Esmeralda García Ramírez
El 27 y 28 de febrero de 1989 surgió en Venezuela un estallido social en masa que dio origen, más adelante, al fin de la era del puntofijismo y al inicio de un nuevo ciclo. Este movimiento social llamado "El Caracazo" fue una protesta social de los sectores populares urbanos de Caracas, derivado del incremento de la gasolina cuya medida incidió en el incremento exagerado del servicio del transporte para lo cual el colectivo no estaba preparado por sus bajos ingresos salariales; por otros factores como el creciente endeudamiento externo de Venezuela, la caída de la renta petrolera, la crisis fiscal, el desabastecimiento y escasez de productos, el incremento de la pobreza, fuga masiva de capitales, déficit de servicios públicos e insatisfacción de las necesidades básicas. Sin que se tratase de una revuelta política, sino de una rebelión del pueblo a causa del hambre en el espacio urbano, el gobierno de ese entonces (Carlos Andrés Pérez) encomendó a las Fuerzas Armadas a disparar contra los manifestantes, hubo un número elevado de muertos que hasta la fecha no se precisan. A partir de este año un grupo de militares rebeldes contra el sistema salvaje de Pérez, dirigido por el comandante Hugo Chávez, preparan un Golpe de Estado el 04/02 de 1992, el cual falló porque los objetivos trazados no se cumplieron —como lo dijo Chávez—, dejando entrever desde un "Por Ahora" que la lucha apenas comenzaba y que volvería hecho millones. El movimiento fracasó desde el punto de vista militar, pero fue un éxito político, cuyo impacto en la sociedad venezolana fue inmenso porque logró catapultar a Chávez para convertirse en el presidente más votado en la historia del país (año 1998) e igualmente en los cinco procesos electorales en los que participó, dando paso a un movimiento popular de izquierda, llamado por la derecha "el chavismo".
Hugo Chávez logró atraer al electorado más descontento, al más insatisfecho con la democracia. Este sector que en anteriores oportunidades había optado por la abstención, no solo incluye a personas descontentas con la gestión de esos gobiernos, sino a aquellos que también sentían una profunda insatisfacción hacia lo político. La derecha venezolana siempre ha manifestado que el chavismo es una mezcla o la unión de adecos y copeyanos que antes votaron en el puntofijismo. Los revolucionarios han dado crédito a esto, lo cual es falso ya que si bien es cierto que los procesos electorales en Venezuela durante la IV República se destacó por ser más participativa en los comicios presidenciales que en las regionales, no hubo esa conexión entre la derecha y el pueblo, de hecho para la década de los noventa no solo decaen los niveles de participación electoral, sino también los de registro de la población ante el ente comicial (antes CSE ahora CNE), amplificando de manera significativa la abstención y la consecuente deslegitimación de la democracia venezolana. Sin embargo hay que destacar aquí que estos procesos electorales estaban llenos de vicios, entre estos "votaban" personas muertas o desaparecidas, lo que da lugar a dudas de la veracidad de esos comicios. A estos efectos la no participación en las elecciones de la mayoría del pueblo venezolano se entendía como una forma de la cuarta de asumir la política de manera "democrática"; cuando no estaba representado en la decisión de una elección. La experiencia de la derecha venezolana recubierta con el disfraz de "democracia" en esta era, fue el caldo de cultivo del origen de toda la onda represiva que se extendió por la región. En Venezuela comenzó a ganar la abstención cuando se elegía un presidente para manifestar el descontento de un pueblo que estaba en contra de las políticas puntofijistas e indicar que querían otra forma de gobierno. Venezuela no cumplía con las condiciones mínimas de un modelo democrático representativo y protagónico, los que votaban en la cuarta era la representación minúscula del pueblo venezolano; por ende era y es imposible que la corriente chavista se derive de esa barbarie adeco copeyana que llevó al país a la miseria, al entreguismo de nuestra soberanía y a subyugarnos al imperio, porque este pueblo es profundamente bolivariano.
Por esto, surge el Movimiento Bolivariano 200 (MBR200), dirigido por Chávez, que comienza su peregrinar social y político por las calles del país, logrando conquistar las bases populares para convertirse luego el comandante en un sentimiento nacional. Es probable que el pueblo no estuviera preparado para iniciar un nuevo ciclo con Chávez, pero este pueblo le acompañó en su proyecto, en su intento serio de ir hacia el socialismo, oponiéndose a los desmanes cometidos por los anteriores gobiernos. El verbo y la confianza que inspiró Chávez a su pueblo hicieron que lo apoyaran en cada proceso, que lo rescataran de un golpe de Estado y de un paro petrolero. Este pueblo aprendió desde la concepción teórica lo que significaba el socialismo, que comenzaba a brotar con los grandes avances sociales que logró el presidente Chávez en pro de su pueblo. A la pregunta de un amigo lector ¿de dónde salieron los chavistas que nadie se dio cuenta? Es importante aclararle que el chavismo es causa y no efecto; es verbo, lucha, prosa y poesía; como Bolívar, es acción, consecución y vida; es la representación de un proyecto: la consolidación de la Patria Grande; es la democracia participativa y protagónica; es la esperanza de la emancipación del hombre nuevo; el chavismo es el que protesta contra la ineficiencia, el que critica; que se revela contra el falso chavista corrupto; es Bolívar en contra de los imperios y del capitalismo, es la clase obrera en contra de la burguesía y de los empresarios que explotan; es rebeldía contra lo inhumano; es socialismo como alternativa de vida. Ningún revolucionario Bolivariano puede dar crédito a otra corriente dentro de su cuadro que esté en contra de lo que representa el chavismo, pues hacerlo es traición.
La oposición no se dio cuenta de dónde salieron los chavistas, por esto han perdido en cada proceso presidencial electoral. Lo más lamentable es que la izquierda disfrazada que ostenta hoy el poder pretende tapar, negar u ocultar al chavismo puro. El chavismo nace antes de Chávez, estaba impregnado en las calles de este país desde la cuarta buscando un hombre que se identificará con el pueblo, rebeldes por el odio de las élites dominantes que lo criminalizaba solo por ser pobre (aporofobia), solo que antes le llamaban "chusma, niches, malandros, bandoleros, marginal; con la llegada de Chávez los términos cambiaron —en el marco de nuestro lenguaje coloquial— por parte de la derecha, como "chavista" en lo individual y en lo colectivo "hordas chavistas", o como "chaburros" (combinación de Chávez y Maduro). La influencia política de este fenómeno ha sido tal que la derecha venezolana y líderes de otros países han intentado imitar los códigos, lenguaje y valores del chavismo, sin éxito alguno. El auténtico chavista viene de allí, no de las corrientes puntofijistas. Si hoy la derecha ostenta un cargo de poder en el gobierno como guarimbero es un saboteador de la revolución; si lo ostenta como chavista es un contrarrevolucionario; si no es corrupto y defiende nuestra soberanía, significa que hay esperanzas; pero si viene de las filas del chavismo y es corrupto, traidor, boliburgués, niega al socialismo y al chavismo, defiende al patrono y a la burguesía empresarial; incita a promover otras líneas como el madurismo, esa persona es ultraderechista. La opción de elegir y apoyar a Maduro estaba en función de que él condujera al país hacia el socialismo y estará si como presidente da los cambios radicales necesarios para empezar a construirlo, de cristalizar el proyecto de Bolívar. El chavismo representa el legado de Chávez, al Socialismo Bolivariano del Siglo XXI.
Licenciada en Administración
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