Mariadela Villanueva
Venezuela, los venezolanos atravesamos el momento muy difícil. Estamos tratando de hacer una revolución en condiciones externas más que adversas e internas bastante complicadas. El imperio estadounidense y la derecha local extrema y no tan extrema nos han aplicado sostenida y crecientemente un fortísimo coctel de medidas correspondientes a distintos manuales de guerra, desde el mismo momento en que percibieron que el Comandante Chávez ganaría las elecciones en 1998, Acción criminal multiplicada y potenciada a partir del arribo del presidente Nicolás Maduro a la Presidencia que, si bien no ha logrado arrebatarle el poder político al chavismo, si ha logrado afectar brutalmente nuestra economía, nuestra calidad de vida y nuestra imagen en un mundo decadente regido por las apariencias. Situación agravada desde principios de año por la necesidad de tener que enfrentar con muy pocos recursos la pandemia provocada por la nueva cepa del corona virus. Agravada en nuestro caso por la hostilidad e irresponsabilidad de los gobiernos de países vecinos.
Al no haber podido alcanzar sus metas políticas, los capos estadounidenses e israelíes del capital/sionismo decidieron complementar las acciones criminales con un experimento que, de resultar exitoso, podrían replicar en otros países ricos en recursos claves para mantener su supremacía local y mundial. Naciones "de interés" por estar empeñados en luchar por su independencia, su soberanía y un reordenamiento geopolítico mundial. Así, sigilosamente fueron preparando el terreno para poder implantar una especie de espejo virtual de nuestro país. Una Venezuela paralela, presidida por un fantoche, reconocido por las élites de la vieja Europa, los gobiernos fascistas de nuestra región y otros países chantajeados por poder dominante.
Experimento ridículo que si no fuera por las ingentes ganancias obtenidas por ideólogos, inversores y ejecutantes derivadas del robo descarado de nuestros recursos Éxito pecuniario más no socio político, pues Maduro, el equipo gobernante y los chavistas seguimos aquí. Lo cual parece haberlos obligado a reorientar sus cañones. Sin dejar de apretar la tenaza, han intensificado las agresiones bélicas, judiciales y mediáticas contra nuestro país y están instrumentando una nueva modalidad de relaciones internacionales: tramposas, con el fin de robarnos parte de nuestro territorio, y virtuales: con el de dizque reanudar unas supuestas relaciones diplomáticas con el gobierno sionista de Israel. Todo ello para tratar de mantener a raya a nuestros aliados, especialmente a Irán; torpedear las elecciones a la Asamblea Nacional e imponer un fulano gobierno de transición, encabezado ya no por el fantoche sino por una fémina que por vía electoral no llegaría ni a presidenta de un condominio.
En este panorama, a los venezolanos que seguimos impulsando un proceso revolucionario -obstaculizado por enemigos externos e internos de todos colores- no nos queda otra sino resistir los embates del capital por 5 meses más para poder dedicar toda nuestra energía a obtener la mayoría en la nueva Asamblea Nacional. Para luego poder plantear nuestros problemas, desacuerdos y propuestas. Mientras tanto, sería conveniente que el Gobierno encontrara la manera de abrirse sinceramente con un Pueblo que resiste y lo acompaña, pese a la tensión política permanente, a la reducción al mínimo del poder adquisitivo, a la falta o intermitencia de los servicios básicos, etc. Que nos informara, hasta donde resulte prudente en un contexto bélico, por radio y TV, medios asequibles a todo el mundo la situación real del país, sus limitaciones y posibilidades para enfrentarlas y el rol que podemos y debemos jugar para ayudarlo y ayudarnos a salir del atolladero donde pretenden mantenernos.
Venceremos
Analista y comunicadora. Socialista y chavista. Firme creyente del poder popular
mariadelav@gmail.com @mariadvillanuev
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