*JUAN MARTORANO
En esta entrega, espero referirme a la nueva
realidad expresada en la nueva izquierda venezolana, a propósito del
surgimiento de la denominada Alternativa Popular Revolucionaria, así como
advertir de posibles desviaciones que pudiéramos tener dentro de nuestro
proceso revolucionario, y que pudieran comprometer estratégicamente la continuidad
del mismo en el tiempo. Esto levantará ronchas, pero no importa, porque creo
necesario dar este debate.
Pero primero, recordemos que llevamos 161 días de cuarentena social y colectiva en Caracas, La Guaira, Táchira, Miranda, Cojedes, Zulia y Apure, y 160 en el resto del territorio nacional, para no perder la continuidad y dejando testimonio a la posteridad de cómo desde Venezuela sorteamos la pandemia del Covid-20, en un período histórico muy particular para la humanidad, y testimonio para las generaciones futuras. También nos encontramos culminando la semana 23 de esta contingencia desde el pasado 13 de marzo, cuando el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, decretó el estado constitucional por alarma desde el inicio de la contingencia en Venezuela producto de la pandemia global de la Covid-19, con la llegada de los dos primeros casos al país y dos días después, se decreta la cuarentena como la he planteado en las anteriores entregas y en ésta.
Pero, procedo como lo he hecho en las entregas anteriores a la actualización del avance del Covid-19 a nivel mundial y en Venezuela, colocando primero a los diez países con más casos de esta pandemia, luego Venezuela y las consideraciones y reflexiones que formularemos al día de hoy.
Para el
momento en que aparezca publicada esta entrega de esta columna van 23.408.928
registrados casos a nivel mundial, 2.973
casos por cada millón de
habitantes, 15.941.566 personas curadas (68,10%) y 809.098 personas fallecidas (3,46%) y 6.658.264
casos activos a nivel mundial.
Este es el top ten de los países con
mayor número de casos de Covid-19 en el mundo:
País |
Casos |
Casos x millón de hab. |
Personas recuperadas |
% recuperados |
Personas fallecidas |
% fallecidos |
EEUU |
5.842.153 |
17.240 |
3.148.080 |
53,89 |
180.191 |
3,08 |
Brasil |
3.582.698 |
16.953 |
2.709.638 |
75,63 |
114.277 |
3,20 |
India |
3.050.326 |
2.238 |
2.282.358 |
74,82 |
56.883 |
1,86 |
Rusia |
956.749 |
6.520 |
770.639 |
80,55 |
16.383 |
1,71 |
Suráfrica |
607.045 |
10.328 |
504.127 |
83,05 |
12.987 |
2,14 |
Perú |
585.236 |
18.214 |
391.144 |
66,84 |
27.453 |
4,69 |
México |
556.216 |
4.394 |
380.492 |
68,41 |
60.254 |
10,83 |
Colombia |
533.103 |
10.793 |
359.792 |
67,49 |
16.968 |
3,18 |
España |
407.879 |
8.196 |
150.376* |
36,87 * |
28.838* |
7,07 * |
Chile |
395.708 |
20.710 |
369.730 |
93,44 |
10.792 |
2,73 |
*Desde hace algún tiempo el Reino de España no reporta cifras de
recuperados de la Covid-19.
En el caso de la República Bolivariana
de Venezuela, hasta el sábado 22 de agosto de 2020 tenemos 38.957 casos registrados, 1.209 casos por cada millón de habitantes,
28.453 personas recuperadas (73,04%) y 323 personas fallecidas (0,83%). Lo que
hace que haya 10.181 casos activos y que vienen siendo tratadas por el Gobierno
Bolivariano. Ocupando el puesto 58 de más países en el mundo con más casos de
Covid-19 de los 193 que están inscritos en la ONU.
