Juan Martorano
En esta cuarta y penúltima entrega de estos trabajos donde desmontamos las operaciones del Insight Crime y su manipulación con el tema del Esequibo con el claro objetivo de deslegitimar y desacreditar nuestro histórico reclamo y además dotar del casus belli al imperialismo para poder intervenir militarmente en Venezuela.
Es en el frente externo, el hecho de conmoción que buscan generar a través de una Operación de Falsa Bandera, contar con el pretexto perfecto ante la opinión pública internacional para poder intervenir en Venezuela y aniquilar a la Revolución Bolivariana. No lo van a lograr.
En esta oportunidad veremos cómo esta Ong a través de la manipulación de un tema extremadamente delicado como lo es el delito transnacional de trata de personas, buscan reforzar la tesis de Estado Fallido, Estado Forajido además para lo que hemos señalado en los párrafos precedentes.
El 4 de junio, es decir, hace dos semanas, el Insight Crime señaló de cómo la riqueza mineral del Esequibo alimenta la trata de personas en la zona. Inician el bodrio haciendo mención a un allanamiento realizado por la policía guyanesa en la capital de ese país, Georgetown, en la discoteca Red Dragón la madrugada del 24 de agosto de 2024. En dicho allanamiento según Insight Crime, las autoridades "rescataron" a 26 mujeres, entre ellas venezolanas, cubanas y dominicanas, que habrían sido objeto de situaciones de "explotación y abuso".
Menos de seis meses atrás, la policía había encontrado a 44 mujeres extranjeras en el mismo club, presuntamente víctimas de trata, explotación y abuso.
Según este bodrio de Insight Crime, las venezolanas, como muchas personas vulnerables víctimas de trata en Guyana, probablemente pasaron por el Esequibo, la extensa región en la frontera con Venezuela que se encuentra en el centro de una creciente disputa territorial entre ambos países y, actualmente, bajo revisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Se nota que el Insight Crime además se alinea en la manipulación del tema de la migración venezolana (inducida producto de la imposición de Medidas Coercitivas Unilaterales por parte de EEUU) al señalar que "miles de migrantes venezolanos han llegado a Guyana escapando del colapso económico y la represión política que se agudizó tras la investidura de Nicolás Maduro en enero, luego de unas elecciones en julio de 2024 ampliamente cuestionadas como fraudulentas. Mientras tanto, la bonanza petrolera ha impulsado la economía guyanesa, convirtiendo al país en un destino cada vez más atractivo para migrantes en busca de una vida mejor".
Sigue la narrativa el Insight Crime con la narrativa de vender a la República Cooperativa de Guyana como un destino migratorio para ciudadanos venezolanos y de otros países, y, por ende, un blanco más tentador para las redes de trata de personas. Y, aunque muchas víctimas venezolanas pasan por el Esequibo antes de llegar a la capital, no todas logran avanzar demasiado. En septiembre de 2023, dos venezolanas estuvieron entre las cuatro mujeres rescatadas tras haber sido forzadas a ejercer la prostitución en Bartica, un pequeño poblado a orillas del río Esequibo.
Ahora según el Insight Crime, el Presidente Nicolás Maduro estaría incentivando la migración hacia el Esequibo con el objetivo de "aumentar el control de la zona para fortalecer la consolidación demográfica y territorial, y mostrar al gobierno guyanés como el débil, el vulnerable, por no estar "preparado para enfrentar esta situación".
Además que no es solo en el territorio Esequibo sino que históricamente en los municipios del sur del estado Bolívar la minería ilegal genera demanda laboral. Y de ahí que las víctimas o potenciales víctimas del delito de trata llegan por las mismas rutas empleadas para el contrabando de otros migrantes hacia Guyana, como a lo largo del río Cuyuní, desde San Martín de Turumbán en Venezuela hasta Eteringbang, y de allí continúan su trayecto. Otras personas cruzan la frontera marítima a través del río Orinoco hasta Mabaruma, en la Región 1.
Pero el Insight Crime manipula esta realidad al responsabilizar casi que de manera exclusiva al Estado venezolano de esta situación.
La presencia de grandes concentraciones de hombres jóvenes en los pueblos mineros a menudo genera una demanda de trabajadoras sexuales. En muchos casos, mujeres y niñas son llevadas a la región con promesas falsas.
Los tratantes les prometen empleos atractivos del otro lado de la frontera, pero al llegar a los pueblos extranjeros, las obligan a ejercer la prostitución. Algunas víctimas de explotación sexual terminan convirtiéndose en reclutadoras, a cambio de mejores condiciones de vida.
