Juan Martorano
Considero que la verdadera lealtad a una persona y a un proyecto político debe estar basada en la verdad. El mismo caudillo oriental José Gervasio Artigas lo expresaba: “Con la verdad ni ofendo ni temo”. Y creo que es la principal enseñanza que nos legó nuestro amado e inolvidable Comandante Hugo Chávez.
Recientemente reunido con algunos amigos, opinábamos respecto a su decisión que usted tomo, tal vez sin mucha meditación, tal vez producto de una emoción, o de tratar de aplacar algunos intereses que empiezan a pulular a lo interno del chavismo (y eso se lo dejo a usted y a su conciencia), de entregar un poco más de 700 empresas estratégicas del Estado venezolano al Frente Francisco de Miranda. Es importante destacar que, producto de que a falta de enemigo interno (léase atomización y fracturas en la oposición política a su gobierno), algunos compañeros y camaradas de lucha están pensando en estos momentos que lo mejor es que nos disputemos y nos caigamos a vergajazos (en buen criollo) entre nosotros mismos. Ojo con eso.
No tengo en lo personal nada en contra de los compañeros y camaradas del Frente Francisco de Miranda. Creo que tiene cuadros valiosos y verdaderamente comprometidos con esta Revolución. De hecho, tengo un buen amigo que estuvo en la primera avanzada, y que trato de captarme para esta organización. Producto de algunos compromisos y tareas no fui en esa oportunidad, y Dios sabe lo que hace del por qué no me convenía sumarme a esta organización.
No obstante Presidente, también conozco de muchos cuadros surgidos de esa organización, que lamentablemente se manejan bajo criterios sectarios y excluyentes. Creen que son los únicos que tienen una trayectoria de lucha, que son los únicos formados políticamente y que “se las saben todas más una” y si no la inventan. Asimismo, cuadros de esta organización han aprendido las peores prácticas de la cultura adeco copeyana que pretendemos erradicar.
“La Revolución o es cultural o reproducirá irremediablemente la dominación”, como lo señala el camarada Carlos Lanz, es muy importante hacer realidad esta frase, y sobre todo en el marco de esta crisis que saca lo peor de nosotros mismos y nosotras mismas.
Asimismo Presidente, debe recordar que su triunfo electoral de mayo se debió a la confluencia de un conjunto de organizaciones políticas y sociales leales al legado del Comandante Chávez. En ese sentido, los compañeros y camaradas del PCV le han expresado, en virtud de los acuerdos políticos adquiridos con usted, pero sobre todo, por su praxis revolucionaria de más de 80 años, combinados entre luchas clandestinas y en la legalidad, serios cuestionamientos sobre la entrega de estas empresas a los compañeros y compañeras del Frente Francisco de Miranda casi que de manera exclusiva.
Señalan los camaradas del PCV, que muchos cuadros de esta organización actúan como “colonizadores” y “propietarios”, además de irrespetar a los trabajadores. Si la Revolución la debe hacer la clase obrera asumiendo la conducción política del Estado. ¿Cómo es entonces que luego de 20 años de Gobierno Revolucionario todavía se reproducen este tipo de prácticas?
La gestión del Estado Presidente debe estar fundamentada sobre tres pilares fundamentales: Un verdadero control obrero, el impulso de comunas dedicadas realmente a la producción (y no comunas de papel que tanto abundan) y la participación de todo el pueblo. Muchos cuadros del FFM no han dado muestras de desarrollar una gestión acorde con los intereses del pueblo.
No se trata del ejercicio de una gestión burocrática del Estado. Este tipo de modelos, está más que comprobado, ha fracasado en nuestro país. Constituiría, a mi juicio, una reprivatización de espacios conquistados.
Hay que tener mucho cuidado, porque sin darnos cuenta, pudiéramos estar alimentando a un monstruo, y creando nuevos grupos y conformando una nueva burguesía y nuevos potentados a los que hay que rendirles pleitesía. Hay que trabajar más y hablar menos.
