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Traducido para Rebelión por Silvia Arana
La Universidad George Mason suspendió a la filial de Estudiantes por Justicia en Palestina (SJP, según sus siglas en inglés) y, de hecho, expulsó a la copresidenta.
En las primeras horas de la mañana del 7 de noviembre, más de 12 agentes de policía se presentaron frente a un domicilio en Springfield, Virginia, golpearon la puerta hasta derribarla y allanaron la casa familiar de dos estudiantes palestino-estadounidenses de la Universidad George Mason.
La policía de la universidad y del condado de Fairfax se negó a mostrarle la orden de allanamiento a la familia. En el procedimiento estuvo presente un detective del condado de Fairfax de la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo del FBI, designado como agente tanto local como federal. Sin embargo, la familia y los profesores de Mason que los apoya deducen que la investigación dirigida por el FBI es una respuesta al activismo pro-Palestina de las jóvenes.
Dos de las hijas de esta familia palestina-estadounidense asisten a la Universidad George Mason. Una de ellas es estudiante universitaria y copresidenta de la filial en Mason de la agrupación de Estudiantes por Justicia en Palestina (SPJ, según sus siglas en inglés). La otra hija está en un programa de maestría en Mason y fue presidenta de la misma agrupación.
Las autoridades dijeron a la familia que la redada estaba relacionada con un incidente de vandalismo con pintura en aerosol en el campus de George Mason en agosto, parte de las protestas generalizadas en el campus relacionadas con la guerra de Israel en Gaza. En septiembre, el departamento de policía de la universidad publicó folletos ofreciendo una recompensa de 2.000 dólares por información sobre el incidente.
En poco tiempo, la filial SJP de la universidad fue suspendida. Poco después, el jefe de policía de George Mason, Carl Rowan Jr., entregó a las hermanas avisos de infracción delictiva a la propiedad privada por lo cual se les prohibía la entrada al campus durante cuatro años, lo que significa en los hechos que las jóvenes estudiantes no pueden continuar su educación.
“Estoy preocupado por nuestras estudiantes y por nuestras universidades”, dijo el profesor de Mason, Ben Manski, asesor docente de la agrupación SJP. “Todavía no hay acusaciones ni cargos que yo sepa. Sin ellos, no podemos tener el debido proceso, no sabemos qué hay detrás de estas acciones y no podemos saber si se está sirviendo o perjudicando el interés público”.
Alexander Monea, profesor asociado de inglés en George Mason, cuestionó el proceso disciplinario de la institución:
“Estas estudiantes no han sido acusadas de ninguna violación penal, civil o de conducta estudiantil”, dijo Monea. “Sin embargo, se les ha prohibido la entrada al campus durante cuatro años, lo que en la práctica las expulsa de la universidad”.
En una carta el martes por la noche sobre la redada de George Mason, más de 80 grupos, incluyendo las asociaciones de la Facultad y de los integrantes de Estudiantes por Justicia en Palestina de la Universidad George Mason y otras 11 instituciones educativas adicionales, pidieron a la administración de Mason lo siguiente: revocar las prohibiciones de ingreso al campus, restablecer la filial del SJP, devolver las computadoras portátiles y teléfonos a las dos estudiantes y permitir que se realice una investigación independiente sobre las decisiones tomadas por la policía de Mason, los administradores de la universidad y el Consejo Externo, el órgano de gobernanza de la universidad, que tomaron la decisión de realizar la redada.
“¿Las universidades como George Mason envían rutinariamente falanges de policías con uniforme militar y vehículos blindados, y portando rifles de asalto, para derribar la puerta de entrada y asaltar las casas de las estudiantes durante las horas previas al amanecer por una acusación de pintura con aerosol? ¿Los administradores rutinariamente se apresuran a juzgar y emitir órdenes de prohibición de ingreso (del tipo que se utiliza para excluir a los depredadores y acosadores sexuales en serie del campus) contra estudiantes que han sido acusadas de hacer grafiti? Parece que las respuestas a estas preguntas serán cada vez más ‘Sí'», señala la carta.
“Una extensión del poder del Estado”
Las severas medidas contra la familia y la filial del SJP de la universidad son parte de la última ola de represión contra las protestas de solidaridad con Palestina en los campus. Mientras la guerra de Israel y las manifestaciones en su contra se prolongan por segundo año, la represión de las protestas en Gaza continúa descarrilando la educación de los estudiantes y atrapándolos en procedimientos disciplinarios y judiciales por su activismo en las universidades.
La policía de Filadelfia llevó a cabo una redada similar en octubre, informó The Intercept, cuando las autoridades atacaron la casa de líderes estudiantiles del movimiento de solidaridad con Palestina de la Universidad de Pensilvania.
Un abogado de la familia cuestionó los motivos de la redada y pidió a George Mason que se resistiera a la extralimitación de las autoridades. «Está claro que la universidad y la policía (local y federal) están trabajando en conjunto para intimidar, penalizar y criminalizar el activismo estudiantil de solidaridad con Palestina», dijo el abogado Abdel-Rahman Hamed.
