martes, 10 de diciembre de 2024

Analizar el escenario Siria para comprender lo que a veces se minimiza

 Por: Indira Urbaneja

A través de un artículo de opinión, la analista política, Indira Urbaneja aseguró que «estamos en la línea fina del bien y el mal». La comunidad internacional exige un cambio de conducta en el gobierno chavista del Presidente Nicolás Maduro, lo acusan de dirigir un gobierno alejado de la democracia y de las libertades, yo pregunto:

En ese sentido, Indira Urbaneja se preguntó: ¿Son María Machado, Julio Borges, Leopoldo López, Antonio Ledezma y compañía, más democráticos, más honestos?

¿Alguien se ha detenido a analizar el comportamiento de la oposición que recibe oxígeno de la comunidad internacional?

La comunidad internacional, como en la mayoría de los conflictos políticos del mundo, siempre termina tomando partido en favor del grupo que representa los intereses de ellos – los extranjeros – pero no así los intereses del país, y es aquí donde me voy a la reflexión de lo que esperamos para Venezuela y el reflejo de lo que ocurre en países del Medio Oriente.

Queramos o no, tenemos que vernos en el espejo de Siria. Bashar al-Ásad ha sido acusado de ser un dictador y conculcar las libertades del pueblo sirio, pero la «comunidad internacional» ha decidido que «los rebeldes» al frente de la «liberación de Siria», quienes en realidad son células de grupos terroristas armados y financiados por los intereses foráneos, son «más democráticos» y «traerán más libertades que al-Ásad».

Yo pregunto:

¿Cuál fue el destino de Irak, de Libia, y de Afganistán después de las mal llamadas «liberaciones»?

En los tres casos la paz estaba casi escrita justo antes de las invasiones, pero no les dieron chance porque el plan no era la paz, sino intervenir para demostrar el poderío imperial. En los tres casos la retirada estadounidense y de los aliados, solo dejó más ruina y miseria en estos territorios.

Los estúpidos que hoy celebran la caída de al-Ásad no imaginan lo que le espera a las mujeres y cristianos que residen en Siria.

«Los rebeldes» están al mando del yihadista Hayat Tahrir al-Sham, pero las fuerzas que se unieron en esta operación tiene una composición variada donde hay, nada más y nada menos, que fundadores de Al-Qeda e ISIS.

Textual participan:

  • Frente al-Nusra, quienes habían prometido lealtad a Al Qaeda hasta que rompió esos lazos en 2016. Está liderado por Abu Mohamed al Jolani, Junto a Al Jolani, operan en este frente otros movimientos armados como Sultan Murad, o Yeish al Izza.
  • Fuerzas Democráticas Sirias: Este grupo dominado por los kurdos y respaldado por EEUU, controla partes del este de Siria.
  • Fuerzas rebeldes sirias turcas y alineadas con Turquía: El Ejército Nacional Sirio es una fuerza rebelde respaldada por Turquía en el norte de Siria.
  • En el centro del país quedan zonas controladas por el ISIS.

Pregunto: ¿Se celebra la caída de un «dictador» para empoderar grupos terroristas?

Hay algo de doble moral en el tema

Volviendo a nuestro suelo, pasa que, después de 26 años la oposición extremista y entreguista de Venezuela se cansó de perder en el campo electoral y político, por eso ahora se atrinchera en los planes terroristas que tienen como objetivo introducir células paramilitares que tomen control de ciertos puntos de nuestro país y dar inicio a una guerra civil que termine en un baño de sangre el cual justificaría una respuesta de nuestra FANB y la posible dimisión del Presidente Maduro, ese es su plan.

Este es un país que solo quiere paz y trabajo, un país que solo quiere mejor calidad de vida.

No podemos convertir a Venezuela ni en el Siria, ni en el Afganistán de la región, tampoco permitir que desde afuera decidan nuestro destino.

El país debe mejorar y en 2031 con nuevas elecciones, la oposición debe renovarse para ver si en ese entonces logran desalojar el chavismo por la vía democrática.

No es la sangre ni la violencia lo que nos ayudará como Nación. El gobierno debe escuchar más y abrir las compuertas, salir de todos esos alcaldes y gobernadores corruptos e indolentes, fortalecer la base social y abrirle juego a los moderados.



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