales (UWI), la única universidad pública del país, y fue convocada al colegio de abogados en 1975 como abogada en ejercicio. En 1997, se convirtió en Secretaria de la Corte Suprema.
Entre sus pasiones políticas está el sueño de una versión caribeña de la Unión Europea: “Soy una fanática de lo caribeño. Creo en la integración regional, creo que es algo que tiene que concretarse”, expresó Mason.
Fin de la explotación colonial
“La familia real británica es una fuente de explotación en esta región y, hasta ahora, no han ofrecido una disculpa formal ni ningún tipo de reparación por los daños sufridos”, dijo Kristina Hinds, profesora de relaciones internacionales de la Universidad de las Indias Occidentales en Barbados.
Firhaana Bulbulia, fundadora de la Asociación Musulmana de Barbados, señaló que el colonialismo británico y la esclavitud son responsables de la inequidad moderna de la isla: “La desigualdad económica, la capacidad de poseer tierras e incluso el acceso a los préstamos bancarios tienen mucho que ver con las estructuras construidas a partir de la dominación británica”, afirma.
David Denny, portavoz del Caribbean Movement for Peace and Integration, quien junto a un centenar de activistas recibió al príncipe Carlos a su llegada a Bridgetown, dijo a la prensa que la presencia del futuro rey es “un insulto”. “La Familia Real se benefició de la esclavitud en Barbados. Estoy enojado. No se trata solo de dinero, se trata de una disculpa y ayuda. Se necesitan reparaciones para transformar nuestra sociedad”.
Cabe recordar que Isabel I, reina de Inglaterra de 1558 a 1603, fue fundamental para establecer la trata de esclavos británica y la isla de Barbados se convirtió en la primera sociedad esclavista británica. La élite gobernante británica reclamó el control de la isla en 1625. Hicieron grandes fortunas con las plantaciones de algodón, añil, tabaco y caña de azúcar, mientras que los esclavos obligados a trabajar en ellas fueron clasificados como “infrahumanos”.
“Barbados no debería honrar a una familia que asesinó y torturó a nuestro pueblo durante la esclavitud. Las ganancias crearon las condiciones financieras para que la Familia Real aumentara su poder. El príncipe Carlos no se merece ningún premio del pueblo de Barbados. Debería disculparse”, reclamó Denny.
Por su parte, Lalu Hanuman, del Movimiento 13 de junio de 1980, dijo que “mucha gente no se da cuenta de los vínculos entre la Familia Real y la esclavitud. Sus manos están empantanadas en ella. Y una parte sustancial de su riqueza provino de ella”.
“El Palacio de Kensington fue construido directamente a partir de la trata de esclavos por el rey Guillermo III”, explicó. “Antes de eso, Isabel I otorgó una carta real a Sir John Hawkins y le proporcionó barcos para el comercio de esclavos. Ella también le dio su propio escudo de armas, que representaba a una persona africana encadenada”.
El comercio de esclavos significó que 12 millones de africanos fueran arrebatados de sus países. Cinco millones fueron llevados al Caribe, de los cuales 600.000 terminaron en Barbados. Después de que se aboliera el vil comercio en 1833, los expropietarios de esclavos, incluidos los familiares de la realeza, fueron compensados. Pero los esclavos no consiguieron nada, salvo explotación y muerrte.
Aidan Taylor, un descendiente de esclavos de 64 años que conoció al príncipe Carlos durante su última visita en 2019, señaló que la familia real debería pagar y admitir que se equivocaron. “Cinco generaciones de mi familia fueron esclavizadas en la plantación Ayshford y la plantación Lion Castle y murieron allí”, acusó durante una manifestación en la Plaza de la Independencia de Bridgetown.
La reina aún tiene territorios en América
El reino Unido aún tiene presente colonial en América. Aunque se constituya como una nueva república, Barbados seguirá siendo uno de los 53 territorios que integran esta comunidad con orígenes en el pasado imperial británico. La soberana británica Isabel II reina en 15 de ellos. El lunes fue el último día que lo hizo en Barbados.
Los territorios en los que Isabel es reina abarcan los más de 15.000 kilómetros que separan el palacio de Buckingham en Londres de la pequeña isla de Tuvalu, el más remoto de los lugares bajo su reinado, en pleno océano Índico.
Pese a que la mayor parte de los territorios y colonias bajo dominio británico lograron su independencia durante el período de estos se convirtieron en monarquías constitucionales y mantuvieron a Isabel II como su reina y jefa de Estado. Varios se encuentran en América. La mayor parte son islas del mar Caribe, aunque la lista incluye al segundo estado más extenso del planeta y más grande de América: Canadá.
Los demás son: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, y San Vicente y las Granadinas. A ellos se debe sumar los llamados “territorios británicos de ultramar”, que son un conjunto de colonias y territorios que no se independizaron, como las Islas Malvina en el Atlántico Sur (Fakland para los británicos), Anguila, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Montserrat; y las Islas Turcas y Caicos.
Pero la reina Isabel estuvo en ocasiones cerca de “perder” alguno de los países de su larga colección. En 2016, el gobernador general de Jamaica, Patrick Allen, propuso aprobar una enmienda constitucional “para reemplazar a su majestad la reina con un presidente no ejecutivo como jefe de Estado”. Pero mientras eso no suceda, la reina de Inglaterra lo seguirá siendo del Reino Unido y de otros 15 países.
*Periodista venezolana, analista de temas de Centroamérica y el Caribe, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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