«Los estudiantes, profesores y personas de conciencia deben oponerse firmemente a esta extralimitación autoritaria y exigir responsabilidad a los administradores de la universidad, a la policía y al fiscal general del condado de Fairfax».
La portavoz de George Mason, Paola Durán, se negó a responder preguntas sobre la redada. «La universidad no tiene comentarios sobre cuestiones de investigaciones criminales en curso», dijo Durán en un comunicado a The Intercept.
La oficina de asuntos públicos del Departamento de Policía del Condado de Fairfax le dijo a The Intercept que el departamento solo ayudó con el caso y que la Universidad George Mason y el FBI fueron los investigadores principales del caso. La portavoz de la oficina del FBI en Washington, Lira Gallagher, dijo que la agencia no podía confirmar ni negar la existencia de una investigación y dirigió las preguntas a la policía de George Mason. El fiscal del condado de Fairfax y la policía de George Mason no respondieron a las solicitudes de comentarios.
«La policía utilizó violencia excesiva en la redada en respuesta a un grafiti, dijo Bassam Haddad, miembro de la facultad de George Mason.
«Las universidades y sus administradores se han convertido en una extensión del poder estatal, y ahora hemos visto de primera mano el caso de una redada violenta en la casa de las estudiantes sin que hubiera ninguna evidencia material», dijo Haddad, director fundador de Programa de Estudios Islámicos y del Medio Oriente en George Mason y profesor asociado en la Escuela Schar de Política y Gobierno.
A los estudiantes de George Mason no se les pasó por alto la conexión entre la magnitud de la represión y el gran número de estudiantes árabes y musulmanes de la universidad.
«Esta represión realmente se ha desarrollado contra múltiples organizaciones en el campus, especialmente con el SJP, pero en realidad contra cualquier organización de tendencia pro-Palestina», dijo un representante estudiantil de la Coalición de la Universidad George Mason para Palestina, que solicitó permanecer anónimo para evitar represalias. “La Universidad George Mason tiene una enorme población árabe y musulmana. Acciones como esta, realmente impactan a toda una comunidad y a todo un grupo demográfico en nuestra universidad. Honestamente, esto ha sido simplemente un ataque, no sólo a los organizadores palestinos y al movimiento en general, sino también a la libertad de expresión».
Suspensión de la filial SJP en Mason
Cuando la policía llegó al domicilio familiar el mes pasado, obligaron a que todos permanecieran en la sala de estar mientras registraban la casa, según dos testimonios. Algunos miembros de la familia finalmente fueron liberados para ir a trabajar, pero el resto se tuvo que quedar mientras la policía completaba el procedimiento que duró seis horas.
La policía confiscó aparatos electrónicos de la residencia, incluidos teléfonos y computadoras portátiles, pero no realizó arrestos. En un momento, la policía encontró armas de fuego antiguas legalmente registradas a nombre del hijo de la familia, un alumno de Mason y subjefe del cuerpo de bomberos voluntarios. Tras la redada, las autoridades presentaron cargos contra el hijo relacionados con las armas de fuego. Después de una litigación contra los cargos, un juez del Tribunal de Circuito del Condado de Fairfax los desestimó dos semanas después.
“Como integrante del Consejo de la Universidad, mis colegas me pidieron que le planteara una pregunta al presidente Gregory Washington sobre el allanamiento de la casa familiar de las estudiantes durante una reunión del organismo, pero este se negó a compartir información con el Consejo Universitario en ese momento», dijo Monea, el profesor de inglés.
Los administradores de Mason enviaron un correo electrónico al copresidente del SJP el día después de la redada anunciando que la filial SJP había sido suspendida provisionalmente. Sin embargo, dado que a la joven estudiante que actualmente dirige SJP le habían confiscado su computadora, ella no pudo ver el correo electrónico hasta la semana siguiente.
Ningún otro miembro de la filial del SJP ni Manski, el asesor docente del grupo, fueron informados de la suspensión hasta finales del mes pasado. Finalmente se enteraron cuando a los miembros del SJP les dijeron que un panel programado con la filial universitaria de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color había sido cancelado debido a la suspensión.
La redada es parte de la creciente hostilidad de la universidad hacia los activistas que se oponen a la guerra en Gaza, dijo Haddad, el miembro del cuerpo docente que apoya a las estudiantes. El Consejo Externo de George Mason, órgano de gobernanza de la universidad, incluye dos personas nombradas por el gobernador republicano de Virginia, Glenn Youngkin, que actualmente trabaja en la Fundación Heritage, quien ha pedido al FBI que investigue las protestas en el campus contra la guerra en Gaza.
“¿Nos hemos vuelto como la Unión Soviética a la que supuestamente hemos estado criticando durante décadas y que ahora seguimos usando como ejemplo de poder desbordado, corrupto, represivo y tiránico?” dijo Haddad. “¿Es esto en lo que nos hemos convertido?”
Actualización: 4 de diciembre de 2024
Este artículo fue actualizado para incluir una carta de más de 80 grupos que critican la redada policial en la casa de los estudiantes de George Mason y piden que se reviertan varias de las acciones oficiales contra ellos.
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