Ernesto Wong Maestre
Lo acontecido en Cataluña, España, este domingo 1ro de octubre, no solo fue una brutal represión contra un pueblo demócrata que causó innumerables traumas físicos y generará conflictos psíquicos a la familia catalana, sino que fue la expresión de la fuerza feudal de un anacrónico reino contra una de sus colonias, aplicada por uno de los vasallos principales del Rey en pleno siglo XXI, cuando los aterradores castigos del poder reinal no quedan escondidos en las sombrías mazmorras de un castillo, sino cuando más de 4 o 5 mil millones de personas pueden presenciar en tiempo real a las madres golpeadas, a los jóvenes paleados, a los muchachas arrastradas por los cabellos, a las fuerzas policiales del Rey leyendo impávidos por sus celulares afrentas de las más diversas pero también con servil carácter las órdenes criminales del vasallo Rajoy.
Lo cierto es que este inicial desenlace del conflicto de Cataluña continuará marcando una tendencia política en Europa a fragmentarse sobre la base de las ancestrales aspiraciones étnicas que nunca fueron satisfechas por el sistema capitalista y mucho menos por el sistema feudal que ya las había hundido durante varios siglos en los macabros calabozos de castillos y castilletes de reyes, príncipes, condes, condesas, marqueses y princesas.
Todo, en el contexto de una voraz conquistas de las economías de los países grecolatinos por parte de las mega corporaciones anglosajonas y estadounidenses que tiene ocurriendo desde fines del pasado siglo cuando la crisis estructural capitalista impidió que los gobiernos del norte pudieran seguir llevando y promoviendo el modo de vida dispendioso y arrogante denominado "american way of life" y sus ciudadanos comenzaran a batallar con mayor unidad por los cambios sociales.
Por ello, desde los ochenta y noventa comenzaron y se desarrollaron los planes del Pentágono, Wall Street y del grupo Bilderberg para fragmentar los territorios del sur donde aún existen grandes riquezas minerales, naturales y no renovables. Hoy, sus multimillonarios cabecillas se frotan las manos y se les ilumina la mente ambiciosa y envidiosa ante el panorama de Cataluña, triste para la humanidad pero de alegría hedonista para esa calaña que dirige al vasallo del Rey desde Bruselas, Washington o desde Londres y que ordena "mano dura Rajoy" que así, desgobernando y reprimiendo a pueblos irredentos, "seguiremos fragmentando y dividiendo al mundo en pedacitos" o por cada una de las más de 8 o 9 mil etnias sobre la tierra. Así piensan los que hoy se atrincheran en la Casa Blanca y se enriquecen con la carrera armamentista y sus productos de guerra.
Sin embargo, el bloque euroasiático liderado por China, Rusia, India, Irán, Pakistán, Kasajistán, Bielorrusia, Vietnam, entre otras potencias emergentes, también aprovechará esa amenazante realidad, por dos razones: una, porque la tendencia a ellos tener mayor competitividad económica, comercial y financiera sigue desarrollándose y marcando pautas y rumbo mundial, y dos, porque cualquier problema de alguna de sus etnias no llega a los extremos de querer separarse del centro del poder ya que recibe de este los beneficios necesarios para mantener su estabilidad y cuando esto se cuestiona, los gobiernos centrales lo enfrentan con diálogos y los van resolviendo con mejoras sociales, no con garrotazos o con violencia policial como hace Mariano Rajoy, vasallo del Rey, en Cataluña donde ya ha provocado más de mil heridos y creado mayores condiciones para fracturar definitivamente al país, obedeciendo órdenes imperiales.
Rajoy ha sido un instrumento eficaz del Pentágono para la desintegración paulatina de España que no comenzó ahora sino que viene avanzando desde hace tres décadas e hizo crisis desde hace más de un año, manteniéndose un gobierno ilegítimo sostenido por la oligarquía y los dueños de las finanzas, amparado por el Rey, el Estado burgués y la espada de Damócles llamada OTAN que piensa reforzarse geopolíticamente ante Rusia, con los recursos y espacios "españoles".
Hasta el financista George Soros ha estado alentando a los catalanes a separarse porque en el fondo ya gran parte de la economía y finanzas de España están bajo el control y/o propiedad de las mega corporaciones imperiales que se aprovecharon al máximo de las últimas tres crisis que ellas mismas alentaron en los territorios grecolatinos, desde Grecia hasta Portugal y Francia, donde en cada uno de esos países han aplicado sus propios planes estratégicos que incluyeron desestabilizaciones a gobiernos nacionalistas, manipulaciones del terrorismo y la inmigración, debilitamiento de los gobiernos e ideales socialdemócratas y satanización del ideal marxista, el único imbatible que al aplicarlo en un país, contra él se estrellan las agresiones imperiales. Así de sencillo y de complejo.
Los think thanks pentagonistas han dicho que se deben aprovechar las "estructuras caducas tradicionales" (las colonialistas) para recomponer la geopolítica europea, africana, asiática y latinoamericana. Los europeos colonizaron, desestructuraron las naciones originarias pero no pudieron desaparecer a sus pueblos que ahora resurgen para enfrentar nuevas amenazas y con el apoyo del bloque euroasiático saldarán las cuentas pendientes con los anglosajones, germanos y angloamericanos invasores.
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