Acá le agregamos la tabla de casos
registrados de Covid 19 por estado con sus casos activos, más sus
correspondientes tasas, actualizada hasta la fecha de ayer:
Procedencia |
Casos Registrados |
Personas Recuperadas |
Porcentaje de Recuperados |
Personas Fallecidas |
Porcentaje de Fallecidos |
Casos activos por estados |
Amazonas |
160 |
50 |
31,25 |
2 |
1,25 |
108 |
Anzoátegui |
751 |
293 |
39,01 |
5 |
0,67 |
453 |
Apure |
2.748 |
2.702 |
98,33 |
6 |
0,22 |
40 |
Aragua |
943 |
473 |
50,16 |
7 |
0,74 |
463 |
Barinas |
349 |
255 |
73,07 |
0 |
0 |
94 |
Bolívar |
2.054 |
1.988 |
96,79 |
9 |
0,44 |
57 |
Carabobo |
536 |
296 |
55,22 |
17 |
3,17 |
223 |
Cojedes |
112 |
71 |
63,39 |
2 |
1,79 |
39 |
Delta Amacuro |
223 |
61 |
27,35 |
0 |
0 |
162 |
Distrito Capital |
10.193 |
6.161 |
60,44 |
57 |
0,56 |
3.975 |
Falcón |
200 |
149 |
74,50 |
5 |
2,50 |
46 |
Guárico |
136 |
31 |
22,79 |
5 |
3,68 |
100 |
La Guaira |
2.292 |
760 |
33,16 |
4 |
0,17 |
1.528 |
Lara |
572 |
447 |
78,15 |
10 |
1,75 |
115 |
Mérida |
796 |
547 |
70,12 |
23 |
2,95 |
226 |
Miranda |
6.135 |
4.970 |
81,01 |
35 |
0,57 |
1.130 |
Monagas |
702 |
304 |
43,30 |
1 |
0,14 |
397 |
Nueva Esparta |
852 |
458 |
53,76 |
2 |
0,23 |
392 |
Portuguesa |
178 |
81 |
45,51 |
0 |
0 |
97 |
Sucre |
1.529 |
1.381 |
90,32 |
24 |
1,57 |
124 |
Táchira |
1.799 |
1.743 |
96,88 |
25 |
1,39 |
31 |
Trujillo |
412 |
223 |
54,13 |
9 |
2,18 |
180 |
Yaracuy |
308 |
211 |
68,51 |
2 |
0,65 |
95 |
Zulia |
4.973 |
4.794 |
96,40 |
73 |
1,47 |
106 |
Los Roques |
4 |
4 |
100 |
0 |
0 |
0 |
Totales |
38.957 |
28.453 |
64,14 |
323 |
0,79 |
10.181 |
De los 10.181 casos activos en
Venezuela, 4.997 vienen siendo tratados en hospitales centinela (49,08%), 5.005
en Centros Diagnósticos Integrales (CDI) con un 49,16% y 179 en clínicas
privadas para un 1,76%.
De igual manera, de los 10.181 casos
activos, 6.275 están sin síntomas (61,63%), 3.522 con insuficiencia
respiratoria aguda leve (34,59%), 307 con insuficiencia respiratoria aguda
moderada (3,02%) y 77 con insuficiencia respiratoria aguda grave (0,76%)
ameritando su reclusión en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Por los PASI hasta la fecha han retornado
81.484 connacionales, de los cuales 6.079 (7,46%) han resultado positivos a las
pruebas de Covid-19, y distribuidos de la siguiente manera:
1.- Por el PASI Zulia, 8.377
connacionales (10,28% de los ingresos), con 129 casos positivos (2,12% de los
casos)
2.- Por el PASI Táchira, 48.536
connacionales (59,57% de los ingresos) con 2.804 casos positivos (46,13% de los
casos).
3.- Por el PASI Apure, 19.864
connacionales (24,38% de los ingresos) con 2.457 casos positivos (40,42% de los
casos).
4.- Por el PASI Amazonas, 179
connacionales (0,22% de los ingresos) con 10 casos positivos (0,16% de los
casos).
5.- Por el PASI Bolívar, 4.058
connacionales (4,98% de los ingresos) con 537 casos positivos (8,83% de los
casos).
6.- Por el PASI Lara, 90 connacionales
(0,11% de los ingresos) con 19 casos positivos (0,31% de los casos).
7.- Por el PASI Nueva Esparta, 82
connacionales (0,10% de los ingresos) con 2 casos positivos (0,03% de los
casos).
8.- Por el PASI La Guaira, 300
connacionales (0,37% de los ingresos) con 121 casos positivos (1,99% de los
casos).
También es importante destacar que
Venezuela hasta la fecha ha realizado 1.695.541 test de detección para Covid-19,
lo que equivale a 56.518 pruebas por millón de habitantes, ubicando al país
entre los primeros lugares en este renglón a nivel mundial.
