*JUAN MARTORANO
Para el momento en que escribo estas líneas, y que espero aparezcan publicadas, es la mañana del domingo 18 de julio del año 2.021, día 490 de esta terrible pandemia que ha azotado a la humanidad, y que, a este servidor, junto a millones de personas, le ha correspondido afrontar y vivir en este momento particularmente difícil.
Este día amanece con una muy amplia expectativa sobre los posibles anuncios que debe hacer el presidente Nicolás Maduro sobre el levantamiento de la cuarentena, porque el país pasaría sin duda, a una etapa de mayor flexibilización y viviríamos una normalidad lo más parecida a la que vivíamos antes del 13 de marzo del año 2.020.
Pero no es un análisis de esa decisión lo que quiero hacer, puesto que ya formulé mis consideraciones con respecto a este tema. Ni a ninguno en particular del ámbito político. Nuevamente este diario de cuarentena, si llegare a concretarse el anuncio que ha señalado el presidente Maduro, y quien se lo hubiera imaginado, quiere despedirse de todas sus lectoras y lectores.
Recuerdo aquella mañana del sábado 4 de abril de 2.020 cuando empecé con esta idea loca que se me metió en la cabeza, de querer registrar mis vivencias e ideas de lo que vivía en medio de la pandemia. Mi intención inicial al comenzar a escribir estos diarios, era narrar mis vivencias en medio de una pandemia. Creo que esta tarea no la he logrado del todo, ya que mi interés en escribir análisis políticos se impuso por encima del deseo de tratar de mostrar mi humanidad.
Sin embargo, en algunos momentos y en algunas ediciones de esta columna, esa humanidad brotó y se hizo presente, como el día de hoy se hace presente.
Era ese momento cuando comencé con estos escritos, el día 20 del inicio de la cuarentena. Día 20 en Caracas y 19 a nivel nacional (Como hoy pudiéramos decir día 490 de la cuarentena colectiva, social y voluntaria y 489 en el resto del territorio nacional) y recuerdo por lo que había visto y estudiado de la experiencia de Wuhan con esta pandemia, que estimaba en aquella oportunidad que esta columna no tuviera tantos capítulos, porque estimé que la superaríamos rápido, eso por la aplicación correcta del distanciamiento físico y el confinamiento.
Quise sin duda, en medio de estas circunstancias llenas de incertidumbres que nos ha tocado vivir, compartirles una serie de reflexiones y de vivencias, de que nos acompañáramos en este difícil transito que nos ha correspondido atravesar, pero entendiendo que, en medio de esta contingencia, no volveremos a ser los mismos ni las mismas.
Muchos y muchas hemos estado experimentando grandes transformaciones, al igual que el mundo que estamos viviendo las está también experimentando. Como señalé hace un poco más de 490 días ya, la naturaleza incluso ha recobrado algunos espacios que le habíamos arrebatado con al avistamiento de delfines en las playas de Pampatar en el estado Nueva Esparta y ballenas jorobadas en las playas de Guiria, en el estado Sucre.
Pero, ayer cuando caí en cuenta sobre la posibilidad de las medidas y decisiones que el presidente Maduro anunciará hoy, previo a la entrada de una nueva semana de flexibilización, no quería desaprovechar la oportunidad para, poder cerrar esta columna, si es la decisión del presidente Maduro de eliminar definitivamente la cuarentena que se viene aplicando en el país desde el 15 de marzo de 2.020.
Quiero desde lo más profundo de mi corazón agradecer a todas, a todos y a todes los que de alguna manera en medio de 234 entregas siempre acompañaron esta idea loca. Agradecer a los que me han sugerido convertir estos análisis y en ocasiones relatos, en un libro. Agradecer a los que se han ofrecido de manera desinteresada en hacer los contactos para la concreción de ese proyecto editorial.
Quiero agradecer, a todas aquellas personas que en estos 490 días he ido conociendo poco a poco. Agradecer también a la divina providencia por todos los amores, desamores, alegrías, tristezas, dolores y emociones vividas durante esta etapa de las tantas vidas como diría nuestro inolvidable Hugo, que nos ha tocado vivir por estos tiempos.
Infinitas gracias a los afectos, a esos que te instan a seguir adelante, pese a que haya momentos en que no quieras continuar más y que las fuerzas las sientas desfallecer. A todas y todos ellos, infinitas gracias.
La vida es un constante devenir y no es estática. Sufre constantes cambios y los que no desarrollen resiliencia, están condenados a quedarse en el camino.
Quiero también permitirme elevar una oración por aquellos y aquellas que, no pudieron superar esta maldita enfermedad, y que nos fueron arrebatados en este duro camino. Al igual que muchos y muchas de ustedes, el coronavirus me ha arrebatado amigos entrañables, familiares. Este terrible virus me mantuvo alejado durante casi año y medio de mi propia casa, pero afortunadamente, pude adaptarme y estoy de pie, como muchas de ustedes que hoy pueden leer estas sentidas líneas.
De concretarse la decisión del presidente Maduro del levantamiento de la cuarentena, y que el país pase a un mayor estado de flexibilización como variante del método “7x7”, lo bueno es que se podría dedicar el tiempo necesario para que estas ediciones del Diario de Cuarentena se conviertan en el ansiado libro que muchos y muchas están pidiendo. No me lo había planteado de esa manera, pero bienvenida esa idea.
Y muy probablemente, por qué no, escribir algunas memorias de lo que está pandemia nos deja. Esos relatos de algunas vivencias que tuve al comienzo de esta coyuntura y que tal vez por mi efervescencia militante las deje pasar en esta columna, pues hacerlo en un capítulo aparte. Eso es parte de las transformaciones que como ser humano viví durante este viaje, durante este proceso.
Y bueno, como hace ya bastante rato había anunciado, pero cuya concreción fue demorada producto de las circunstancias, de que esta columna termine de morir y la columna de Martorano termine de nacer, como esa paradoja gramcsiana que hasta en la vida misma nos toca afrontar.
Particularmente pienso que aún no debería darse este hasta luego, y el cierre de este ciclo y etapa que aún creo que le falta, pero, a veces las dinámicas no dependen solo de nuestros deseos, y bueno estoy listo para los nuevos retos y experiencias que no solamente me toque, sino que nos toquen enfrentar en lo sucesivo, todas, todos y todes juntos, juntas y juntxs.
¡Hasta la victoria Siempre!
¡Venceremos!
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas. , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.
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