Juan Martorano
En esta entrega trataremos el tema de la lucha cultural, muy importante en estos momentos cruciales por el que estamos afrontando.
La narrativa neoliberal se desdibujaba, frente a la narrativa de un país más pobre, de una concentración abusiva y obscena de la riqueza en pocas manos, y en medio de ello, surgieron ideas, propuestas. Ideas- fuerza que se apoderará del imaginario colectivo, despertaron un horizonte, un principio de esperanza sobre la cual la gente se articuló. No puede haber victoria política sin que previamente haya una victoria cultural, simbólica, sin nuevo sentido común que emerja y germine en el barrio, el ama de casa, el estudiante, el obrero, el profesional.
La victoria cultural permite una predisposición electiva de las masas para formar un bloque histórico que pueda obtener victorias políticas que instaure gobiernos revolucionarios y progresistas, pero sobre todo, que los pueda mantener en el poder.
En estos momentos, autocríticamente debemos reconocer que descuidamos la lucha cultural, priorizamos las decisiones administrativas, pero descuidamos los espacios de debate sindical, los espacios de la academia, los espacios de debate comunitario. Fueron abandonados, fueron debilitados por la ultra concentración de las decisiones en el ámbito estatal.
Incluso compañeros y compañeras que se desempeñaban en la academia o el sindicato pasaron al campo de la gestión política, a la gestión estatal, desguarneciendo el sindicato, el medio de comunicación, la batalla cultural y el modo y método de trabajo con las masas.
A la larga, esto nos lo van a cobrar también porque la derecha sobre ese descuido nuestro es que ha comenzado a anidar discurso, porque sobre ese descuido de los espacios de la lucha cultural, que le dimos preeminencia a la lucha político- electoral, la derecha aprendió de sus derrotas y comenzó a articularse. Para ellos es más fácil esto.
El revolucionario y la revolucionaria debe instaurar un nuevo principio de orden cultural, un nuevo principio de orden simbólico. La derecha simplemente debe desempolvar el viejo principio de orden sedimentado durante décadas en el alma y la conciencia popular. Para ella es más fácil y más rápido. La derecha es gramcsiana , ha aprendido de sus derrotas y ha comenzado a utilizar los espacios culturales.
Hemos mejorado las condiciones de vida de las personas en muchas partes de nuestros países. Hay un aumento de la clase media, ha disminuido la pobreza, pero es una clase media despolitizada o con un sedimento politizado conservador que es lo que hemos heredado durante siglos en nuestras almas y en nuestros cuerpos. Este es un error que no podemos seguir cometiendo.
Ha de ser posible la transformación política, hemos de poder estabilizarnos e irradiar los procesos revolucionarios en la medida en que nunca descuidemos las luchas culturales previas a las victorias políticas, después de la victoria política, para nuevas victorias políticas, para nuevas transformaciones. Un descuido en ese escenario sería catastrófico.
La política es el monopolio del sentido común porque las revoluciones emergen porque hay disponibilidades al nuevo sentido común, pero nunca olvidemos que el nuevo sentido común revolucionario tiene que horadar, perforar, combatir cada día, años, décadas, en algunos casos siglos contra un conjunto de prejuicios anidados en el pre consciente del ser humano, lo que Durkheim llamaba los preceptos morales y lógicos con los que diariamente ordenamos la vida en el mundo.
No es un tema de leer textos ni de conciencia sino de transformar el mundo pre consciente de la sociedad, sino nuestra victoria será efímera, puede ser reversible como ha venido sucediendo en algunos países de América Latina.
Pero, esta historia continuará…
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
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