Y sin más preámbulos, entremos en
materia:
En estas últimas semanas, se ha n
producido un conjunto de sentencias por parte de la Sala Constitucional y la
Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, donde se legitima las
designaciones de nuevas juntas directivas de organizaciones políticas que hacen
vida en el denominado Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, como el partido
TUPAMARO y PPT. Previo a ello, se habían dado decisiones similares en
organizaciones políticas como AD, COPEI, UPV, PJ, VP y UNT.
Las contradicciones que han aflorado
recientemente con estas decisiones y la judicialización de directivas de
partidos políticos (y muy particularmente aquellos que pertenecieron al Gran
Polo Patriótico) constituyen un reflejo de la crisis espiritual e ideológica,
moral y ética que está afectando al mundo político de hoy en día en Venezuela,
a los partidos y organizaciones, a la sociedad civil y al Poder Popular en
general, donde gran parte del liderazgo protagoniza un comportamiento
personalista, sectario, arrogante y autoritario negador de la democracia.
Así es que debemos resumir la actual
situación y las contradicciones que se están dando en el seno de nuestro
pueblo: Crisis espiritual e ideológica, moral y ética, parafraseando nada más y
nada menos que a Argelia Laya, la comandanta “Jacinta”.
Y nuevamente cito a la comandanta
“Jacinta” para graficar los hechos recientes: “Consenso, convivencia, pero no
coexistencia con todo aquello que hay que erradicar”.
De acuerdo a la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela que voté y aprobé en referendo popular el 15
de diciembre de 1.999, su artículo 67 establece claramente el derecho de todos
los ciudadanos y ciudadanas de asociarse con fines políticos, mediante métodos
democráticos de organización, funcionamiento y dirección. Sus organismos de
dirección y sus candidatos o candidatas a cargos de elección popular serán
seleccionados o seleccionadas en elecciones internas con la participación de
sus integrantes.
Nadie niega la formidable maquinaria
electoral que es el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Instrumento
necesario para ganar comicios. Pero no es menos cierto también que hay
corrientes a lo interno de esa organización que rayan en el sectarismo, en
prácticas que son altamente preocupantes, y que contribuyen a deslegitimar el
modelo político establecido en la Carta Magna que votamos y aprobamos hace 21
años.
Si, seguramente saldrán algunos con el
argumento de que estamos “asediados, el bloqueo, que no es el momento
camarada”, y demás argumentos. Pues a mi juicio, no puede en nombre de esas
reales situaciones retrogradar a estadios que ya creíamos superados.
Y no es esto un mensaje en contra de las
bases del PSUV, donde estoy inscrito pero donde no hago vida orgánica. Porque
creo que faltan espacios para el debate y la discusión franca y sincera. Donde
haya verdadera irreverencia en la discusión, pero lealtad en la acción.
Me parece un muy mal precedente la
judicialización de las directivas de organizaciones políticas aliadas a la
Revolución Bolivariana para construir alianzas electorales forzadas. La unidad
no es un proceso que se decreta, es un proceso que se debe construir, y para
ello debe privar la claridad y la sinceridad en los espacios de discusión.
Si el propio presidente Nicolás Maduro
ha propiciado espacios de discusión con sectores de oposición como Soluciones para
Venezuela (Claudio Fermín y Rafael Marín), Avanzada Progresista (Henri Falcón),
Esperanza por el Cambio (Javier Bertucci), Cambiemos (Timoteo Zambrano),
Primero Justicia (Luis Parra y José Brito), Voluntad Popular (José Gregorio “Goyo”
Noriega ), Copei (Joel Orta, Franklin Duarte, Carlos Melo), AD (Bernabé
Gutiérrez), Bandera Roja (Pedro Veliz). ¿Por qué no sentarse y dialogar con sus
aliados naturales como PPT, Tupamaro y PCV, por solamente nombrar algunos?
Lo cierto del caso es que es bueno
recordar que acudiremos a un proceso
electoral parlamentario en una situación compleja. Primero por la situación de
asedio,amenazas, bloqueo y boicot a la economía venezolana, aderezada además
por la situación de contingencia producto de la pandemia global de la Covid-19
a su paso por Venezuela. La pandemia ha hecho mucho más visible las carencias y
los problemas, lo que hará que la gente se encuentre en un estado
displacentero, y esto sin duda incidirá en los niveles de ánimo electoral. Por
otra parte, las amenazas de activación de una agenda violenta, bien a través de
la activación de fuerzas mercenarias en el país o de una intervención militar
extranjera, para mí improbable pero no por ello imposible, pende cual espada de
Damocles sobre el país.
