martes, 27 de julio de 2021

JORGE RODRÍGUEZ Vs. PEPE EL TORO….

 Por David Nieves

 

Vinieron. Ellos tenían la Biblia

y nosotros teníamos la tierra.

Y nos dijeron:

Cierren los ojos y recen,

Y cuando abrimos los ojos, ellos

tenían la tierra y nosotros

teníamos la Biblia”.

EDUARDO GALEANO-.

Frases sobre la Utopía

 

¿Ustedes saben quién fue Ismael Rodríguez? Somos pocos los que quedamos vivos que podemos conocer su trabajo. Yo tampoco lo sabía: fue el director de Pepe El Toro, película interpretada por Pedro Infante en el año 1953; una tragicomedia que resaltaba la lealtad, humildad y la solidaridad propia de las películas mejicanas de la época, llenas de tanto amor, dulzura y entusiasmo como para disfrutarlas junto a Jorge Rodríguez, mi amigo y maestro, al que no le debemos más testimonio que las luchas narradas por muchos de nosotros y los secretos que todavía guardamos. Estos somos tus camaradas, los que te llevamos en el pensamiento y en el corazón prendido, sujeto a ti y guindando como un crucifijo para recordarte y no olvidarte. Por eso, por lo que nos enseñaste y sembraste te somos leales hasta la muerte.

Un día veníamos caminando por la Pastora tú y yo. Atravesábamos el puente Miraflores, a una orilla del puente un señor, recuerdo de apellido Mujica, proyectaba todos los viernes una película gratuita a los habitantes del barrio. Allí vimos Pepe El Toro. Nos sirvió como distracción de la densidad de las discusiones y tareas que exigía el momento político del país. Hoy recuerdo ese día, a 45 años de tu asesinato.

Jorge Rodríguez, tú siempre fuiste un caballero sin caballo. Yo me doy con una piedra en los dientes; conocí al Che, a Fidel, a Chávez y a Ti, de vaina no conocí a Jesucristo. Tú has transitado caminos de ejemplo, en tu fusil llevabas un puñal de plata como bayoneta. Fuiste al cielo por error, regresaste por error, sin polvo en la cara, sin cansancio en el rostro y con una mirada altiva. Ya no te dolían los dolores, ni se oía el silencio; pero te sobraba coraje para seguir soñando tus sueños, para soñar a tu Tachi, mujer tierna como la gloria, la memoria y los sueños, para soñarte también. Hermano, no te puedes quejar, la defensa que tus hijos hacen de tu legado por nuestra patria es insuperable, andamos con ellos descifrado la palabra utopía y la pensamos siempre como tratando de adivinar una sociedad socialista. Seguimos creyendo que se conquista peleando y que el camino es duro, pero es el camino.

Compartimos contigo la verticalidad de no arrepentirnos. Por eso cuidamos nuestro discurso y que cada palabra sea precisa, la verdad y la razón nos acompañan en la defensa de nuestra soberanía y por ello hemos logrado alzar nuestra bandera en el mundo en cada combate por nuestro país, siempre dejando en alto tu legado.

Me da miedo verme al espejo, no vaya a ser que algún día el espejo me devuelva la cara cuando ya no me quede sino un puñado de huesos mudos, por eso tengo prisa y quiero seguir gritándole al mundo que Jorge Rodríguez fue y es un hombre invencible que se quedó con nosotros para seguir luchando por una Venezuela libre y antimperialista… Nos seguiremos viendo maestro… Chao, tu camarada Pepe el Toro…

 

David Nieves: “Siempre confié en el triunfo de la Revolución” – RESOLVER

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