Juan Martorano
Esta será la última entrega de esta especie de dossier, reflexionando los errores que hemos cometido desde la izquierda, no solo en Venezuela, sino en el continente suramericano y caribeño todo.
En esta oportunidad nos referiremos a la lentitud de estructuras continentales y mecanismos de integración que neutralicen las instituciones internacionales creadas por el capitalismo para ejercer el control del mundo.
En estos últimos tiempos, hemos visto a gobiernos apoyarse los unos a los otros. En ese contexto surgió UNASUR, la CELAC, estructuras continentales que hablan de la unidad suramericana y caribeña. Durante un buen tiempo actuamos en un solo bloque.
Avanzamos en acercamientos gubernamentales y políticos, pero autocríticamente debemos reconocer que hemos tardado en construir mecanismos de articulación económica. Y es en ese sentido que, más temprano que tarde, mecanismos como el pago de la deuda, transferencias de tecnología, de acceso a créditos, de precios de mercados, a la larga nos asfixian, nos encierran, nos debilitan y ponen en riesgo nuestros procesos revolucionarios.
Y es en ese sentido que cada país por separado, acude de manera desesperada a los mecanismos de Europa, de Estados Unidos y de otros continentes porque en nuestra región no logramos construir con la velocidad requerida estos procesos de integración. Debemos ir hacia un Estado Continental Plurinacional.
Pese a la voluntad política, nos mantenemos a una dependencia económica, tecnológica. En la medida en que no convertimos al continente en su principal pivote de apoyo, acudimos a mecanismos de países de otros continentes que de manera sistemática y perniciosa y nos vuelvan paulatinamente a someter a relaciones de subordinación.
No podemos achacar las derrotas solo porque el enemigo es malo y perverso, dañino, malvado, sanguinario. Pero nosotros sabemos que el enemigo es así, pero cuando demos un paso, debemos estar preparados para afrontar la adversidad y para enfrentar esa maldad, para esa agresividad, debemos ser irrompibles, ser tolerables.
Hay una ofensiva conservadora, hay un ataque de fuerzas imperiales, por fuerzas asociadas al capital planetario, pero también debemos asumir que hemos cometido algún tipo de errores, porque no hemos sabido prever, porque no hemos sabido defender ciertas cosas, no hemos acelerado ciertos procesos o porque internamente nos hemos confundido o internamente nos hemos dividido.
¿Qué va a suceder?
Es importante que tengamos claro que este oleaje en retroceso es posible revertirlo, teniendo claro que esto va a depender de la convergencia de circunstancias extraordinarias que pueden suceder en un mes, en un año, en cinco años. Esta es la parte que no sabemos.
Pero cuando vuelva esa oleada no cometeremos el error de descuidar la economía, ni de dejar a nuestro núcleo social de apoyo, de dejar la batalla cultural.
Hay que luchar, la derecha, las fuerzas conservadoras su horizonte es reciclar el pasado, solo hacen una réplica cotidiana de los "muertos vivientes". A diferencia de la etapa neoliberal que emergió como un horizonte que despertó expectativas a nivel mundial, hoy el neoliberalismo se presenta como un proyecto cansado, aburrido, agotado, descolorido en el mundo. No es un proyecto que articule la esperanza, la emoción, los sacrificios del pueblo.
Debemos luchar siempre
Hicimos en 10 años más que 500 años de sistema capitalista y neoliberal.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
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