El tema de la gestión gubernamental signará la campaña
electoral, debido a que la indolencia, el minimalismo, la corrupción, la
ineficiencia e ineficacia pareciera que se ha apoderado de buena parte de las
instituciones de la Administración Pública y del Estado como un todo, y eso lo
siente el ciudadano y la ciudadana de a pie ante el colapso en la prestación de
servicios públicos y en la merma de su poder adquisitivo para poder acceder a
los alimentos, medicamentos, bienes e insumos que permitan preservar su estado
de bienestar y calidad de vida. Por lo que estamos cayendo en una peligrosa
anomia social que hace crujir los cimientos de la institucionalidad venezolana.
Y esto signará el punto de bifurcación y la posibilidad de
romper el denominado "empate catastrófico", como lo señalan Álvaro
García Linera y el politólogo Juan Romero del que me he referido en anteriores
entregas, ya que el 6 de diciembre de 2020 se apertura todo un ciclo electoral,
que comienza con la parlamentarias, para en el 2021 ir a comicios para elegir
gobernadores y gobernadoras y alcaldes y alcaldesas. Dependiendo de esos
resultados de esos tres comicios, la oposición o las oposiciones pudieran
plantearse la posibilidad de activar el mecanismo de referendo revocatorio
contra Nicolás Maduro el 10 de enero de 2022, así que pudiéramos señalar, sin
temor a equivocarnos, que este ciclo electoral no sólo definirá el destino
político del gobierno de Nicolás Maduro, sino de la Revolución Bolivariana y de
la República Bolivariana de Venezuela por los próximos 50 años por lo menos.
Nuestra población está viviendo un peligrosísimo proceso de
despolitización, ya que por un lado, las divisiones, la falta de coherencia
política y los reiterados fracasos de la dirección de la oposición en sus
intentos desestabilizadores y golpistas ha incidido en su base social y en su
movilización. Por otra parte, hay un creciente descontento en la base chavista
con la gestión de gran parte de su dirigencia, sin contar el cuestionamiento de
nuestros comicios por parte de la maquinaria propagandística que maneja EEUU y
sus aliados en el mundo.
De ahí es que considero que una manera
importante por estimular la participación de los sectores de izquierda y
derecha en el país es con el rescate de un verdadero debate político. Hoy en
día, ese debate ha bajado ostensiblemente de nivel, donde se emplean epitetos y
palabras altisonantes, descalificaciones personales, y no se debate y
contraponen los proyectos y las ideas. Aquél que pueda presentar un proyecto en
el que la gente se vea reflejada, pero sobre todo, que le ofrezca solución a
los actuales problemas que afronta nuestra sociedad, es el que podrá acceder a
posiciones de poder, pero sobre todo, lograr una legitimidad que está muy
cuestionada en estos tiempos.
A mi juicio, el surgimiento del bloque denominado
Alternativa Popular Revolucionaria sería, a mi
modo de ver, una manera de canalizar el descontento de las bases del chavismo
hacia las prácticas de algunos sectores a lo interno del Partido Socialista
Unido de Venezuela catalogado de sectario y estalinista. Sería un buen germen y
experimento de participación electoral a mi parecer, puesto que no ir en una
alianza perfecta en el plano electoral, no quiere decir que no se pueda lograr
alianzas estratégicas y políticas dentro del parlamento, una vez éste entre en
funciones el 5 de enero de 2021. Además de ello, si bien es cierto que las
postulaciones de las candidaturas para la AN cierran, de acuerdo al cronograma
electoral el miércoles 26 de agosto, no se descarta que los diálogos del PSUV
con factores del PPT, PCV y otros puedan continuar y acordar candidaturas con
posterioridad a la fecha de las postulaciones, ya que también el cronograma
fijado por el CNE prevé hasta el 26 de noviembre la posibilidad de sustituir
candidaturas. Más allá del debate y el ruido que esto ha generado. Confió que
las asperezas aún están a tiempo de limarse, y de que se concrete una verdadera
opción de triunfo por parte del chavismo y la izquierda en Venezuela.