El miedo a represalias por parte de sus explotadores, el riesgo de deportación y las barreras lingüísticas pueden impedir que las víctimas denuncien los abusos.
Muchas personas migrantes también son explotadas laboralmente fuera del ámbito sexual, especialmente en minas y fincas. A menudo se les cobra un "pasaje" desde Venezuela, y sus pasaportes son confiscados hasta que salden la deuda, en lo que se conoce como "trabajo por deuda".
Propietarios de minas, fincas o tiendas que han pagado el traslado de estas personas hacia Guyana han alegado ignorancia cuando trabajadores de organizaciones no gubernamentales les explican que retener un pasaporte por deudas constituye trata de personas.
El Ministerio de Servicios Humanos y Seguridad Social registró un aumento interanual del 400% en víctimas masculinas de trata laboral en marzo de 2024, aunque el subregistro sigue siendo un problema. Una persona conocedora de las dinámicas de trata en el Esequibo, que pidió anonimato por razones de seguridad, afirmó que los hombres víctimas de estas redes tienen aún menor disposición que las mujeres para reportar su situación, pese a enfrentar condiciones laborales peligrosas.
El silencio de las víctimas dificulta los procesos judiciales, ya que muchos casos dependen del testimonio de quienes han sufrido los abusos. Y aun cuando las autoridades logran rescatar a estas personas, la necesidad de mantener a sus familias conduce a muchas de ellas a regresar a situaciones de explotación.
Pero el Insight Crime, pese a su intento de manipulación, no se ha dado cuenta que incluso su argumento manipulado sirve para legitimar nuestro histórico y justo reclamo, ya que establece una matriz de Estado Fallido a Guyana, al señalar que éste "no se da abasto para combatir el fenómeno". Ni las autoridades guyanesas ni las organizaciones no gubernamentales tienen la certeza sobre la existencia de estas redes de trata de personas bien establecidas ni como estas podrían coordinarse entre sí.
Han tratado de combatir el fenómeno. Por ejemplo, en el año 2023 aprobaron una Ley contra la trata de personas que aumenta las penas a los que incurran en este tipo de delitos. En el año 2024, el país mantuvo su estatus de Nivel 1 en el Informe sobre la Trata de Personas del Departamento de Estado de EE. UU., lo cual indica que "cumple plenamente con los estándares mínimos para eliminar la trata".
Por cierto que en ese mismo informe se desaprueba a la República Bolivariana de Venezuela. ¿Casualidad?
Pero pese a todos estos esfuerzos, el Estado guyanés ha sido incapaz de desarticular toda la cadena de trata, pese a los castigos a los responsables a quienes aleguen ignorancia, pero igual faciliten el delito como por ejemplo los conductores de víctimas que muchas veces trasladan a víctimas sin saberlo y que en el caso de ser detenidos por las autoridades guyanesas les tocaría afrontar cinco años de prisión.
Pero la inmensidad del Esequibo (recordemos que aun siendo éste territorio venezolano, el mismo es administrado por Guyana por el nulo e írrito laudo arbitrario del 3 de octubre de 1899 en el que Inglaterra nos despojó de ese territorio y que 67 años después "heredó" la hoy República Cooperativa de Guyana) el aislamiento de los enclaves mineros y la escasez de recursos estatales (los efectivos de las GDF por sus siglas en inglés no son suficientes) dificultan seriamente la lucha contra la trata de personas.
El soborno de los traficantes a los oficiales de policía significa que parte del narcotráfico también queda sin reportar.
Además, algunas víctimas enfrentan nuevas agresiones directamente por parte de policías que establecen retenes en rutas conocidas de tráfico de migrantes y extorsionan a quienes viajan. En algunos casos, incluso confiscan los documentos de quienes no pueden pagar, según denunció a InSight Crime una experta en trata.
La disputa territorial por el Esequibo ha llevado a Venezuela a desplegar un gran número de tropas en la frontera como muestra de disuasión y salvaguarda de nuestra soberanía. Pero el Insight Crime sostiene que "las preocupaciones por la presencia de criminales y fuerzas de seguridad venezolanas han motivado a soldados guyaneses a devolver a los hombres venezolanos que cruzan al territorio. No obstante, la naturaleza porosa de la frontera permite que muchos vuelvan a ingresar con facilidad, por lo que el despliegue militar bilateral ha tenido poco impacto en el flujo total de personas que entran en el área en disputa, mientras aumenta las posibilidades de un incidente transfronterizo".
Debemos tener los ojos bien abiertos porque continúan las manipulaciones del Insight Crime con el claro objetivo de llevarnos a un conflicto armado con Guyana.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!