Inicié la lectura del libro Traspatio de Penélope Toro, publicado dentro de la colección Yo misma fui mi ruta de la Editorial Fundarte, con curiosidad honesta, con la motivación de quien conocerá más a su amiga a través de la escritura. Lo leí, también, con el deseo de sentir el golpeteo emocional de su oleaje y con el anhelo de hacer de su palabra eco. Por ello, escribo este texto, para componer, sobre la base de su registro expresivo, un sentido personal de este acogedor poemario que haga abrir sus páginas a toda aquella persona que, a la vez, resuene con estas notas. Busqué en sus versos, igualmente, lo que María Zambrano afirma al momento de hablar de la confesión, esa “falta de pudor de gritar y hablar de sí mismo” y creo que en cierto modo lo encontré en esa elaboración del duelo en torno a un familiar entrañable, en el sentido místico que se da a la pérdida de un ser amado como es la abuela-madre, la antecesora fundamental, la insustituible dadora de vida. Esa mujer, en este caso, con la que se convivió en calidez y ternura y a la que se le debe, pese a los escasos recursos que tuvo, no sólo la existencia material, sino la espiritual y afectiva de una voz poética que, a ratos, se asume, desde la esfera familiar, es decir, desde la colectiva.
"Ella recorre su cocina como a sí misma
de sus manos de manteca, ají y ajo
salieron nuestras más arraigadas costumbres
aliñó nuestras vidas con sus dotes
guardó tus silencios
y aguardó, en silencio, a que vuelvas".
Raíz de planta en flor
En este poemario se da cuenta del sutil proceso de desprendimiento que, como sobrevivientes, necesitamos realizar para diferenciarnos de esa emblemática vida que fue arrasada; aquí se plasma la elaboración que es menester hacer para expulsar la muerte que no se realiza aún en nosotros, pero que nos circunda y que está allí para aprender a vivir desde ella. Dentro de esta evolución sensible se transitan varias facetas del duelo, entre ellas, el homenaje a la ausencia de la mujer creadora de vida con quien se estableció un trascendental vínculo, la evocación de sus virtudes en cuanto a atención, sostén y cuido, la insuficiente valoración de su presencia en el pasado, las enseñanzas entregadas por ella y la imaginaria emancipación de su existencia desde el patio de una nueva casa.
Esta obra me dejó el buen gusto de la coherencia entre forma y contenido. La primera (la forma) está planteada a modo de una costura en la cual los hilos –también los aromas y gustos confeccionados en la cocina– van uniendo, texto tras texto, los distintos poemas que van surgiendo y ese zurcido, hecho de palabras –títulos, versos finales o vocablos que sirven como puntadas de costura–, establecen un continuo entre un poema y otro y van incorporando retazos que hacen del libro un cobertor de recuerdos vinculados a la figura de una mujer bondadosa, dulce, sacrificada, cuidadosa como la que muchos hemos tenido en nuestras familias. Con un lenguaje sencillo (que nos recuerda Aquiles Nazoa, especialmente en su poema La abuela), habla de los oficios en los que trabajó con dignidad esta señora que urdió una familia a punta del buen sabor de su cocina, del afecto en el trato, del desprendimiento y del trabajo que efectuó con ahínco.
Este es un poemario que se puede leer en cualquier lugar sin dejar de tocar la intimidad del lector, quien es seducido por un lenguaje impregnado de ternura y sencillez. También recomiendo esta lectura en un círculo más allá del particular, pues, compartirlo en familia, indudablemente, estimulará un reencuentro cálido y llano al calor de un símbolo que en ocasiones llega a ser un talismán.
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Penélope Claret Toro León (Caracas - Venezuela), Escritora Licenciada en Pedagogías Alternativas mención Gestión Cultural de la Unesr. Se ha dedicado al periodismo, a la crónica y la investigación. Sus artículos han sido publicados en el portal LaInventadera.com, Ciudad CCs y UTOPIX. Entre sus publicaciones se encuentra el cuento infantil El vuelo de las cosas más sencillas, en homenaje a Aquiles Nazoa (UTOPIX, 2020) y Traspatio (Editorial Fundarte, 2024). Es poeta, cronista, editora, madre y feminista. Como fundadora de la Comunidad de Autoras Tejer con la palabra lucha por superar la brecha de género en el ámbito literario.
Rosa Elena Pérez Mendoza
Comunidad de autoras Tejer con la palabra
tejer_lapalabra /@talamorosele
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