Lógicamente,
este surgimiento de contradicciones pretende ser aprovechado por factores de la
derecha para mostrar una división del chavismo, y tratarán de escalar en esa
matriz a nivel mediático. De este lado, si aplicaramos la denominada técnica de
reencuadre, podríamos verla como una oportunidad de depuración del proceso
revolucionario en Venezuela, y de recaptura del voto inconforme del chavismo,
pero que sigue confiando en el modelo político expresado en la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela. Aquél que adverse las corrientes
reformistas que pueden estar enquistadas dentro del PSUV, de las mafias y los
desencantados, tendrían en este punto de inflexión una válvula de escape, un
factor de corrección y de democratización verdadera que se abre. Lo veo como
una posibilidad nada despreciable, de una oportunidad para la reflexión y de
redefinición de proyectos y estrategias.
Creo
que sería muy saludable para el proceso revolucionario en Venezuela, que
organizaciones políticas como el PCV y el PPT, afines al proyecto político de la Revolución
Bolivariana, puedan ejercer la labor contralora de la gestión gubernamental,
independientemente de la situación de agresión y asedio. Esto además es un
derecho constitucional y está previsto en nuestro ordenamiento jurídico
vigente. Lo veo como una extraordinaria oportunidad de dar un salto adelante y
de demostrar que maduramos en el proyecto político legado por el Comandante
Chávez. Se sentaría un positivo precedente, pero no basta con desearlo, ya que
eso dependerá de múltiples factores, de las condiciones objetivas y subjetivas
por las que pueda atravesar el país durante los próximos meses.
Y esto
no solo aplica para partidos políticos de izquierda, sino para aquellos que no
tienen militancia partidista y que hacen vida en movimientos sociales.
Recordemos que este germen de democracia participativa y protagónica está
contenido en nuestro modelo político constitucional, el cual debemos retomar y
rescatar en estos momentos.
Como ya lo expresaba párrafos más arriba, si bien es
cierto que todos podemos acudir a los
órganos de justicia cuando consideramos vulnerados nuestros derechos, no es
menos cierto también que, y nuevamente me aferro a nuestra Carta Magna, que en
su artículo 67 prevé que todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el legítimo
derecho de asociarse con fines políticos, mediante métodos democráticos de
organización, funcionamiento y dirección. Además de ello, indica este artículo
que sus organismos de dirección y sus candidatos o candidatas a cargos de
elección popular serán seleccionados o seleccionadas en elecciones internas con
participación de sus integrantes.
La
percepción que ha habido con las recientes decisiones del TSJ es que se está
procediendo a una judicialización de factores disidentes de la izquierda, lo
cual podría resultar contraproducente, por las suceptibilidades que se hieren,
y ser un factor desestimulante de la participación que se aspira el próximo
6DIC2020. Creo que debe privar el diálogo y la política y evitar la injerencia
innecesaria de instancias del Estado en asuntos internos de las organizaciones
políticas, porque se estaría sentando un mal precedente, y justificaría el
relato de actores de la derecha de que desde el Ejecutivo se estaría
"monitoreando" al resto de los poderes.
¿Y si
ocurriera que un grupo de militantes de base del PSUV acudiera al TSJ para
pedir también la intervención de la directiva de esta organización, que
ocurriría? ¿Sería lo mismo que lo ocurrido recientemente con Tupamaro y PPT?
Por algunas dudas que me surgen.
Sin
duda los riesgos de fraccionamiento y de división del voto pudiera darse de
cara a los comicios en la actual coyuntura, pero es preferible eso a otorgar un
argumento legitimador a los enemigos de la patria de práctica fascistas, de
judicialización y discriminación de la disidencia política, lo cual dentro de
la óptica del sistema de Naciones Unidas ( específicamente la Oficina de la
Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, bajo la rectoría de
Michelle Bachelet), pudiera justificar las políticas de tutelaje e intervención
desde el exterior, ante el supuesto atentado por parte del Estado, del
cercenamiento de los derechos civiles y políticos de la población venezolana.
Claro, esto visto desde la visión hegemónica y limitada de los Derechos Humanos
defendido por países bajo un modelo de democracia representativa, que impera en
buena medida en la mayoría de los países del mundo.
En
Venezuela no están dadas las condiciones para la implementación de un modelo de
partido único, o de aplicación de la estrategia del “topo”. El propio Hugo
Chávez lo planteó con la fundación del Partido Socialista Unido de Venezuela en
el año 2007 al solicitar a partidos de izquierda como PODEMOS, PPT, PCV, entre
otros, sumarse. Esta idea, no sólo no cuajó (salvo individualidades de dichas
organizaciones que se inscribieron dentro del PSUV), sino que pudo haber sido
una de las razones de la derrota por uno de los márgenes más estrechos que se
recuerde en la historia reciente de Venezuela, en el referendo de la reforma
constitucional del 2 de diciembre de 2007.