Asimismo, si bien es cierto que el camarada y mártir Jorge Rodríguez (padre) ha señalado de que la Revolución debe impulsarla la juventud, y usted quiere dar una amplísima participación a este grupo etario de nuestra sociedad y en el mes de diciembre vayamos a unas elecciones para elegir a los y las integrantes de los Concejos Municipales, y posiblemente a otra elección por allí (¿?), también le quiero formular estas necesarias advertencias.
La juventud es importante que impulse el proceso revolucionario, pero debe ser una juventud formada y clara políticamente. No aplica la improvisación ni las buenas intenciones (de las cuales como dicen algunos, es parte del camino al infierno). Qué triste observar en muchos espacios de la administración pública, y sobre todo en cargos de dirección muchos “culitos”. No solo basta la juventud, sino para estos momentos de crisis, la claridad política es fundamental para poder sortearlas.
Pareciera que a nuestro Gobierno le están interesando “otras cosas” y no el talento de la gente, ni la búsqueda de soluciones para el pueblo. O por lo menos es la percepción de importantes sectores de muchas personas a las que conozco y con las que he conversado.
Debe estar claro Presidente que cada vez hay más presión de nuestro pueblo. La realidad que nos circunda es una olla de presión. Desde hace rato varios le estamos haciendo llamados y desde diversos sectores. Y algunos me preguntan: ¿Tu de verdad crees que el tipo para bolas? ¿Tú de verdad ves indicios de rectificación? ¿De verdad ves interés en querer hacer algo distinto a la retórica mediática? ¿Tú de verdad crees que en el Alto Gobierno hay un espíritu de conciencia ante las necesidades del pueblo? ¿Tú de verdad crees que los carajos y carajas están concentrados en buscar soluciones estructurales al problema y no los “pañitos de agua caliente” que los mantengan en el poder? ¿Tú de verdad crees que estamos en Revolución? ¿Tú de verdad crees que estos panas cuidan y cumplen el legado de Chávez? ¿Tú de verdad crees que actualmente el Gobierno tiene claridad de las políticas públicas necesarias para impactar la realidad que tenemos y padecemos? Quisiera creer que si en la mayoría de estas interrogantes.
Pero sobre todo Presidente, y esta sugerencia vaya también para el PSUV, ya que tanto impulsa a los sectores y por contar con un mecanismo como el carnet de la patria, y ante la convocatoria en diciembre a nuevos comicios y consultas, le propongo lo siguiente.
Evalúe por grupos etarios el voto del chavismo. El voto que lo reeligió a usted el pasado 20 de mayo no está precisamente en los sectores juveniles. El voto que lo reeligió a usted está mayoritariamente en los grupos etarios de más de 35 años de edad y en más de un 80% en los Adultos y Adultas Mayores, a los cuales no se les dedica mayores atenciones. El voto juvenil, pese al impulso de políticas públicas dirigidas a beneficiar a este sector, es mayoritariamente opositor (si no se han ido del país producto de la bestial campaña mediática basada en la falta de oportunidades de estudio y de trabajo, o de la diáspora como le gusta decir a los formadores de opinión vinculadas con sectores de la derecha). Así que debe haber mayor conciencia de estos detalles.
No le estoy señalando que excluya a los jóvenes, porque de hecho yo me siento joven. Pero en estos momentos se requiere un Estado Mayor en esta guerra que combine la juventud de algunos cuadros (eso sí, bien formados política, técnica e ideológicamente) y de cuadros curtidos y experimentados en estas lides. Sería importante que la exitosa experiencia en la elección de los y las constituyentistas, y sobre todo en el ámbito sectorial, usted la retomara en el marco de las actuales circunstancias.
Son solo algunas ideas y aportes que me permito sugerirle. He terminado mi tarea, asuma pues usted la suya Presidente.
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
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