En estos momentos, mientras haya diversas vocerías y organizaciones
políticas donde se identifiquen las corrientes de pensamiento que hay en
nuestra sociedad, actuaría como catarsis y válvula de escape, ante una
coyuntura particularmente muy difícil y compleja por la cual estamos
atravesando todas y todos.
Cabe recordar que Acción Democrática, cuando nace el 13 de septiembre
de 1941, era un partido de izquierda, identificado con las necesidades del
pueblo. Pero por las desviaciones en las que incurrió, algunos de sus
dirigentes que tuvieron responsabilidades de Estado y de gobierno, fueron
cayendo en corrupción y en un divorcio terrible con la realidad y las bases
políticas y sociales que les permitieron la toma del poder. Esto se tradujo en
divisiones primero (MIR, ARI, Liga Socialista, etc) y posteriormente a la
pérdida del poder con la llegada del Comandante Chávez a la Presidencia de la
República, y a la caducidad de la democracia representativa que tanto defendió
esta organización.
En el caso del PSUV, que además de
partido de gobierno (y he ahí una primera diferencia con AD y otras
organizaciones y partidos, puesto que el PSUV nace dentro del gobierno),
indudablemente que sí permite que la corrupción campee a sus anchas, no se
conecta con la realidad de sus bases, no abre espacios para la crítica, la
redefinición de estrategias y planes, puede darse un proceso similar al
ocurrido a AD. No dudo la poderosa maquinaria electoral que en estos
momentos el PSUV representa, pero no solo de elecciones vive el hombre, y
siempre en política, así como existe la posibilidad de ganar, también está la
otra cara de la moneda que es la derrota, y en política, los errores se pagan
caro, y también una derrota puede representar la pérdida del poder, que en
estos momentos, a mi juicio, sería perder el bien más preciado que hemos
logrado, el cual es la independencia nacional.
La importancia
de la participación masiva en este ciclo electoral estriba en el grado de
legitimidad política que le daremos a nuestro modelo político. Legal y
constitucionalmente, no existe quórum que legitime o deslegitime cualquier
proceso electoral en Venezuela, pero políticamente sí. Creo que nadie pone en
duda que el chavismo y la izquierda en Venezuela recuperen la mayoría en el
parlamento. La discusión sería la brecha (Cuantos diputados obtienen, como será
la resultante de la coalición de fuerzas a lo interno del parlamento que
permita una mayoría simple, de las tres quintas partes o dos tercios, eso lo
pudiéramos explicar en una próxima oportunidad), de manera que permita
garantizar a la fuerza o fuerzas mayoritarias dentro de la AN si pueden
garantizar su funcionamiento por sí sola o deben sentarse a llegar algunos
acuerdos para viabilizar ciertas decisiones a adoptar. También el nivel de
participación será importante porque esto permitiría legitimar el modelo
político, tener un indicador que nos aproxime al grado de satisfacción o
insatisfacción con el modelo político vigente, y un primer disuasivo ante los
planes de un sector muy minoritario de la extrema derecha venezolana,
articulada con sus pares internacionales, pero con mucho dinero, presencia mediática
y apoyos logísticos y de armamento, que pretenderá desestabilizarnos desde el
punto de vista diplomático, político, militar, económico, financiero, militar,
entre otros; por lo que no sólo debemos organizarnos para votar, defender la
voluntad popular que se expresará en las urnas durante el ciclo electoral, sino
también defender la soberanía e independencia y preservar la paz del país.
Me disculpan lo extenso de esa entrega, pero era muy necesaria para
clarificar esta contradicción, que tenía días para escribirla, y no quería
dejar pasar mi opinión por debajo de la mesa.
Parte
también de estas expresiones las podrán leer también en entrevista que concedí
para el portal web vtactual.com con la periodista y amiga Enza García, la cual
debería aparecer publicada mañana lunes 24 de agosto. Espero que puedan leer el
referido trabajo y tener el feedback de la misma, al igual que las reflexiones
realizadas en esta columna.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos
Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras
Socialistas. , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar ,
cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano
Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.
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